David Vicente Casado | 08 de marzo de 2021
La portavoz del Partido Popular en el Congreso afirma que «la demostración de que el presidente del Gobierno no tiene límites son sus pactos con Bildu. Unos pactos que paga, puntualmente, cada viernes con los acercamientos de presos terroristas al País Vasco».
Han pasado más de 6 meses desde que Pablo Casado decidiera poner a Cuca Gamarra al frente de la portavocía del Partido Popular en el Congreso. Mientras los españoles intentaban, invitados por Pedro Sánchez, disfrutar de la nueva normalidad, el PP despedía a Cayetana Álvarez de Toledo en una estrategia por recuperar el centro político. Cuca Gamarra (Logroño, 1974) sabe lo que significa luchar por la igualdad entre hombres y mujeres. Fue la primera mujer al frente de la alcaldía de su ciudad natal, cargo que dejó para unirse a la dirección de Casado.
En 2018 fue nombrada vicesecretaria general de Política Social y, desde el verano de 2020, es una de las encargadas de batallar contra el Ejecutivo de Sánchez en el Congreso de los Diputados. Gamarra huye de los miedos a un posible de sorpasso de Vox afirma que con el Partido Popular «se tiene otra vara de medir» y asegura que las críticas a su partido tienen un motivo: «Somos la alternativa a Sánchez. Cuanto más cerca estemos de lograr el objetivo, más duro será el ataque».
Pregunta: Ha cumplido 6 meses como portavoz del Grupo Parlamentario Popular. Hágame un pequeño balance.
Respuesta: Es un balance positivo, muy intenso, en el cual el Grupo Parlamentario Popular ha llevado a cabo un trabajo riguroso y firme.
Pregunta: ¿Cómo fue el traspaso de poderes con su antecesora?
Respuesta: Con total normalidad y, sobre todo, teniendo muy claro que tenía una gran tarea por delante y que había que poner en marcha muy rápido a todo el grupo parlamentario para trabajar.
No estamos para manifestaciones. Hay muchas maneras con las que podemos mantener muy vivo este 8 de Marzo, adaptándolo a las circunstancias que la situación epidemiológica exige
P.: Centrándonos en la actualidad política, el 8M fue uno de los focos de atención ante posibles contagios de COVID. Hemos conocido que la Delegación de Gobierno en Madrid ha decidido prohibir cualquier manifestación, ¿qué le parece?
R.: No estamos para manifestaciones. El año pasado ya fue un error el que se nos ocultara información a las mujeres y que se celebraran esas manifestaciones que, al final, conllevaron contagios. No es el momento para grandes concentraciones. Pienso que no tendrían que haber sido necesarias las prohibiciones, porque toda la sociedad tendríamos que haber sido más responsable y consciente de saber que no era el momento de promover y convocar manifestaciones. Al final, estas medidas vienen provocadas por la insistencia, fundamentalmente de Podemos, de promover manifestaciones en un momento en el que la salud tiene que estar por delante de todo y el esfuerzo que están haciendo los más mayores y los sanitarios debiera haber primado.
P.: ¿No puede ser un riesgo el prohibir un derecho constitucional como el de manifestación?
R.: La clave hubiera sido el haber tenido todos como sociedad una actitud de no promover manifestaciones, sino que este año la celebración y reivindicación el 8M tenía que llevarse a cabo de otra forma. Hay muchas maneras para reivindicar y muchas maneras con las cuales podemos mantener muy vivo este 8 de Marzo, adaptándolo a las circunstancias que la situación epidemiológica exige.
Si PSOE y Podemos pretenden presionar al PP para reformar el CGPJ, no me doy por aludida
P.: Hemos conocido que el decreto del Gobierno atenta contra el reglamento de los fondos al relajar los controles… ¿España corre el peligro de quedarse sin las ayudas europeas?
R.: España corre peligro de perder esas ayudas si esos fondos no se gestionan de una manera eficaz, transparente y con rigor. Son 140.000 millones de euros, que no son de Sánchez ni del Gobierno, sino de los españoles, para conseguir la recuperación económica de nuestro tejido productivo.
Si se gestionan mal y de una manera clientelar, no cumplirán el objetivo al que están llamados y, por otro lado, si se gestionan en contra de los principios que marca Europa, se corre el riesgo de perder esos fondos.
P.: ¿Les ha explicado Vox el porqué de su abstención al decreto del control de los fondos europeos?
R.: Vox no tiene nada que explicar al PP. Se lo tiene que explicar a los españoles. Tiene que explicar por qué decidió salvar a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias en un momento en el que se podía haber cambiado la intención que tienen de gestionar esos fondos de una forma populista, clientelar y opaca.
La ley de libertad sexual del Gobierno, lejos de proteger, desprotege
P.: ¿Cómo es la relación de su partido con Vox? ¿Sigue rota?
