José María Legorburu | 31 de julio de 2018
50º ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE ÁNGEL HERRERA ORIA | El primer presidente de la ACdP desarrolló una intensa actividad en favor de la dignificación del periodismo, una de sus pasiones. La importancia de la radio no le pasó inadvertida.
La figura de Ángel Herrera Oria, de cuyo fallecimiento se cumplen en estas fechas 50 años, está ligada, fundamentalmente, a su destacada labor de apostolado y como periodista, en su etapa de seglar, y a sus relevantes actuaciones en el ámbito de la acción social, en la segunda mitad de su vida, en la que fue sacerdote, obispo de Málaga y cardenal.
Sin duda, el periodismo, al que llegó de forma accidental en 1911, pues era abogado del Estado, fue una de sus pasiones. Director del diario El Debate, que alcanzó un gran prestigio en las décadas de los años 10, 20 y 30 del siglo pasado, fue promotor también de la Editorial Católica (EDICA), que agrupó a un buen número de medios de comunicación, como los diarios Ya (vespertino de Madrid), Hoy de Extremadura, La Verdad de Murcia, Ideal de Granada y El Ideal Gallego o la agencia de noticias Logos. También creó en 1926 la primera Escuela de Periodismo de España, la del diario El Debate, que, más tarde, tendría su continuidad en la Escuela de Periodismo de la Iglesia.
Pero, atento al sino de los tiempos, a Herrera Oria no le pasó desapercibida la importancia de la radio, sobre todo en la primera mitad del siglo XX, hasta la llegada de la televisión. Con su visto bueno, periodistas de El Debate colaboraron a mediados de los años 20 con Unión Radio Madrid en la elaboración de un noticiario en la franja de tarde, que se volvía a emitir cada noche a las nueve y media y al cierre de la emisión, como relata el profesor Armad Balsebre en su Historia de la radio en España. Hasta la puesta en antena del diario hablado La Palabra, los espacios informativos de esta emisora fueron confeccionados por redactores de El Debate y la agencia Febus.
En la acción política, más cerca de la Guerra Civil, Herrera Oria y sus colaboradores en la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) se apoyaron en la Unión Radio para difundir los actos electorales de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por el socio José María Gil Robles. Era habitual que se retransmitieran mítines y discursos de los principales representantes de esta formación política, según afirma Joaquín Arrarás en su Historia de la II República Española. Curiosamente, el propio Arrarás, corresponsal en la Ciudad Condal del diario El Debate, fue el director en 1926 de uno de los primeros programas dirigidos a la mujer de la radio española, Charlas Femeninas, emitido por Unión Radio Barcelona.
Volviendo a nuestro protagonista y a su relación con la radio, la etapa más intensa fue la de su episcopado en la diócesis de Málaga. Sus homilías dominicales en la catedral eran retransmitidas por la emisora de Radio Nacional de España en esta ciudad, con una audiencia fuera de lo común, pues no era fácil acceder al templo, que se abarrotaba para escucharlo. De hecho, el obispo denominaba «Servicio de Radio» a la megafonía de la propia catedral. Se pueden encontrar alocuciones y entrevistas también en otras emisoras, como la Cadena SER, Radio Vaticana e incluso La Voz de América. Igualmente, también puso las bases para la constitución de Radio Popular de Málaga (Cadena COPE).
Además, adelantándose a las exitosas iniciativas del jesuita Manuel Villén, promotor de Radio ECCA (Emisora Cultural Canaria), para emplear la radio en tareas educativas, monseñor Herrera Oria buscó el apoyo del por entonces director general de Radiodifusión, Jesús Suevos, para poner en marcha una emisora cultural en la provincia de Málaga. Así consta en su archivo personal. Viendo frustrados estos intentos, al menos sí consiguió arrancar el proyecto de una emisora de radio que permitiera estar comunicadas a las maestras de las 272 escuelas-capilla rurales con las que contribuyó significativamente a erradicar el analfabetismo del campo malagueño. Se puede encontrar una referencia expresa a esta iniciativa en la obra de Carmen Fuentes El magisterio social de Ángel Herrera Oria como obispo de Málaga.
En esta misma línea, don Ángel realizó intentos para radicar una Escuela de Radiodifusión en la Escuela de Periodismo de la Iglesia, apoyado por el presidente de la ACdP y exministro Alberto Martín-Artajo. El proyecto pasó por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social y, aunque despertó cierto interés, según se puede apreciar leyendo la correspondencia de Herrera Oria con el arzobispo de Zaragoza, Pedro Cantero Cuadrado (que fue estrecho colaborador suyo en el diario El Debate y primer consiliario nacional de la ACdP), finalmente, tampoco pudo ver la luz.
Resulta evidente que su influencia y sus gestiones algo tuvieron que ver con los primeros pasos para la constitución de la Cadena COPE en la primera mitad de los años 60, a partir de las emisoras de Radio Popular y tras sortear los numerosos obstáculos que interpusieron las autoridades del régimen. Unas dificultades salvadas a partir de la interpretación rigurosa del Concordato de la Santa Sede, que había sido negociado por el ministro Martín-Artajo y el embajador Fernando María Castiella, ambos relevantes propagandistas. Tampoco fue nada fácil la fundación de Radio Popular de Madrid, emisora central de la cadena que, en un primer momento, intentó tener su poste de emisiones en el Valle de los Caídos –donde estaba radicado el Centro de Estudios Sociales fundado por Herrera Oria y que se vio obligada a buscar otros terrenos por los impedimentos del presidente del Gobierno, el almirante Carrero Blanco.
Quizá esta inquietud radiofónica, o, más probablemente y sobre todo, su denodada actividad en favor de la dignificación del periodismo y su necesario reconocimiento social sean las razones por las que el único nombre propio que figura en el Ideario de la Cadena COPE es, justamente, el de Ángel Herrera Oria.