Bieito Rubido | 13 de enero de 2021
La ministra de Defensa ha dado toda una lección a sus compañeros de gabinete. Una vez más, ha estado por encima de la mezquindad reinante.
El actual Gobierno socialcomunista es un monumento a la incoherencia. Jamás habíamos sido gobernados por un grupo instalado en la mentira. Como todo lo malo llega, ya está aquí ese binomio de socialistas y populistas de extrema izquierda que cada día nos asombran con lo que hacen, pues no tiene nada que ver con lo que dicen y, sobre todo, con lo que dijeron. Entre la pandemia de la covid y la borrasca Filomena, los ciudadanos hemos tenido la oportunidad de ver a una clase política acuartelada en el más estéril de los sectarismos. Ha habido actitudes para todos los gustos, pero la posición estelar la ocuparon de nuevo Sánchez, Iglesias y Marlaska. Conviene recordar que Marlaska era un juez de la Audiencia Nacional que estaba a punto de ser promovido a grandes destinos por el Gobierno de Mariano Rajoy. Por tanto, de su coherencia poco podemos esperar.
Margarita Robles, por su parte, desde el Ministerio de Defensa, ha dado toda una lección, en el sentido contrario, a sus compañeros de gabinete. Robles ordenó a la UME -Unidad Militar de Emergencias- que se desplegara por todo Madrid para posibilitar la vuelta a la vida normal en la capital de España y mejorar el día a día de todos los ciudadanos, al margen de sus simpatías políticas. Si predicas, como hizo el lunes Margarita, practica lo que has defendido. No se puede decir una cosa en la oposición y lo contrario cuando se está en el Gobierno, como ha hecho Sánchez con la nevada e Iglesias con la espectacular subida de la factura de la luz.
A los políticos hay que empezar a examinarlos de algo fundamental en la fibra noble de cualquier persona: coherencia y buena voluntad. Si carecen de estas cualidades, no son aptos para una actividad tan digna. Margarita Robles, una vez más, ha estado por encima de la mezquindad reinante. Por eso descuella de la media, aunque a sus compañeros, seguramente, no les gustará este verso suelto.
La naturaleza, todavía hoy, es más fuerte y sabia que el ser humano. Nos ha vuelto a demostrar lo vulnerables que somos.
De cuantos problemas padece nuestro país, nuestra nación, el conflicto catalán sigue siendo el más grave, aunque por el momento aparezca anestesiado.