Jorge del Corral | 27 de junio de 2019
La ausencia de cordura, respeto y rigor periodístico de la televisión pública nacional al informar sobre la beatificación de las religiosas ha merecido la repulsa de espectadores y medios.
Que la actual TVE de Pedro Sánchez es unidireccional en asuntos que conciernen a la Ley de Memoria Histórica es ya axiomático. Basta con ver sus programas informativos y de actualidad.
Lo que no sabíamos y ahora también es incontrovertible es que en la terrible y fratricida Guerra Civil española y en sus prolegómenos las monjas que caían en manos de determinados milicianos republicanos “desaparecían” como por ensalmo. Vamos, que Jasper Maskelyne y su admirado escapista Erik Weisz, más conocido como Harry Houdini, eran unos aprendices frente a los milicianos españoles, porque en lugar de hacer desaparecer a una persona metida previamente en un cajón forrado de terciopelo, pronunciar las palabras de rigor “¡magia borragia!” y soltar algo de humo blanco en el escenario para despistar al espectador, lo hacían con catorce a la vez, a las que subían a una camioneta después de sacarlas a empellones de su casa.
Y todo ello sin pronunciar palabra mágica alguna ni soltar más humo que el negro de los tubos de escape de los siniestros carruajes. ¡Nada por aquí!, ¡nada por allí!, ¡camaradas y camarados! Y tras levantar el toldo del desvencijado vehículo, ni rastro de las religiosas: se habían volatilizado por arte de magia, esfumadas en el aire serrano de Madrid para ir directamente al más allá.
Así, con el eufemismo “desaparecieron”, TVE cometió la ignominia de informar el 22 de junio de la ceremonia de beatificación de 14 religiosas de la Inmaculada Concepción. Con absoluto aplomo, el reportero dijo: “Esta es la ceremonia de beatificación de 14 religiosas de la Inmaculada Concepción en la Catedral de la Almudena de Madrid. Las monjas desaparecieron en 1936 cuando un grupo de milicianos se las llevaron del piso donde se habían refugiado tras haber sido expulsadas del monasterio”.
El martirio de las religiosas nos invita a todos a ser fuertes y perseverantes, sobre todo en la hora de la pruebaPapa Francisco
Hay que ser muy sectario para reseñar así en la televisión pública nacional -la que debería ser neutral y de todos y no doctrinaria y de unos pocos– la ceremonia de beatificación de las mártires concepcionistas, asesinadas durante la persecución religiosa de 1936, tras sufrir vejaciones y torturas hasta su muerte por milicianos republicanos que después las fusilaron y cuyos cuerpos siguen desaparecidos, como el de tantos españoles de uno y otro bando. Diez monjas pertenecían a la comunidad del Monasterio de San José, en Madrid; dos, a la agrupación de Escalona (Toledo), y otras dos, a la de El Pardo (Madrid).
El papa Francisco recordó en la plaza de San Pedro la beatificación de las hermanas “asesinadas por odio durante la persecución religiosa que tuvo lugar (en España) de 1936 a 1939” y subrayó que “su martirio nos invita a todos a ser fuertes y perseverantes, sobre todo en la hora de la prueba”.
Las religiosas de San José, expulsadas del convento en 1936, lograron refugiarse en un piso del centro de Madrid hasta que un grupo de milicianos entró en el edificio por el chivatazo de la portera. A partir de entonces, comenzaron las torturas y amenazas, con agresiones físicas y otro tipo de maltratos, como retirarles agua, alimentos o privarlas de ropa de abrigo. Fusiladas después, sus cuerpos no han sido localizados. Las monjas de El Pardo, acogidas en casas de vecinos, fueron expulsadas del pueblo por milicianos y, posteriormente, asesinadas y arrojados sus cadáveres en el cementerio, donde se conservan sus restos. A las de Toledo las enviaron a una checa y las apiolaron, después de que el convento fuera incautado por el comité revolucionario local, integrado por comunistas y anarquistas. Sus cadáveres siguen desaparecidos.
Con el eufemismo “desaparecieron”, TVE cometió la ignominia de informar el 22 de junio de la ceremonia de beatificación de 14 religiosas de la Inmaculada Concepción
Durante el mandato de Manuela Carmena, el Ayuntamiento de Madrid planteó quitar el nombre a la calle que, en honor a estas monjas, existe en el Barrio de Salamanca. Finalmente no se hizo, y se impusieron la cordura y el respeto a los hechos y a la historia. Cordura, respeto y rigor periodístico del que TVE ha carecido al informar de esta beatificación y que ha merecido la repulsa de muchos espectadores y de otros medios de comunicación, incluida la de la Plataforma (interna) por una RTVE Libre. ¡Y el silencio cómplice del dilecto y antes activo Comité de Redacción!
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cardiff ha puesto en cuestión la reconocida imparcialidad de la BBC, al señalar que la corporación está sesgada actualmente hacia la izquierda y que la cadena pública británica hace campaña por la permanencia en la Unión Europea y en contra del brexit. ¿Alguna universidad pública española, no importa cuál de entre las decenas que tenemos como setas y que ninguna aparece en el ranking de las 150 mejores del mundo, se atrevería a hacer un estudio sobre TVE y su obligada neutralidad? Me temo que no. ¿Y así cuatro años más? ¡Qué dolor!
Las 14 mártires concepcionistas beatificadas en Madrid son todo un ejemplo. La manipulación de RTVE ha calificado de desaparición su tortura y asesinato.