crubio | 02 de marzo de 2018
No traten de entenderlo. Nadie sabe cómo el Mobile World Congress (MWC), que se lleva celebrando 12 años en Barcelona y quién sabe si lo seguirá haciendo hasta 2023, ha podido caer en manos de la política de una forma tan grosera. En los últimos años, las luchas eran más limpias. Cristina Cifuentes, como presidenta de la Comunidad de Madrid, lanzó el órdago de intentar llevar a la capital el evento. Quizá Cifuentes ató cabos antes que el que escribe y ya barruntó que el populismo letal de Ada Colau y sus camaradas iba a acabar con una feria impregnada de ese capitalismo que tanto repudian.
El Rey Felipe VI, a Colau: "Estoy para defender la Constitución y el Estatut" https://t.co/iLh7JdDxVX
— Onda Cero (@OndaCero_es) February 26, 2018
Politizado ARCO, tocaba politizar el Mobile World Congress. El drama independentista que sufre Cataluña tenía que usar una feria tecnológica como bocina para seguir aflojando su matraca. Les da igual. Cualquier cosa les viene bien. El desplante de la alcaldesa de la ciudad que acoge la cita mundial de la tecnología al Rey de todos los españoles -incluida ella- hizo que los organizadores torcieran el gesto. Multinacionales como Sony, Huawei, Samsung, Facebook, Amazon, Movistar o Vodafone se han servido del MWC para presentar algunas de sus novedades y las rencillas políticas no les benefician.
Tampoco traten de entender cómo este año, precisamente este año, el Mobile World Congress no ha contado con grandes intervenciones. Es posible que la tecnología no dé para tanto y que escuchar otra vez a Mark Zuckerberg, de Facebook, o a Eric Schmidt, de Google, o a Reed Hastings, de Netflix, no aporte nada nuevo. Pero resulta que ningún piloto de Fórmula 1 como Lewis Hamilton o ningún actor como Robert Redford han amenizado la feria. Alguien se ha cansado de que lo que empezó como un lugar donde se mostraba el futuro tecnológico al mundo esté mutando en una moneda de cambio para ajustar cuentas políticas.
Y llega el momento de asomarse a la ventana del futuro. De saber a qué se hará adicto el mundo. En manos de qué avances nos pondremos en unos años. Siempre que llega un MWC recuerdo aquel en el que el 3D iba a revolucionar el planeta. Unas gafas azules y rojas para ver cómo los actores se comían tu cena en tu salón. Miles de euros en televisores, reproductores de DVD y gafas para ver, una y otra vez, Avatar. Aquello se fue al cubo de las miserias tecnológicas, pero -seamos justos- fue el embrión de algo que sí resulta útil y se nos va a colar en casa: la realidad virtual.
Samsung ha soportado todo el peso del MWC 2018. El gigante surcoreano ha puesto de largo el modelo Galaxy S9 y S9+. La inercia es el único motivo para seguir presentando terminales año tras año. El verdadero vuelco en el fondo y forma de sus modelos se produce cada dos o tres años, pero es impensable soportar en el mercado el mismo terminal tanto tiempo mientras Apple sigue a paso firme año tras año. Es curioso, Apple no participa en ferias, tampoco paga por lucir sus productos en películas, pero dirige el mercado y no hay film en el que falte una manzana mordida como atrezo de lujo. Poco más que contar del S9. Nuevos colores, un procesador más potente, la cámara y algo más de pantalla. De algo hay que vivir.
Ready to battle for the best #MiRobotBuilder title in #MWC2018? #XiaomiBCN pic.twitter.com/IeHZdZjgdm
— Mi (@xiaomi) February 27, 2018
Xiaomi es la marca china que ha desembarcado en España con muchos problemas por sus patentes. Las cosas chinas no son malas, pero no son originales. Ya pasaba con el «Todo a 100» hace años y sigue pasando ahora. Pero España se protege y cuida de las licencias que pagan a precio de oro empresas y particulares. Axon M es el móvil con una pantalla doble que sale en las noticias. Aviso a navegantes. Tema de conversación en comidas familiares los domingo y poco más.
Huawei es el otro sustento del Mobile World Congress. Otra marca china con algo más de calidad que Xiaomi y, si me apuran, hasta más original. La empresa ha entrado fuerte en España firmando convenios con La Liga y con el Atlético de Madrid, entre otros. Pero algo se ha olido de la feria de Barcelona y ha decidido que su buque insignia de gama alta para los próximos años, el P20, sea presentado en París el próximo 27 de marzo. Sin competencia que le haga sombra y buscando más espacio y más tiempo en los medios.