R.: Mantenemos una relación con Vox exactamente igual a la que mantenemos con el resto de grupos parlamentarios. Somos partidos distintos, con distintas trayectorias, distinta cultura política y además defendemos principios distintos: el PP defiende un Estado autonómico, una España europeísta y defendemos las libertades como el eje fundamental de nuestro proyecto político. Somos un proyecto propio, independiente, muy asentado y muy conocido por los españoles.
P.: Hablando de relaciones, ¿en qué punto se encuentra la relación entre Gobierno y PP?
R.: El Partido Popular es un partido de Estado, un partido que ha gobernado este país y tenemos vocación de volver a hacerlo. En ese sentido, hacemos una oposición firme, denunciando aquello que está mal y aquello en lo que se está perjudicando a los españoles: la falta de una política económica, la debilitación de la separación de poderes, los acuerdos y los pactos a los que ha llegado Pedro Sánchez por mantenerse en el poder o cómo la Marca España se está debilitando a nivel internacional. Por nuestra condición de partido de Estado, tendemos la mano al Gobierno para llegar a acuerdos que siempre rechaza. Por nosotros no será, pero evidentemente no existe la relación que debiera existir entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, sobre todo con un Gobierno en minoría.
No tememos el sorpasso de Vox. El PP es mucho PP
P.: ¿El PP da por perdida la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Gobierno para renovar el CGPJ?
R.: No. Nuestro planteamiento, en todo momento, ha sido y es un planteamiento responsable. Un planteamiento que solo tiene un objetivo, que debería de ser compartido por el PSOE, que es que la renovación del CGPJ debe ser una renovación con garantías que asegure la independencia del Poder Judicial en dicha renovación.
P.: ¿Hasta dónde está dispuesto a ceder el PP en esta negociación?
R.: No, no se trata de ceder. Esto no es una negociación al uso. Para nosotros lo fundamental es que ese acuerdo sea un acuerdo en el que quede garantizada la independencia del órgano de gobierno de un poder, como no puede ser de otra manera. Lo que está claro es que quien no puede participar e intervenir es aquel que lo que busca es controlar un poder en vez de garantizar su independencia.
Queda muy poco de lo que fue el PSOE que los españoles conocimos en otras etapas de nuestra joven democracia
P.: ¿Se sienten presionados por el PSOE para llegar a un acuerdo? Se lo pregunto porque se ha elevado al pleno de próximo jueves la ley que posibilita el recorte de funciones del órgano de los jueces…
R.: Si esa es la intención que tienen el PSOE, Podemos y el Gobierno con esa ley, no me doy por aludida.
P.: Tras más de un año de gobierno de coalición, ¿tiene la impresión de que el PSOE se ha podemizado?
R.: Queda muy poco de lo que fue el PSOE que los españoles conocimos en otras etapas de nuestra joven democracia.
Vox Tiene que explicar a los españoles por qué decidió salvar a Sánchez y a Iglesias cuando se podía haber cambiado la intención que tienen de gestionar los fondos europeos de una forma populista, clientelar y opaca
P.: Hemos visto que las relaciones en el seno del Ejecutivo de coalición se han tensionado, ¿cuál cree que es el límite de Sánchez con Iglesias?
R.: Pedro Sánchez es un político que no tiene límites. La demostración de que no tiene límites son sus pactos con Bildu. Unos pactos que paga, puntualmente, cada viernes con los acercamientos de presos terroristas al País Vasco.
P.: ¿Qué le parece que Sánchez acuda al acto de destrucción de armas incautadas a ETA y a la vez se sepa que el Gobierno, presumiblemente, firmará el próximo mes de abril el traspaso de prisiones al País Vasco?
R.: No hay ni propaganda ni apisonadora que pueda tapar la falta de escrúpulos de Pedro Sánchez con tal de mantenerse en la Moncloa.
La vara con la que se mide al PP suele ser bastante distinta, pero nosotros tenemos una responsabilidad que es mucho mayor y que no debe llevarnos a perder el tiempo en estar pendientes de lo que se diga de nosotros
P.: Como mujer y como licenciada en Derecho, ¿qué opinión le merece la ley de consentimiento sexual que está elaborando el Gobierno?
R.: Una mala ley lo que genera es desprotección a la mujer. Es una ley en la que, a la vista de los informes jurídicos, cuando no se garantiza la presunción de inocencia y cuando tiene lagunas y agujeros jurídicos como los que tiene, lejos de proteger, desprotege. Por tanto, no es el camino correcto para seguir fortaleciendo la igualdad entre hombres y mujeres y para luchar contra las agresiones sexuales.
P.: Visto lo ocurrido en Cataluña durante todos estos días, ¿está en riesgo la democracia?
R.: España es un país que ha demostrado, en distintas etapas y muy recientes, que quiere democracia y nosotros estamos dispuestos a trabajar y a luchar por ella. No hay que olvidar que, cuando hablamos del terrorismo, hablamos del mayor ataque a la democracia que ha tenido este país y por el cual muchos españoles han dado su vida. En ese sentido, los españoles sabemos lo importante que es trabajar por y para que esa democracia esté garantizada cada día y no corra peligro. Todo aquel que quiera poner en riesgo la democracia tendrá a millones de españoles enfrente.
