Javier Varela | 01 de abril de 2019
Gran Bretaña, Francia o Argentina recuerdan con honores a sus caídos en las diferentes guerras. En España sigue habiendo vencedores y vencidos.
En el día a día y en la batalla política que vivimos en los medios de comunicación, algunos siguen empeñados en no cerrar aquella herida y se siguen arrojando calificativos relacionados más con aquella guerra (franquistas y comunistas) que con la verdadera ideología de sus votantes. Buen parte de los que vivieron en primera persona aquella guerra ya no están entre nosotros o apuran sus últimos años de vida viendo cómo sus hijos y nietos se echan en cara las consecuencias de aquel conflicto la echan en cara. Sigue habiendo ganadores y vencidos y lo que unos celebran es considerado una herejía por los otros. En otros países sí se recuerdan sus guerras civiles o al menos las guerras en las que participaron. En España, 80 años después, somos incapaces.
Uno de los países donde más se recuerda es en Gran Bretaña. Cada 11 de noviembre, los británicos se colocan una amapola –poppy- de papel en la solapa en recuerdo y como homenaje a los fallecidos en la Primera Guerra Mundial. Además, con este gesto se recuerda también a todos los caídos en diferentes conflictos bélicos posteriores como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de las Malvinas o la Guerra del Golfo. Estas amapolas son confeccionadas por los veteranos de la guerra y vendidas por representantes de la Real Legión Británica, una organización formada por supervivientes de todas las guerras. La costumbre de relacionar las amapolas con la guerra viene de la época napoleónica, cuando un escritor vio que una zona se llenó estas flores tras haber vivido allí un conflicto bélico. Ya en la Primera Guerra Mundial, el teniente coronel John McRae, médico canadiense, escribió el poema En los campos de Flandes, en el que establecía esa misma relación con las amapolas.
Otro país en el que se recuerdan los conflictos bélicos es Francia. Y lo hacen dos días al año. El primero es el 1 de julio en la localidad de Somme, donde en un famoso foso conocido como la Grande Mine -de 30 m de profundidad y 100 m de diámetro- se arrojan cientos de amapolas en recuerdo de los caídos en las diferentes guerras en las que ha participado el país vecino. Lo dejó una mina colocada bajo las líneas alemanas, que estalló a las 7,28 h del 1 de julio de 1916, antes de la ofensiva de infantería que dio inició a la batalla del Somme. En este punto, ese mismo día y a dicha hora se realiza anualmente tan emotiva ceremonia. Además, todos los 14 de julio, se conmemora la toma de la Bastilla de 1789 y la Fiesta de la Federación, con lo que se consiguió alcanzar un consenso y unir a todos los republicanos. Ese día se celebra un desfile de las tropas por la Avenida de los Campos Elíseos de París.
En Argentina también tienen un día para recordar a los veteranos de guerra y a los caídos en la Guerra de las Malvinas. Es el 2 de abril de cada año para hacerlo coincidir con el aniversario de día de 1982 en el que las Fuerzas Armadas Argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas con el objetivo de recuperar ese territorio, arrebatado por fuerzas británicas en 1833. Ese día se llevan a cabo diferentes actos institucionales focalizados en la plaza «Héroes de Malvinas», monumento que conmemora a los soldados caídos, ubicada en la localidad de Lanús, provincia de Buenos Aires. Fue inaugurado por asociaciones de vecinos el 10 de junio de 1984, fecha de la finalización de la guerra, y cuenta con un avión F-86F de la Fuerza Aérea Argentina, un cañón representando al Ejército Argentino y un ancla de buque, donación de la Armada Argentina.
Australia tiene e Anzac Day, uno de los días nacionales más importantes del país. Se celebra todos los 25 de abril y conmemora el aniversario de la primera acción militar de los soldados de Australia y Nueva Zelanda en la Primera Guerra Mundial, que unidos a Gran Bretaña, desembarcaron en Galípoli (Turquía) en 1915. El acrónimo ANZAC representa Australian and New Zealand Army Corpsy y en la actualidad recuerda a todos los soldados caídos en diferentes conflictos bélicos. Ese día en todas las ciudades se celebran misas conmemorativas al amanecer, concretamente a las 4:38, momento en el que llegaron las tropas a Galípoli, acompañadas de ciertos rituales, como himnos, lecturas, gaitas, ofrendas florales, y disparos de rifles de fogueo. Además, ese día es el único día del año en el que es legal jugar en cualquier parte del país y se hace al ‘Two up!’, un juego de apuesta con monedas al que jugaban los soldados australianos durante la guerra y que consiste en saber si las dos monedas caerán de cara, de cruz o una de cada.
El Memorial Day en Estados Unidos es uno de los días más importantes del país. En él se honraba originalmente al personal militar que murió en la Guerra Civil (1861-1865), aunque se amplió a todos aquellos que murieron en cualquier guerra mientras servían con Estados Unidos. Desde 1971 se celebra el último lunes de mayo y durante el fin de semana anterior se suceden los actos en el conocido como Memorial Day Weekend y en diciembre de 2000 se aprobó una resolución por la que a las 15:00 todos los estadounidenses, de manera voluntaria, realizan unos minutos de silencio en recuerdo de los caídos mientras suenan toques de trompeta solemnes. Las familias acuden a los cementerios para colocar banderas en las tumbas y se celebran barbacoas en familia. En ciudades como Chicago, Nueva York y Washington D.C. se organizan grandes desfiles militares en el que la bandera estadounidense es la gran protagonista, como recuerdo a los hombres y mujeres que dieron su vida por ella.
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