Bieito Rubido | 27 de noviembre de 2020
Con el dinero de todos los españoles, el sanchismo vuelve a privilegiar las inversiones en Cataluña, que las gasta en adoctrinamiento.
La propuesta es la siguiente: los nacionalistas que piden autonomía sagrada –llegando, como se sabe, a plantear la independencia— quieren arrasar con la autonomía de otros territorios de España. Por ejemplo, se plantea que Madrid renuncie al margen fiscal que le otorga la ley, el mismo que Cataluña tiene, porque le parece mal a un sector de su población. Es decir, los catalanes pueden tener ese margen para subir, pero los madrileños no pueden utilizar esa misma capacidad para bajar. Se invoca la autonomía para cercenar la autonomía. Es como cuando en nombre de la democracia se va contra la democracia. Es el populismo que abrasa los más elementales derechos de los ciudadanos. Mientras, con el dinero de todos los españoles, el sanchismo vuelve a privilegiar las inversiones en Cataluña, muy por encima de la media nacional. Ya se sabe que cada privilegio otorgado a un territorio comporta una injusticia y un agravio con los otros. Así de injusta y desigual está quedando España tras la estadía de la extrema izquierda en el Gobierno. Puestos a armonizar, hagamos que desaparezca el cupo vasco o el amejoramiento navarro y que ellos contribuyan como los demás a la caja común. Puestos a armonizar, hagamos que todos los escolares de España estudien en el mismo libro de texto la historia de este país. Es tremendo que no nos escandalicemos de este ataque a la libertad y al propio concepto de autonomía. A lo peor, todo esto es un pecado de envidia, y ya se sabe que la envidia es la manera más sincera de admirar al otro.
Carmen Calvo, cuya antología del disparate formará parte de las mejores obras de humor de este siglo XXI, ha vuelto a la carga contra Madrid y los madrileños. Sería bueno recordarle que el dinero público sí tiene dueño: es nuestro, de los ciudadanos que contribuimos a través de los impuestos. Si tuviese un poco de dignidad política, iría el día 1 de diciembre a la inauguración del único hospital que se ha levantado en toda España tras la crisis de la covid. Será en Madrid, donde el dinero de los ciudadanos sirve para estas cosas, mientras en Cataluña lo gastan en adoctrinamiento y en montar un estado de cartón piedra, absolutamente ficticio. Carmen, ¡qué mal te va a tratar la Historia!… Si es que no queda en una anécdota en un rincón escondido de la misma.
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