La sede de Génova no es un símbolo, es un inmueble. Es una buena decisión abandonarla y es una decisión tomada en el momento oportuno
Lo que sí creo es que son peligrosas algunas actitudes que desde dentro del Gobierno se están promoviendo e incluso incitando. Promover o incitar a la algarada callejera no es responsable.
P.: Centrándonos en su partido… ¿Debe el PP recuperar la batalla de las ideas?
R.: El PP, si algo da todos los días, es la batalla de las ideas. Un proyecto político como el nuestro, que está perfectamente asentado y que dirige ciudades, municipios y comunidades autónomas, lo hace desde la defensa de unas ideas y unos principios políticos que están muy claros.
P.: ¿Queda un día menos para que Cs quede integrado en el PP?
R.: El futuro no sé predecirlo, pero lo que sí creo es que cada día es un día más para seguir creciendo y hacer más grande el proyecto político de centro derecha que los españoles necesitan para que haya una alternativa real y posible a Sánchez en la Moncloa. Ese proyecto político lo lideran el Partido Popular y Pablo Casado. Un proyecto político que está al servicio de los españoles y abierto a que cada día más españoles que han votado otras opciones políticas busquen sumarse a un proyecto que quiere crecer.
P.: Si no es una fusión, ¿el PP se plantea recuperar la idea de España Suma?
R.: No estamos ahora en momentos preelectorales, sino que estamos en un momento que es el del proyecto político. Las plataformas son instrumentos. El proyecto político se tiene que hacer crecer desde la propuesta, desde la apertura del proyecto y desde la incorporación de más talento al proyecto del PP. Ese es el camino, luego ya los instrumentos en los cuales se concurren a unas elecciones tienen que tener otros tiempos.
La corrupción acorrala a Podemos y Sánchez no debería de estar ni un minuto más gobernando con un partido al que le acorrala la corrupción
P.: ¿Temen que Vox pueda repetir sorpasso en las próximas elecciones?
R.: No tememos el sorpasso. El PP es mucho PP. El Partido Popular tiene una estructura, una presencia en el territorio, una historia y tiene un capital político que garantiza que este proyecto va a seguir creciendo.
P.: Hablaba usted de historia, y un símbolo histórico de su partido es la sede de Génova, ¿cree que es acertado abandonarla?
R.: La sede del partido no es un símbolo, es un inmueble. Creo que es una buena decisión y una decisión tomada en el momento oportuno.
P.: ¿No tiene la sensación de que su partido está siempre en el punto de mira haga lo que haga? Si vende la sede es porque reconoce la corrupción, si no la vende, parece que sigue atado al pasado…
R.: Es cierto que a nosotros se nos cuestiona todo, pero eso ocurre porque el Partido Popular es el principal partido de la oposición y, sobre todo, porque es la alternativa al PSOE y, por tanto, al Gobierno de Sánchez. Cuanto más cerca estemos de lograr ese objetivo, más duro será el ataque.
P.: ¿La vara de medir con ustedes cuando dicen que no hablarán más de Bárcenas será igual que la que se le ha pedido a Pedro Sánchez cuando se ha negado a hablar de los ERE?
R.: La vara con la que se mide al PP suele ser bastante distinta, pero nosotros tenemos una responsabilidad que es mucho mayor y que no debe llevarnos a perder el tiempo en estar pendientes de lo que se diga de nosotros. Hay que trabajar por y para los españoles. En este momento, hay seis millones de españoles que quieren trabajar y no pueden y todavía se está luchando contra una pandemia. El objetivo tiene que ser plantear políticas para levantar España y en eso es en lo que tenemos que estar centrados. Minuto que pierdes en hablar de ti mismo y en quejarte es minuto que no aprovechas en plantear propuestas y servir a los ciudadanos. España lo que necesita son políticos que estén pensando única y exclusivamente en los españoles y en buscar caminos para la recuperación del empleo, para apoyar a los autónomos, a la hostelería, y dar soluciones a todas esas familias que no pueden llegar a fin de mes.
P.: Por último, Podemos vuelve a estar ‘en la picota’ por su financiación y el caso Neurona… ¿Qué opinión le merece?
R.: La corrupción acorrala a Podemos y Sánchez no debería estar ni un minuto más gobernando con un partido al que le acorrala la corrupción.
«Necesariamente se tiene que monetizar de una vez el tráfico de lectores en las webs», reconoce el periodista en el pódcast «Y, ahora, ¿qué?»
El coordinador general del Hospital Isabel Zendal lamenta que «la crítica no ha ido dirigida al concepto real, que es tener un hospital en un momento de pandemia, sino que se hace buscando el deterioro político de las personas que han decidido ponerlo en marcha».