David Vicente Casado | 15 de octubre de 2020
Lilian Grigorian es una reputada cardióloga que lleva treinta años viviendo en España y que ha decidido alzar la voz para denunciar la «armenofobia que experimenta parte de la población turca y que ha provocado sucesivas masacres a lo largo de la historia».
Lilian Grigorian (Ereván, 1978) dejó Armenia a los 13 años. Un proyecto profesional de su madre las llevó a ella y a su hermana a tener que mudarse a España, dejando su tierra natal y a gran parte de su familia, el mismo año en el que se iniciaba la primera gran batalla entre Armenia y Azerbaiyán. En Galicia, establecieron su residencia y se formó en su gran pasión: la medicina. Hoy esta reputada cardióloga siente que su corazón bombea la tristeza más profunda al ver que su país sigue sufriendo la ira azerbaiyana, treinta años después de marcharse.
Pregunta: Lilian, ¿qué está ocurriendo entre Armenia y Azerbaiyán?
Respuesta: Lo que está ocurriendo ahora mismo es que, desde el pasado 27 de septiembre, hay una guerra muy intensa y masiva en la que está muriendo mucha gente inocente.
Pregunta: ¿Cuál es el origen de este conflicto?
Respuesta: El origen de todo tiene que ver con un único territorio, concretamente el de Nagorno Karabaj, que está inmerso en la República de Azerbayán, pero poblado históricamente por ciudadanos armenios desde hace miles de años. Ese es el principal motivo del conflicto. Azerbayán exige la liberación del ejército de Nagorno Karabaj y Armenia lo que está defendiendo es poder mantener la libertad de este territorio.
P.: ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
R.: Muy sencillo. Nagorno Karabaj es un territorio históricamente armenio, fundado por armenios. En la actualidad, hay en torno a 150.000 habitantes. El motivo del conflicto fue que, a finales de la Primera Guerra Mundial, con la caída de los imperios otomano y ruso, toda la región del Cáucaso tenía que volver a trazar las fronteras, repartir territorios. Esta repartición fue muy arbitraria, sin atender a los orígenes de la población que vivía allí históricamente. Se decidió conceder ese territorio a la República de Azerbaiyán, que se constituyó también en ese mismo momento. Quedó como una isla de armenios viviendo en territorio azerbaiyano, lo que provocó el choque de dos poblaciones culturales muy diferentes.
Nagorno Karabaj, desde el principio, lo que está pidiendo, debido a la intensidad de unos ataques masivos durante día y noche, es el alto el fuego por motivos humanitarios, para recoger los cuerpos de la multitud de soldados abatidos en la frontera
P.: Ambos se han acusado de violar el alto el fuego humanitario para el intercambio de prisioneros y cadáveres, acordado el pasado viernes…
R.: Sí, aunque esta acusación se la han hecho ambos países, hay que tener en cuenta por qué empezó la guerra y quién empezó la guerra. Para empezar una guerra, uno tiene que tener motivos y confiar en su capacidad para poder llevarla a cabo. Armenia, a día de hoy, con Nagorno Karabaj no tenía ningún motivo para iniciar este conflicto, porque desde el año 94 se ha conseguido cierta independencia de ese territorio, que ellos están autogestionando en su propio Gobierno, y la población allí vivía, cierto es, con tensiones en la frontera, pero relativamente dentro de una paz. Se desarrollaban culturalmente, y realmente no había ningún motivo para que Nagorno Karabaj empezara este conflicto. Tanto Nagorno Karabaj como Armenia son muy conscientes de sus posibilidades; entonces, no es razonable pensar que Armenia, consciente de su debilidad militar frente a Azerbaiyán -y no hablemos de Turquía-, iba a llevar a cabo una guerra sin tener ningún motivo.
En este caso concreto, quien empezó un ataque masivo, que ya se sabe que fue preparado durante varios meses, fue Azerbaiyán, con el apoyo directo y activo de Turquía. Nagorno Karabaj, desde el principio, lo que está pidiendo, debido a la intensidad de unos ataques masivos durante día y noche, es el alto el fuego por motivos humanitarios, para recoger los cuerpos de la multitud de soldados abatidos en la frontera. Azerbaiyán no accedía y el pasado 10 de octubre, tras una reunión de más de diez horas entre los ministros de Exteriores de Rusia, Azerbaiyán y Armenia, se consigue firmar un alto el fuego y, pocos días después, vuelven a producirse los ataques. La parte azerí, como no tiene la intención de ceder en esta situación, rompe esa tregua.
P.: Hablaba usted de Turquía, ¿qué papel está jugando?
R.: Turquía, en este conflicto, a diferencia de otras guerras, juega un papel totalmente activo. De hecho, según han comentado los expertos, Turquía ha podido ser la promotora y la que dirige toda esta situación.
P.: ¿Qué le ha hecho a usted, una doctora reputada y que vive en España, alzar la voz?
R.: Yo llevo 30 años viviendo en España, soy española, pero mis raíces son armenias y por ello me siento muy unida a mi país de origen. Ver la escasa información que aparece sobre el conflicto en los medios de comunicación, y muchas veces la desinformación que existe sobre este tema, me ha hecho dar este paso, alzar la voz e intentar hacer todo lo posible y aportar mi granito de arena, porque tanto Nagorno Karabaj como Armenia necesitan la ayuda de la comunidad internacional para poder frenar esta batalla.
P.: Usted tiene familia allí, ¿cómo lo están viviendo ellos?
R.: La situación es muy dramática. Al ser un ataque tan importante, ha afectado a toda la extensión de la frontera, que tuvo que activar no solo el alistamiento general en la población, sino recibir a muchos voluntarios. Hay muchos jóvenes, incluso universitarios, que sin apenas formación específica para esta finalidad están en el frente luchando. Hay muchas vidas que no se van a poder devolver. Los diez millones de armenios que vivimos fuera de nuestra tierra nos estamos convirtiendo en uno, ayudando en lo que podemos para solucionar esta situación.
Ver la escasa información que aparece sobre el conflicto en los medios de comunicación y la desinformación que existe sobre este tema me ha hecho dar este paso
P.: ¿Cómo va a terminar todo esto?
R.: Quiero que termine lo antes posible. El cómo es muy difícil decirlo, pero quizás, aunque me falten los conocimientos necesarios, puedo decir que la implicación de muchos países en esta guerra es muy importante y solamente espero que esto no llegue a escalas más elevadas, porque, como te digo, están implicadas en el conflicto grandes potencias mundiales por la relación de Turquía con la OTAN, la directa relación de Rusia con Armenia… Entonces quiero pensar que esto no va a llegar más allá y que los organismos internacionales sean capaces de poner fin
P.: ¿Qué papel juega la religión en este conflicto?
R.: Todo. Armenia es un país cristiano, de hecho, fue el primer país en el mundo que aceptó el cristianismo como su religión estatal en el año 301, y estamos rodeados, casi en su totalidad, por países musulmanes. El cristianismo para Armenia fue uno de los marcadores más importantes de nuestra identidad cultural y yo creo que, como parte de esta identidad cultural, se refleja uno de los motivos de esta armenofobia que experimenta parte de la población turca y que ha provocado sucesivas masacres ocurridas a lo largo de la historia.
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