Bieito Rubido | 13 de noviembre de 2020
Nuestra libertad se expresa en toda su intensidad y extensión cuando asumimos la cuota de responsabilidad que nos corresponde.
Es cierto que los españoles vivimos muy bien, pero nosotros no somos conscientes de ello. Seguro que en medio de los 47 millones de habitantes de este país habrá mucha gente que lo pasa mal o peor. Como también es seguro que hay pobres que solo tienen dinero, ricos que lloran y humildes felices. La panoplia de situaciones y existencias es muy amplia y original. Cada hombre, como escribió Pavesse, es un mundo, una historia. Pero, en este amanecer de viernes en el que escribo mi quinto Astrolabio de este nuevo tiempo, quiero animar al lector, con quien tengo ya un compromiso de relación franca y complicidad auténtica. Es ese empeño el que me incita a decirle que no se desaliente. Pese a las élites extractivas, a los burócratas que nos quieren desinformar o a los empeños de algunos por destruir nuestro país, la mayoría de los españoles compartimos una idea de sociedad civilizada y pacífica, que será la que se termine imponiendo. Insisto, por tanto, en alentarlo a ver cómo la vida pasa y en ella cada mañana, cada uno de nosotros podemos hacer algo tan sencillo como cumplir exclusivamente con nuestra obligación. Pocas cosas más democráticas que ser responsable. Nuestra libertad se expresa en toda su intensidad y extensión cuando asumimos la cuota de responsabilidad que nos corresponde. Por eso no quiero Gobiernos paternalistas ni economías subsidiadas ni tutelas de ningún tipo. Aspiro a habitar nuestro hermoso país con la tranquilidad de que nadie me espía el móvil ni entran en mi casa sin permiso y menos me obligan a entregar mis hijos al Estado. Quiero, supongo que como usted, ser libre, al mismo tiempo que responsable.
España cuenta con un pueblo extraordinario y con unas élites deplorables y eso explica muchas de las cosas que están ocurriendo.
No nos está permitido elegir el tiempo que nos toca vivir, el de la covid y el neocomunismo rancio, pero sí actuar para poder cambiar las cosas.