Chema Rubio | 02 de mayo de 2021
Los bancos y las intermediarias conceden créditos con documentos que no validan y con firmas digitales por un simple SMS. Dos casos reales que demuestran la ineficacia de las leyes y indigencia moral de las empresas que buscan el lucro a toda costa.
Hecha la ley, hecha la trampa. El problema llega cuando los que hacen las trampas son entidades que conforman el tejido económico de un país. Retuercen a su antojo los puntos para que su negocio no corra peligro. El comercio electrónico sigue su marcha imparable en España. La pandemia lo ha impulsado con casi un 30% más de ventas en 2020. La electrónica es el sector que más vende y en el que más interés tienen los bancos y las empresas de préstamos.
La ley 59/2003 se refiere al uso de la firma electrónica y la ley 6/2020 regula los servicios electrónicos de confianza. Desde principios de 2021 las entidades bancarias han tenido que reforzar la verificación de los pagos mediante dos canales. El agujero económico por las estafas empezaba a ser considerable y las aseguradoras no podían hacer frente a tanto delito.
Quien comete el delito obtiene todos los productos que deseé y la persona a la que suplantan la identidad carga con tantas deudas como delitos se cometan en su nombre además de entrar en todos los registros de morosidad
La forma de cometer un delito en internet es muy sencilla: con tener un DNI y un teléfono móvil es suficiente. Es más, con ese mismo documento y número de teléfono se puede estafar a diferentes comercios y conseguir líneas de crédito. Quien comete el delito obtiene todos los productos que deseé y la persona a la que suplantan la identidad carga con tantas deudas como delitos se cometan en su nombre además de entrar en todos los registros de morosidad.
Andrés quería vender su coche. Puso un anuncio en Wallapop y un comprador contactó con él. Del chat de la app pasaron a comunicarse por WhatsApp. El comprador tenía prisa por tener el vehículo y le pidió a Andrés una copia del DNI y un número de cuenta para señalizar la compra. Error fatal. El vendedor facilitó los datos y el comprador, pasados unos días, le comentó que no podía seguir adelante y se disculpó. En ese momento comenzó una espiral delictiva del estafador que, con el DNI y el número de cuenta, decidió darse la buena vida.
La Caixa es la entidad que concede la tarjeta de crédito de MediaMarkt. No hace falta ir físicamente a una oficina ni a un centro comercial. Basta con comprar un par de móviles por la web y en el método de pago aclarar que quieres una tarjeta de crédito de MediaMarkt porque ya eres cliente de La Caixa. La avaricia les vicia y la posibilidad de que una persona tenga un crédito de tres o cuatro mil euros con sus correspondientes intereses es un gran negocio. La imagen del DNI de Andrés y ese número de cuenta pusieron en marcha la estafa. La Caixa y MediaMarkt verificaron la identidad con un SMS que no se correspondía con el que tenía la entidad en sus archivos. Pero… ¿qué más da? Una venta, un crédito, intereses… negocio. Viajes, gasolina, hoteles y comidas en restaurantes hasta los 3.000 euros.
El defraudador tuvo a bien aplazar la forma de pago en cantidades de 30 euros mensuales para que el defraudado no lo notase los primeros meses. Cuando Andrés descubrió el pastel llevaba tres cargos en su cuenta corriente. La atención al cliente de La Caixa y de MediaMarkt no fueron capaces de empatizar mínimamente con un cliente, aunque ese cliente estafado tenga una nómina, dos tarjetas, seguros y una hipoteca con su marca. Si no hay denuncia, hay deuda y si hay deuda los ficheros de morosos van a escribir el nombre de Andrés con letras de oro para que todo el mundo se entere de que USTED NO PAGA.
La Caixa y MediaMarkt verificaron la identidad con un SMS que no se correspondía con el que tenía la entidad en sus archivos. Pero… ¿qué más da?
Al final, una denuncia en la comisaría de Policía es lo único que entienden los bancos y los centros comerciales para ponerse de parte de la víctima. Andrés tuvo que devolver los recibos para disponer del dinero porque La Caixa se negó a hacerlo. Es más, la tarjeta de MediaMarkt sigue a su nombre a pesar de haber pedido reiteradamente que se la retiren.
El caso de Jesús es parecido. Él solo envió el DNI por mail y alguien interceptó el correo. Son riesgos que se corren cuando se utilizan gestores gratuitos. Todo está expuesto. Con ese DNI el ladrón compró en la web PC Componentes dos cámaras de fotos y dos móviles por valor de 2.300 euros. El pago se hizo mediante la financiera Aplazame que no dudó en conceder el crédito con ese DNI y la firma electrónica que se realizó con un SMS a un número que, según la Policía, podría ser un prepago o un número aleatorio sin dueño. Una vez “firmados” los documentos solo quedaba recoger la mercancía. La Policía también cree que, aunque la dirección esté alterada respecto a la del DNI, el timador podría llamar al repartidor y recoger el paquete en la calle con cualquier excusa.
Con el paso de los meses Jesús recibió las insistentes llamadas de Tradinforme, un bufete de abogados especializado en la recuperación de deudas. El cobrador del Frac del siglo XXI se dedica a llamar a los deudores para ponerles una locución dramática donde les comunican que tienen una deuda y son unos morosos. Jesús llamó y descubrió la buena vida que se estaban dando a su costa. Comisaría, Policía y denuncia. El mismo camino que Andrés para anular la deuda. Otro tema será sacar su nombre de los registros de impagos.
En países latinoamericanos este tipo de delitos ha obligado a realizar cambios importantes a los bancos. Las nuevas leyes obligan a las entidades a asumir las coberturas de sus seguros de fraude. Muchas empresas están dando de baja esas pólizas porque no quieren correr con el coste de las posibles infracciones. Lo ponen en conocimiento del cliente para que se busque la vida y sepa a lo que se expone. En Europa se ha regulado pero, como hemos visto, con muy poco éxito.
Y así se cuenta la historia de las concesiones de créditos online en España. La Caixa, MediaMarkt, Pc Componentes, Aplazame… son colaboradores necesarios por su interesada dejadez. El lucro, el interés, la codicia, el abuso… tienen nombre propio. Las leyes son para los jueces a los que algún día les llegue un expediente cercano a la prescripción y del que tengan que tomar parte. Mientras, internet seguirá siendo un lugar inseguro.
La presentación fue una obra de arte escénica en su futurista cuartel general de Cupertino. Por fin llegaron los AirTag, el iPad con M1, los iMac de colores y otra vuelta de turca al AppleTV.
Escribir para personas es mucho más rentable que escribir para Google. La diferencia está en lo que se cuenta y en cómo se cuenta. Nadie quiere jugar a la máquina tragaperras del SEO.