Hilda García | 11 de junio de 2019
«Plastihistoria» es una exposición didáctica y creativa sobre la historia de la humanidad con la que los niños aprenderán y los adultos recordarán.
“Cualquiera que para de aprender se hace viejo, tanto si tiene 20 como 80 años. Cualquiera que sigue aprendiendo permanece joven. Esta es la grandeza de la vida”. Esta certera afirmación del empresario estadounidense Henry Ford cobra vida en Plastihistoria, una exposición itinerante que presenta de manera didáctica los grandes hitos de la historia de la humanidad.
Del 7 de junio al 10 de octubre de 2019, el Patio Andaluz del madrileño Palacio de Gaviria acoge esta muestra organizada por Arthemisia España, en colaboración con la Fundación Educa.
En Plastihistoria, cultura y entretenimiento se unen. El colorido material elegido para la composición de las figuras es la plastilina, combinada en algunos casos con piezas de metal, madera o cuerda.
Las escenas, fruto de una intensa labor de documentación, están elaboradas con extraordinaria destreza y cuidadas hasta el más mínimo detalle. Algunas de ellas exhiben ciertos anacronismos intencionados, que aportan un toque de humor e invitan a la reflexión.
La muestra se divide en pequeñas salas, donde las figuras se exponen en vitrinas con un cartel explicativo tanto en español como en inglés. La primera sección está integrada por 20 escenas de la historia de la humanidad, entre ellas el Paleolítico, el Neolítico o las civilizaciones egipcia, fenicia y persa. No podía faltar la Crucifixión de Jesús, que aparece acompañado por las tres Marías.
Especialmente trabajados están tanto el Caballo de Troya como la escenificación de un circo romano. Además, ambos esconden un curioso guiño al visitante.
La Edad Media, las Cruzadas y el descubrimiento de América también tienen su espacio. El Renacimiento está representado por Miguel Ángel esculpiendo su David y el Barroco, por una espléndida recreación de Las Meninas de Velázquez.
Goya ocupa un lugar de honor en Plastihistoria. El artista pinta su famosa Maja vestida, a la que él, con una pícara sonrisa, imagina desnuda.
La Revolución Francesa, la conquista del Oeste, las dos Guerras Mundiales y la conquista del espacio completan esta parte de la muestra. La última vitrina la ocupa una escena de la globalización, que de testimonio de la actual mezcla de etnias y culturas.
La segunda sección de Plastihistoria está integrada por 10 personajes -de mayor tamaño- que desempeñaron un destacado papel en el pasado: Cervantes, que porta en su mano el primer ejemplar de El Quijote, y Napoleón están acompañados de la Dama de Elche. También hay figuras representativas de la Antigua Grecia, los íberos, los visigodos, los vikingos, la civilización azteca, el Imperio otomano, la Revolución Rusa o el siglo de la mujer.
La exposición, además de todo un derroche de imaginación y creatividad, es una propuesta didáctica, lúdica y estética muy recomendable para el público de todas las edades.
Los más pequeños podrán «modelar» sus conocimientos y aprender sobre nuestro pasado de una forma novedosa y amena. Los mayores refrescarán y actualizarán sus nociones históricas. Y todos ellos tendrán la oportunidad de apreciar el valor artístico de esta original iniciativa.
Plastihistoria deja patente que la cultura no tiene por qué ser aburrida. Y que la vida es más divertida cuando está hecha de plastilina.
El Espacio Fundación Telefónica recuerda en la exposición «De Madrid a la Luna» la participación española en la carrera espacial.