Made to bring you the most immersive entertainment experiences yet. #XperiaXZ2 #MWC2018 https://t.co/iCeLahvQNg pic.twitter.com/Dagx7Eq0LC
— Sony (@Sony) February 26, 2018
Sony también aporta novedades en el Mobile World Congress 2018. Otra marca que enloqueció fabricando móviles para todos los segmentos y que provocaba confusión en el comprador, que no sabía muy bien qué modelo adquiría ni para qué servía. Ahora se ha centrado en la gama alta con el Xperia XZ2 y XZ2 compac, con más pantalla, mejor batería y 4K. El gigante japonés apuesta por hacer menos móviles y centrarse en nichos de mercado donde ya ha logrado hacerse un hueco. Nunca es tarde.
La taiwanesa LG tampoco muestra la joya de su corona. Es verdad que ya tiene un supermóvil en el mercado, el V30, pero se suma a la moda de asfixiar al consumidor presentando el V30s -otra vez la S, tan original- con inteligencia artificial y comandos por voz. Su próximo lanzamiento, el LG G6, esperará a la primavera.
Así como la gota se adapta a su camino, el #LGV30 lo ha hecho a tus exigencias. Explora su calidad Premium y #PresumeDeMóvil. pic.twitter.com/09IRCziVgl
— LG España (@LG_ES) February 23, 2018
Antes de meternos con el tema de la inteligencia artificial, en el Mobile World Congress hay que hacer mención de honor para Nokia. Andrés Pajares y Fernando Esteso no lo hubieran hecho mejor. Dos tipos que lo fueron todo en el cine castizo y que ahora se encallan por platós contando miserias y reinventándose en sketches de medio pelo. Esa es la realidad de Nokia. Un gigante que lo fue todo. Que nos enseñó el camino de utilizar un móvil, que nos conquistó con su pantalla verde que luego pasó a tonos azules, mientras la serpiente nos entretenía en el metro.
La empresa finlandesa ha vendido en el último año más de 70 millones de teléfonos móviles, sigue siendo líder en telefonía móvil no inteligente. Repito, no inteligente. Para lo que sí han sido listos es para hacer negocio con ‘Nokia’, no la ciudad finlandesa, sino la legendaria marca de móviles. Primero anunciaron que nunca más volverían a hacer teléfonos, luego anunciaron una alianza con Microsoft, más tarde sufrieron una demanda colectiva por el poco éxito del sistema operativo Windows Phone, que llevó a Moody’s a calificar su cotización de crédito como bono basura y luego… luego llegó la nostalgia.
El Nokia 8110 de toda la vida vuelve. Simplificado al máximo, sin WhatsApp ni redes sociales y con una especie de tienda donde comprar unas aplicaciones improductivas que nadie usa. La broma cuesta unos 79 euros. Si el consumidor quiere confiar en esta marca, tiene que saber que hay otros nuevos modelos un poco más útiles: Nokia 1, Nokia 6 y Nokia 7. Y, si de algo vivirá la empresa en el futuro, es del Nokia 8 Sirocco. Un móvil pequeño, pero de gama alta, algo que no existía en el mercado. Buena pantalla, buena memoria, mejor cámara y Android One como sistema operativo, limpio y sin interferencias del fabricante.
?Revolucionamos la forma de ver TV ?
— Telefónica (@Telefonica) February 26, 2018
El usuario podrá, mediante unas gafas de realidad virtual, visualizar en un salón 3D su @MovistarPlus y compartir la experiencia con otros usuarios presentes en forma de avatar.
?? https://t.co/aHrNjtsGhZ#TelefonicaMWC #MWC18 pic.twitter.com/iSehugNxyK
Nos queda hablar de la inteligencia artificial (IA), que cada vez es menos artificial y más real. Movistar ha presentado Aura y Movistar Home. Dos novedades que pretenden que el usuario tenga a mano soluciones rápidas; lo que en su día fueron las Páginas Amarillas, luego el 1004, ahora se llama Aura. Movistar Home es más interesante. Se podrá controlar la conectividad del router, realizar videollamadas y proyectarlas en una segunda pantalla, o manejar el televisor por voz. Si funciona como dicen, será un cambio importante. Si funciona. Vodafone no se queda atrás y ya ha anunciado acuerdo con Samsung para hacer lo mismo.
Y hablando de IA, hemos visto todo tipo de robots y asistentes virtuales de los que sigo siendo escéptico, aunque poco a poco veo la luz venidera. El director de la empresa española de innovación tecnológica ForceManager, Óscar Macià, tiene claro que los robots no van a sustituir a los humanos. Y, como colofón, sus palabras en el MWC de Barcelona. Una reflexión sencilla pero interesante en favor de los asistentes virtuales: «Vivimos en una sociedad con tanta información que es imposible de procesar”. Aunque una cosa es procesar, otra entender y otra aplicar el sentido común. Que se lo digan a Colau y a sus secuaces.