Chema Rubio | 28 de febrero de 2021
La red social se lava la cara y pone en marcha la función «Súper Seguidor» para seguir a cuentas y recibir contenido exclusivo por 5 euros al mes. También habilita los «Grupos de intereses« y un «Modo seguro» que traerá polémica.
Llega el Twitter de pago. Twitter necesitaba un cambio. Pero no un lavado de cara. Una limpieza de funciones que lo convierta en una herramienta más útil de lo que ya es. Hablamos del Twitter que informa y que facilita el debate. De la red social que usan personalidades, Gobiernos y empresas para lanzar mensajes de una manera útil y rápida. De la herramienta informativa donde están presentes los medios de comunicación grandes y pequeños. De la red social de microblogging donde encuentras hilos interesantes sobre arquitectura o recetas de cocina. Eso es Twitter y así se mantiene. Aunque la propia empresa haya abrazado con fuerza la censura y suspenda las cuentas de quienes no piensan como ellos. Es lo malo de irse a los extremos cuando un extremo está mejor visto que el otro.
Por 5 euros al mes los usuarios de Twitter pueden acceder al contenido exclusivo de las cuentas que siguen. Vídeos, gráficos, tuits propios o lo que crean conveniente ofrecer a sus seguidores premium por esa cantidad de dinero. Por un lado, el seguidor hace un único pago mensual de 5 euros para desbloquear esos contenidos. Por otro, la cuenta que quiera puede activar la monetización de su perfil y preparar ese elemento diferenciador que haga interesante seguirla. Y, por último, Twitter gana dinero con una parte de esa tarifa porque la publicidad de particulares no acaba de explotar como lo hace en Facebook o Instagram.
Twitter copia esta línea de negocio directamente de Twitch. La red social de vídeos permite a los usuarios pagar por seguir determinados perfiles para ver sus directos. Los creadores de contenido suben el nivel de su producto para poder competir con el resto y tener más ingresos. La oferta y la demanda de toda la vida en su versión «social media».
Los grupos de interés también llegan a Twitter. Esta idea lleva tiempo implantada en Facebook con los Grupos. Páginas de intereses donde los usuarios comparten ideas, noticias, quedadas… sobre un determinado tema. Algo parecido sucede en Instagram. El usuario puede seguir un hashgtag, una tendencia, sobre un tema concreto para ver todo lo que se publica sobre #NBA, por ejemplo. Algo parecido tiene activado Twitter, aunque no acaba de ser del todo útil si no se utilizan los hashtags correspondientes cuando se publica el contenido.
Este cambio permitirá a Twitter segmentar aún más su audiencia y conseguir que el negocio de los Súper Follow recircule por su red social. Nuevas altas, más ingresos y clientes satisfechos porque encuentran en Twitter lo que necesitan. Negocio redondo.
Es la funcionalidad más polémica que llega a Twitter. Un modo que al activarse hace limpieza en la actividad del usuario, al deshacerse de aquellas cuentas que pueden estar mostrando contenido abusivo o respuestas violentas. Twitter dice que el bloqueo automático se produce durante un total de siete días, tras el cual se vuelven a mostrar las interacciones con esa persona. Esto es una puerta abierta a la censura y a la limitación de la libertad de expresión que viene haciendo la red social con perfiles polémicos pero que no se saltan las leyes. A Twitter no le gustaron los tuits de Donald Trump sobre las vacunas, el coronavirus o el asalto al Capitolio y decidió suspenderle la cuenta de por vida.
En descargo de esta función, hay que decir que Twitter se ha convertido en un infierno para muchos perfiles populares. Políticos, actores, deportistas… que sufren un acoso desproporcionado por su forma de pensar o de trabajar. Humillaciones, insultos y amenazas que hará bien en silenciar, también de por vida.
Twitter también manda boletines de noticias tras la compra de Revue, la plataforma de newsletters con la que busca monetizar contenidos. El usuario puede crear su propio mail de noticias y enviarlo a su audiencia en unos sencillos pasos. El proceso se merienda el complejo entramado de otras webs como Mailchimp y pone al sector de los medios de comunicación en un cruce de caminos sobre qué hacer en Twitter.
Todas estas novedades que pone en marcha Twitter lo acercan más a ser la plataforma perfecta para los medios de comunicación. Una revitalización de su timeline que barra toda la morralla de maleducados e intransigentes y deje espacio para la información y los contenidos de valor. Las webs de los medios se pasan a los muros de pago a cambio de reportajes, entrevistas o informaciones interesantes y diferentes. Los medios que no puedan o no quieran pasarse a esta modalidad en sus webs siempre podrán tener unos ingresos extra gracias a Twitter si son lo suficientemente originales en sus contenidos premium. El resto de creadores tendrá que subir el nivel de sus aportaciones para ganar dinero. Porque, a veces, el dinero lo cambia todo para mejorar.
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