José María Legorburu | 23 de julio de 2018
Algún lector no avisado podría pensar que el título de este artículo hace referencia a las interferencias que, periódicamente, llaman –poco– la atención de los astrofísicos y –mucho– de los aficionados a la ciencia ficción; estos últimos, siempre atentos a cualquier indicio de vida extraterrestre. No. En este caso, se trata de las ondas generadas por una supuesta sonda Voyager 3 (VOYAG3R), que da título a un proyecto sonoro que hemos podido escuchar en directo este pasado fin de semana en COPE en un formato de dos programas de 55 minutos, pero que, a partir de ahora, también puede ser oído “a la carta” fragmentado en una serie de cuatro episodios de podcast. Se trata de una producción transmedia que cuenta con un módulo propio en cope.es –Extra-VOYAG3R– con contenidos adicionales de texto, audio y vídeo (incluidos un radiotrailer y un making of).
¿Cuánto tiempo separan a Houston de ILO?… Pues 55’ o dos episodios de #Voyag3rCOPE . Venga ponte los ? e inicia sesión en la sonda radiofónica que hemos construido @Javier__Sierra y mi versión 3.0 ?????? https://t.co/UzkaC5OULp
— Isabel Lobo (@Twisalobo) July 22, 2018
Y accede en @cope_es al contenido EXTRA? pic.twitter.com/IqknzN2RlZ
Ficción y realidad a partes iguales, VOYAG3R se centra en la aventura espacial. Evidentemente, no en todas las peripecias, pero sí una parte significativa de ellas; en concreto, desde el 15 de agosto de 1977, momento en el que los observatorios registraron una inquietante señal sonora denominada Wow!, nunca más repetida. Ocurrió justo en el mismo año en que la NASA lanzó las sondas Voyager 1 y 2 para explorar el espacio profundo.
Desde el comienzo, este proyecto llama poderosamente la atención por la agilidad narrativa de su guion, además de por la inigualable voz de Primitivo Rojas y una cuidadísima realización de Germán Palacios, que despiertan la imaginación del oyente, o mejor dicho, la estimulan. Ojo, porque en la narración también participan Goyo González y Eva Revenga y hasta las voces corporativas “se han puesto el traje espacial”.
Saber escuchar a la audiencia . El oyente también forma parte de la radio en España
A partir de ahí, creada una atmósfera y una identidad sonora propias, surge el relato al alimón de un personaje real, el novelista Javier Sierra, y de uno de ficción, la inteligencia artificial ILO, que va aprendiendo minuto a minuto (nada que ver con HAL 9000); que repasa cuatro décadas de historia de la conquista del espacio hibridando géneros, con anécdotas, coqueteos con la literatura fantástica y entrevistas con algunos de los auténticos protagonistas del pasado… Y del futuro.
Entre ellos, Luis Ruiz de Gopegui, que fue responsable de las actividades de la NASA en España y de las instalaciones de Fresnedillas de la Oliva, y Carlos González, antiguo jefe de Operaciones de la estación de Robledo de Chavela. Uno y otro participaron tanto en las misiones Apolo como en las de los transbordadores espaciales y las sondas robotizadas. También la astronauta en formación Alyssa Carson, que con tan solo 17 años ha sido seleccionada para formar parte de la primera expedición tripulada a Marte, prevista para 2033.
Además de la cadenciosa y siempre interesante conversación de Javier Sierra, detrás de VOYAG3R –y de la voz de ILO– está Isabel Lobo (I-LO). ¡Menudo tándem! Sierra, premio Planeta 2017, es de sobra conocido y Lobo, a pesar de su juventud, siempre propone diseños sonoros “originales, muy potentes y en la onda de la nueva era radiofónica”. Tras hacer sus primeros pinitos en Noticias Mediodía de Onda Cero, comenzó en COPE en 2013, tras graduarse en Periodismo en la Universidad CEU San Pablo y cursar el Máster en Radio que imparten este centro y la propia COPE. En estos meses de verano está a cargo de la presentación de los fines de semana y durante toda la temporada ha brillado con su sección «#EnredadosCOPE» en el programa de Carlos Herrera.
Pero si por algo destaca Isabel Lobo es porque siempre aporta contenidos novedosos, como es el caso de este nuevo proyecto que apuesta, según comenta, por las “orejas más exigentes, correspondiendo con calidad a quien escucha, despertando sus emociones, generándole interés y haciendo que la experiencia le merezca la pena; en definitiva, apostando por el futuro de la radio, un futuro que está ocurriendo ahora”. Se trata de una filosofía que ya se pudo apreciar durante las dos temporadas que copresentó La Noche o en los especiales fin de año.
La religión en las ondas . Una programación necesaria e imprescindible en la radio española
Una tarea, la de innovar, en la que, bajo la atenta mirada de Javier Visiers y Montserrat Lluis, parece empeñada definitivamente COPE que, recientemente, subía a la web y a las redes sociales otra experiencia transmedia, en este caso de ficción y con una primera temporada de 8 episodios. Se trata de Sin mi identidad, a cargo del subdirector de Programación, Andoni Orrantia. En este caso, a diferencia de VOYAG3R, prima el digital first, porque mientras que las entregas de esta serie de podcast ya van estando disponibles online, no saldrán al aire hasta el mes que viene.
Qué mejor momento que el verano, en el descanso de los grandes magacines y de sus comunicadores, para experimentar en las programaciones con los contenidos y los nuevos talentos. Antaño, esta época del año fue un auténtico banco de pruebas para unos y para otros, si bien más recientemente se había venido transmutando en dos meses cuajados de “rellenos”, eufemísticamente denominados como “contenidos más frescos y ligeros”, supuestamente más apropiados para las vacaciones. Hay que desandar lo andado. ¡Viva la experimentación!
VOYAG3R o Sin mi identidad, como otras recientes iniciativas de las plataformas Podium o Cuonda, representan la radio pensada y demuestran que sí que se puede innovar en la radio, como hicieran Ramón Gómez de la Serna en Unión Radio Madrid en los años 30 del siglo XX o, durante cuatro décadas (40-70), Antonio G. Calderón en la Cadena SER. El secreto sigue siendo el mismo: buscar más allá de las estrellas que nos deslumbran y recoger las ondas que surgen en el espacio profundo.