crubio | 13 de octubre de 2018
El perfil del diputado en España en la XII Legislatura es uno de los más pobres en cuanto a formación. Los rasgos académicos de los políticos han variado mucho en los últimos años, su preparación y su experiencia han bajado y, por tanto, también su nivel cultural. Un vistazo al hemiciclo en curso nos deja datos curiosos:
Se puede destacar el perfil de los actores Toni Cantó y Félix Álvarez, ambos de Ciudadanos. En el caso del primero, no consta en la web del Congreso ningún tipo de formación. En el del cántabro Félix Álvarez (Felisuco), no aparece que sea actor sino Técnico Especialista en Informática de Gestión.
En cuanto a los rostros más conocidos de los diferentes partidos:También podemos aportar casos curiosos, ya que hablamos de una etapa de la vida política en la que la unidad de todos los españoles se plasmó también en el lugar donde quedaban representados, el Congreso de los Diputados. De ahí nombres como el de Francisco Cabral (PCE), viticultor, o Ignacio Gallego (PCE), con estudios de solfeo.
Un repaso rápido a los casi 2.500 diputados que han pasado por el Congreso en 40 años deja ver un crisol de empleos, estudios, labores, profesiones… que han aportado experiencia a la toma de decisiones, pero que nunca han sido parte de esa mayoría oficiosa de dirigentes preparados.
Una democracia por la que han pasado escritores como Rafael Alberti (PC), Antonio Labordeta (CHA) y Joaquín Fuster (PSOE). Físicos como Javier Solana (PSOE), químicos como Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) o Jaime Lissavetzky (PSOE).
El periodismo también ha tenido representación histórica, con diputados como Santiago Carillo (PCE), Antonio Fontán (UCD), hermano de Eugenio Fontán, Pilar Rahola (ERC) o Miguel Ángel Rodríguez (PP). Y campos más desconocidos para la política como la Teología. Xabier Arzalluz presumió de ser sacerdote, gracias a sus estudios de Teología en los Jesuitas.
Vivimos en la democratización de la democracia. Llegar a ser político con asiento en las Cortes es más fácil. Los elegidos a diputado en España cada vez aglutinan menos méritos. La sociedad ya no ve en su clase política a personas preparadas para dirigir el rumbo de España.
¿Y qué pasa con los sueldos? Políticos sin preparación que cobran sueldos altos en comparación con la media en España. Aunque también es cierto que ese salario es uno de los más bajos de los países de la Unión Europea. El salario del presidente del Gobierno ronda los 80.000 euros, en Alemania se acerca a los 300.000. Por debajo de España está Hungría, con apenas 68.000 euros. Conclusión: políticos sin preparación que ganan mucho más que los ciudadanos que los eligen, pero bastante menos que la clase política europea.
Y aquí está el gran problema de la política española. Nos hemos acostumbrado a una política enfangada y corrupta, alejada del ciudadano, que no se merece lo que gana ni lo que representa. Pero, ¿qué hay del buen político? Del preparado y formado, del que se acuerda de quienes lo votan en cada decisión. Del que merece un sueldo acorde con sus méritos y sus responsabilidades. De esa clase de mandatario del que España no presume desde hace tiempo. Un perfil en que se debe trabajar para que la política vuelva a ser democracia.
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