Jorge Solana | 19 de febrero de 2021
El Merlot Vendimia Seleccionada es un vino elegante, exclusivo y potente del que solo se elaboran 2.000 botellas y en añadas calificadas como excelentes.
No son los gigantes a los que se enfrentaba el Ingenioso Hidalgo, pero sí se enfrentan como arquitectura única a los molinos de viento tan profusos a lo largo de la llanura manchega. Las chimeneas y las cuevas vinícolas de Tomelloso son una parte única y especial de un lugar de vinos.
Habría lugares donde podríamos hablar de cultura del vino y otros en los que el vino es una cultura. Este es el caso de esta localidad manchega de la provincia de Ciudad Real en la que destacan sus 36 chimeneas de producción de alcohol de origen vínico. Esta actividad se remonta siglos atrás y consiguió transformar la localidad, convirtiendo el dibujo de su arquitectura en algo con un sentido propio e incomparable, un icono de este tipo de construcción.
Merlot Vendimia Seleccionada
Vino tinto D.O. La Mancha
Bodegas Verum
Variedad: Merlot
20,99€
No obstante, las chimeneas de Tomelloso son grandes monolitos que decoran el paisaje urbano de la ciudad, de aproximadamente 38.000 habitantes, y ubicada a 662 metros de altitud en el centro de la llanura de La Mancha. Estas construcciones de ladrillo, levantadas junto a las torres de destilación, servían para dar salida al humo de las grandes calderas que, mediante la combustión de leña o carbón, proporcionaban la temperatura adecuada para el funcionamiento del serpentín de destilación de las antiguas alcoholeras.
Aunque fue a mediados del siglo XVIII cuando se empezó a introducir la vid entre los cultivos de Tomelloso, la época de mayor arraigo sería durante el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del XX. Un momento en el que la vid llega a convertirse casi en un monocultivo.
Las chimeneas se habían proclamado en protagonistas por encima de los molinos. En torno a 1950, estos gigantes tan larguiruchos como Don Quijote llegaron a ser más de 100. En la actualidad, se conservan 19 grandes (de más de 20 metros) y 17 pequeñas (menos de 20 metros).
En Tomelloso, aparte de las chimeneas, se suman las cuevas que se habilitaron ante las grandes necesidades de elaboración y almacenamiento de vino bajo unas condiciones excepcionales de luz, humedad y temperatura. De las 4.000 que hubo en la época de mayor esplendor se mantienen unas 600. Merece la pena adentrase en un viaje al corazón de la tierra y comprobar cómo cualquiera de las aproximadamente 50 que son visitables supone un especial clima y humedad. El calor de La Mancha se vive de otra forma allí dentro.
Es en una de estas cuevas donde reposan los grandes vinos de guarda de Bodegas Verum, empresa compañera de Altosa (Alcoholes de Tomelloso, S.A.), una de las destilerías más grandes de la localidad. Estas bodegas son una de las muchas elaboradoras de vino en la zona. Quizás también una de las que tienen muy claro que los vinos se hacen en el viñedo.
Con especial cuidado por el cultivo y con la vista puesta en el cultivo ecológico, que cada día tiene más adeptos, hoy me ocupo de una rareza. Su vino Merlot Vendimia Seleccionada. Esta variedad con un cultivo en secano es lo que la convierte en algo excepcional en la zona. Un vino elegante, exclusivo y potente del que solo se elaboran 2.000 botellas y en añadas calificadas como excelentes.
Si especial es el rendimiento de este viñedo, al no superar los 2 kg por cepa, más llamativa es la guarda de 24 meses en barricas cúbicas ROC Cuve de 340 litros. Una fórmula llamativa y poco tradicional de depósitos de fermentación.
Estas cuevas y estos sistemas de elaboración completan desde el interior de la tierra el espectacular paisaje exterior que supone ver esta localidad desde lejos, desde la llanura, con la visión de las chimeneas surgiendo de la tierra. Eso sí, una tierra de viñedos.
El blanco Gargalo Godello es un vino amarillo brillante con tonos verdosos. En nariz es concentrado con toques a miel y frutos secos. Los toques cítricos, junto con las frutas tropicales, provocan una gran persistencia final en boca.
Un Tintilla de Rota dulce, con un intenso color cereza, aroma a mermelada, confitura de frutas negras muy maduras, vainilla y cacao. En boca es sedoso y aterciopelado, aunque persistente y con cuerpo.