Lorenzo Silva y Noemí Trujillo publican «Si esto es una mujer», una novela policíaca que se desarrolla en los lugares menos luminosos de Madrid.
Lorenzo Silva y Noemí Trujillo publican «Si esto es una mujer», una novela policíaca que se desarrolla en los lugares menos luminosos de Madrid.
Una ciudad del mundo occidental es como un parque temático. En apariencia todo son atracciones coloridas y atractivas, que invitan a un fantástico mundo de diversión para niños y mayores. Sin embargo, si se indaga en su interior, en sus mecanismos de funcionamiento, uno se percata de que, en realidad, son un auténtico amasijo de engranajes y dispositivos ocultos, cubiertos de polvo y de óxido, tras fachadas de color y fantasía.
Si esto es una mujer
Lorenzo Silva y Noemí Trujillo
Ediciones Destino
320 págs.
19 €
Algo similar sucede con las ciudades. A simple vista, todo son calles adecuadamente distribuidas y parques verdes, pero a poco que uno se adentre en sus entrañas podrá percibir que detrás de todo ello existe una red de realidades mucho más siniestras, disimuladas al ojo del ciudadano de a pie, ajeno a todo esto para su fortuna.
A una reflexión similar invita Si esto es una mujer (Ediciones Destino, 2019), la primera obra que Lorenzo Silva y Noemí Trujillo escriben a cuatro manos, una novela policíaca ambientada en una siempre luminosa ciudad de Madrid que, como todo en el mundo humano, esconde a la vista oscuros submundos perfectamente organizados para la obtención de beneficios a partir de la ejecución del mal.
En Si esto es una mujer, la inspectora de homicidios Manuela Mauri se ve obligada a abandonar su baja laboral para tratar de resolver un espeluznante caso que a la Policía Nacional parece habérsele atragantado. Tres meses atrás habían aparecido restos humanos en los vertederos de Pinto y Valdemingómez y, pese a todo el tiempo transcurrido hasta entonces, la Policía se había mostrado del todo incapaz de avanzar un solo paso en la investigación. Ya con la inspectora de vuelta en el trabajo, se abren nuevas vías por las que el caso termina por desencallarse, dirigiendo las pesquisas en la dirección de la trata de blancas y del mundo criminal que habita los rincones más recónditos de la España del siglo XXI.
Delante de un cadáver sólo hay una raza: la raza humanaSi esto es una mujer
Con la forma de una novela de intriga policial, Si esto es una mujer se nos presenta como una denuncia de lo más sórdido de nuestra sociedad española actual, focalizando la atención en una reconocible ciudad de Madrid que sirve de escenario perfecto para lo que los autores pretenden contar.
Rivalidades entre cuerpos de seguridad y entre miembros de un mismo organismo, discriminaciones raciales en todos los niveles socioeconómicos, la corrupción en todas las esferas y en todos los ámbitos, la prostitución y todas las redes de delincuencia que se desarrollan frente a nuestros ojos sin que seamos conscientes… Todo ello, puesto en los labios de la propia inspectora Mauri, narradora en primera persona de los acontecimientos expuestos en Si esto es una mujer y autora de un buen número de interesantes reflexiones sobre asuntos que, lo queramos o no, nos pillan muy de cerca, al tener lugar en las mismas calles que transitamos cada día.
Son temas oscuros todos estos, en especial aquellos relacionados con el crimen en que se centra la trama. En consecuencia, Si esto es una mujer es una novela sin adornos, cruda y en bruto, directa, como lo exige la historia que encierra. Una historia, por otra parte, en la que el sello de Lorenzo Silva figura en cada párrafo (el lector familiarizado con el trabajo del autor sin duda esbozará una sonrisa al alcanzar la fugaz, aunque trascendente aparición de Bevilacqua en cierto punto de la narración).
Por último, voy a permitirme una última apreciación: parece de lo más oportuno que el escenario principal en torno al cual todo parece orbitar sea un vertedero, espacio al que todos los residuos de la sociedad humana terminan por llegar, de un modo u otro. Porque, ¿acaso existe una manera más eficaz de acercarse a la verdadera esencia de una ciudad que prestándole atención a aquello que desecha?
En cualquier caso, una cosa queda clara: al igual que la inspectora Mauri (a quien, por cierto, está confirmado, veremos de nuevo en próximas novelas), creo que no volveré a mirar de la misma manera el cubo de basura. Nunca más.
«No cerramos en agosto», el debut literario de Eduard Palomares, es una interesante novela negra en clave de humor con toques de crítica social.
Un canto a la amistad que no caduca y una lista interminable de referencias a los clásicos que alimentará la nostalgia de los aficionados.