María Saavedra | 01 de abril de 2021
La celebración del V Centenario de la primera vuelta al mundo no abre viejas heridas, ya cerradas por la historia. Prima el deseo de recuperar un origen común y de mirar juntos hacia el futuro.
Hace ahora 500 años, tres naves deterioradas y con una tripulación exhausta navegaban por el océano Pacífico. Al frente de la expedición, Hernando de Magallanes, capitán general de una expedición al servicio del rey de España, Carlos I.
Las naves habían partido de Sanlúcar de Barrameda hacía ya demasiado tiempo, un 20 de agosto de 1519. El 21 de octubre de 1520, encontraron el paso que recibiría el nombre de estrecho de Magallanes. Tras una dura travesía entre rocas, farallones y corrientes, las tres naves habían dejado atrás el estrecho, saliendo a esas aguas que Núñez de Balboa había llamado mar del Sur. Era el 28 de noviembre de 1520, y el mar del Sur pasaría a llamarse océano Pacífico.
Desde lo que hoy es el extremo sur de Chile navegaron en dirección norte-noroeste. El entusiasmo provocado por el encuentro del paso fue desapareciendo al ver que transcurrían días, semanas y meses sin llegar a la Especiería ni a tierra alguna. El escorbuto comenzó a diezmar a la tripulación. Horrorizados, los tripulantes veían cómo la enfermedad, que no sabía de cargos u oficios, se ensañaba con sus compañeros. Fiebre, hinchazón de las encías que les impedía comer, fuertes dolores… y la muerte. Unido, además, a la falta de agua y víveres, que los llevaba hasta pagar medio ducado por una rata para llenar el estómago.
El 6 de marzo, la expedición alcanzaba por fin tierra habitada, islas que componían el hoy llamado archipiélago de las Marianas. Quizá pocos saben que deben este nombre a Mariana de Austria, segunda esposa de Felipe IV. La primera de ellas, la isla de Guam.
El encuentro con los isleños fue desconcertante. Se acercaban a las naos españolas en pequeñas embarcaciones de vela. Parecían saludar alegremente a sus visitantes y, con una rapidez que desconcertó a los españoles, se llevaron todo lo que les llamaba la atención de los barcos: cuerdas, clavos… y hasta el esquife, el bote que llevaba la nao capitana.
Magallanes, a pesar de la expresa prohibición de Carlos I de enfrenarse con nativos salvo que fuera imprescindible en legítima defensa, ordenó desembarcar a un grupo que quemó cerca de cuarenta casas de un poblado, y mató a siete habitantes de las que entonces recibieron el nombre de islas de los Ladrones.
Desde las islas Marianas, ya abastecidos, continuaron navegando hasta llegar al archipiélago de San Lázaro, hoy las islas Filipinas, donde fueron bautizados varios reyes, y donde encontró la muerte Magallanes al inmiscuirse en una pelea entre pueblos rivales.
A partir de aquí, emerge con fuerza en la historia Juan Sebastián de Elcano, el navegante de Guetaria que condujo la expedición hasta las Molucas y culminó el viaje dando por primera vez la vuelta al mundo.
En estos momentos, el buque escuela de la Armada española, el Juan Sebastián de Elcano, en su 93º crucero de instrucción que tiene como objetivo completar la vuelta al mundo, se encuentra navegando por aquellos mares. La acogida dispensada en Guam a la delegación española ha sido toda una muestra de la proverbial hospitalidad que caracteriza a los isleños.
Que la presencia en la isla de Guam del buque Juan Sebastián Elcano sea una muestra viva y vibrante de nuestro aprecio por esa tierra extraordinaria que España tiene presenteMensaje de Felipe VI a Guam
Y es que no podemos olvidar que tanto la isla de Guam como el archipiélago filipino fueron parte de la Monarquía Hispánica hasta 1898, fecha en que pasaron a ser territorios estadounidenses. Son muchas las manifestaciones del legado dejado por España en las construcciones, en la lengua, la religión… A día de hoy, la isla de Guam sigue siendo territorio no incorporado de Estados Unidos, pero conserva el encanto de la población nativa que por cuatro siglos fue española, y mantiene el legado de la religión católica, practicada pro más del 90% de su población
La celebración el V Centenario no abre viejas heridas, ya cerradas por la historia. En los numerosos encuentros celebrados en las islas, ha primado el deseo de recuperar un origen común y, sobre todo, de mirar juntos hacia el futuro.
El rey de España, Felipe VI, fue invitado por la gobernadora de Guam a visitar la isla en la conmemoración del V Centenario. La situación de la pandemia hizo imposible ese desplazamiento, pero las palabras del rey han quedado para el recuerdo de estos días como legado de amistad y encuentro:
«Queremos hacerle llegar nuestro respeto, nuestra cercanía y nuestra esperanza de que la presencia en la isla de Guam del buque Juan Sebastián Elcano sea una muestra viva y vibrante de nuestro aprecio por esa tierra extraordinaria que España tiene presente, así como de los valores de unión, solidaridad y afecto que comparten nuestros pueblos».
Las autoridades y el pueblo de Guam han sabido recibir al representante del rey de España, almirante Santiago Barber, expresando todo el cariño y la generosidad de aquella tierra. Nuestro embajador en la mar, el Juan Sebastián Elcano, mientras tanto, sigue surcando el océano Pacífico.
La Europa actual recuerda a Elcano como un depredador hispano en busca de más recursos que explotar.
Con motivo del V centenario de la Vuelta al Mundo, la Armada y la Universidad CEU San Pablo han creado la Cátedra Internacional CEU-Elcano.