Javier Morillas | 05 de julio de 2021
El Banco de España ha analizado las consecuencias de la campanuda subida del SMI decretada por Pedro Sánchez en 2020: son heterogéneas por colectivos y sectores.
Una mayoría de países no tiene el llamado salario mínimo interprofesional. Tampoco Suecia, Dinamarca, Austria, Finlandia, Italia, Chipre… Y -solo tras superar la crisis financiera pasada- recientemente se restableció en Alemania, aunque de cuantía menor como Holanda. En otros países europeos, como Reino Unido o Hungría, lo tienen establecido pero solo para mayores de 25 años; y en otros no rige para empresas de hasta 10 trabajadores.
Es un salario arbitrario, en la medida en que lo dictado aleatoriamente por ciertos Gobiernos no guarda relación con la evolución de la economía real del país, ni con la productividad de sus empresas, el PIB por habitante del país o la eficiencia de su aparato productivo. Sin embargo, es rápidamente decretable, y por ello mismo vistoso y sin impacto fiscal inmediato del que gustan Gobiernos populistas. Así se explica nuestro alto volumen de paro, principalmente juvenil.
El prestigioso Servicio de Estudios del Banco de España ha analizado por primera vez, con datos cerrados de empleo de 2018 y 2019, las consecuencias de la campanuda subida del 22% del SMI decretada por el presidente Pedro Sánchez en 2020. Y hay que decir que es heterogénea por colectivos y sectores. Pero algunas cosas han vuelto a quedar claras en cuanto a ¿qué supuestamente beneficiados tienen más posibilidades de perder su empleo tras subir el SMI?
Y en España son: el 22,9% de los trabajadores más jóvenes, 16-24 años, y el 13% entre 25-32: o sea, afecta al 35,9% de entre 16-32 años. Al 17% de quienes tienen contratos temporales. Al 33,8% de empresas de hasta 5 trabajadores y al 10,9% de hasta 10: o sea, al 44,7% de microempresas. Al 59,2% de trabajadores agrícolas, inmigrantes y personas de grupos de cotización 3 a 11, de menor cualificación o estudios bajos. Así se explica la pérdida de entre 100.000 y hasta 180.000 empleos según el Banco de España. ¿Nuevas subidas?
Elevar el nivel de educación en habilidades tecnológicas es la asignatura pendiente, pues los jóvenes más penalizados son los que tienen menor cualificación.
El Banco de España reconoce que la subida del salario mínimo interprofesional ocasionó una destrucción de entre 90.000 y 170.000 puestos de trabajo. Por increíble que parezca, la izquierda española sigue sin entender que la retribución no se puede decretar por ley.