David Vicente Casado | 18 de julio de 2019
Francesc de Carreras, uno de los fundadores de Ciudadanos, deja el partido de Rivera por el giro ideológico que ha dado la formación.
«Sánchez ha demostrado que es capaz de todo por gobernar»
«Vox y Podemos son igual de peligrosos»
«En Cataluña hubo un claro intento de golpe de Estado»
Francesc de Carreras (Barcelona, 1943) es catedrático emérito de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona. Hijo de Narciso de Carreras, miembro de la Asociación Católica de Propagandistas, fue uno de los 15 fundadores de Ciudadanos y uno de los padres políticos de Albert Rivera. Pero los continuos cambios de rumbo de la formación le han hecho echarse a un lado del partido y darse de baja, al igual que otros muchos dirigentes que han dicho adiós a Rivera en las últimas semanas. Francesc de Carreras elige eldebatedehoy.es para analizar cómo está su partido y hace un repaso de la política nacional a pocos días de la investidura de Pedro Sánchez.
David Vicente: Ciudadanos está viviendo su primera crisis institucional, ¿qué le parece lo que está ocurriendo?
Francesc de Carreras: Al principio de la fundación hubo muchas crisis, aunque ahora es cierto que podría catalogarse como la primera, de forma oficial. Ha generado la salida de algunos nombres importantes y piezas básicas. El motivo creo que es el cambio de estrategia y táctica, algunos estarán de acuerdo con esto y otros, en los que me incluyo yo, no. Los desacuerdos empiezan hace muy poco, a partir de las elecciones andaluzas de diciembre, se encrudecieron con la manifestación de Colón, el rechazo a pactar con el PSOE… Todo este proceso de estos meses ha originado el cambio de estrategia y la aparición de desacuerdos internos.
David Vicente : Y ha provocado salidas del partido, entre ellas la suya
Francesc de Carreras: Mi caso no es comparable al de otras dimisiones porque yo no tenía cargo orgánico. He tenido un papel activo durante el primer año, en 2007,cuando participaba en algún acto. Pero luego,nada más. He sido solo un afiliado. Mandé mi carta de renuncia el 9 de abril, hace ya muchos meses, y el motivo principal fue la consecución de decisiones que tomó mi partido tanto en el Gobierno andaluz como en la manifestación de Colón
David Vicente: ¿Ha tenido ocasión de hablar con Albert Rivera ?
Francesc de Carreras: Coincidimos en una comida privada con dos amigos, en torno al 23 de abril, dos semanas después de formalizar mi baja. Me dio sus explicaciones de cómo estaba actuando el partido, yo le dije que no me gustaba, pero hasta ahí. Tiempo después, me llamó José Manuell Villegas, y me dijo que teníamos una conversación pendiente, pero de momento no se ha producido.
David Vicente: ¿Se ha alejado el partido de Rivera de la moderación?
Francesc de Carreras: Yo creo que sí, porque la percepción de Ciudadanos ha sido siempre de partido moderado, al igual que pasa con el PP. Se esperaba de ellos que pudieran entenderse con ambas formaciones, como ocurrió con el PSOE, con quien no costó en absoluto llegar al acuerdo, y no se tuvieron que hacer grandes renuncias. Se hubiera podido hacer igual ahora, salvando algunos detalles que han ocurrido durante estos tres años, y se hubiera alcanzado una cosa que necesita este país: estabilidad política y gubernamental. No puede seguir nuestro país sin gobierno, de ser así deja en muy mal lugar a nuestra clase política.
Ciudadanos nunca sustituirá al PP como referencia de la derechaFrancesc de Carreras
David Vicente: Hablando de estabilidad política, estamos a pocos días de la investidura de Pedro Sánchez… ¿Qué vaticina?
Francesc de Carreras: Acostumbro a no vaticinar nada en estos casos, porque puede pasar de todo. Puede que Podemos acceda a apoyar a Pedro Sánchez sin contrapartidas de entrar en el Gobierno de alguna manera o de otra y después habrá que encontrar otros compañeros de viaje con los que llegar a las cifras que posibiliten la investidura. En todo caso, será un Gobierno con mayor fuerza del PSOE que el que resultó de la moción de censura, pero no muy distinto. Con lo cual en este país tenemos un problema.
D.V.: ¿Qué le parecen los tintes que está cogiendo esta negociación entre Sánchez e Iglesias?
F.D.C.: Quizás no tienen los principios claros, en toda negociación siempre hay problemas y estrategias distintas. Un pacto implica siempre cesiones, pero en este caso hay que pensar que las elecciones fueron convocadas el 28 de abril, han pasado ya casi tres meses. ¿No se podrían haber convocado a la vez que las autonómicas? Nos hubiéramos ahorrado mucho dinero. Las cosas se hacen mal institucionalmente. Sobre todo, pienso que no se ha sabido asimilar que se ha pasado de un bipartidismo a un multipartidismo, aunque es otra forma de bloques, y esto aumenta el descontento de la ciudadanía con los políticos y la política.
D.V.: ¿Usted ve factible que Pablo Iglesias sea ministro?
F.D.C.: Todo es factible, pero no sería bueno salirse del orden constitucional. Es decir, hay tres partidos constitucionalistas a nivel nacional: PP, PSOE y Ciudadanos. Deberían haber enfocado todas estas elecciones pensando que el pacto tenía que ser entre ellos tres, de alguna forma. Los pactos pueden ser de muchas maneras, puedes llegar a acuerdos en determinadas materias donde más consenso aglutinaran las tres formaciones. Eso hubiera sido lo más responsable para el país, no se ha hecho esto y, por tanto, volvamos a la dialéctica de derechas e izquierdas, que a mi juicio está mal entendida porque Podemos considera izquierda a aquellos partidos nacionalistas que son de derechas por el hecho de ser nacionalistas. Esta es la clave, a mi entender, de la situación política. En ese sentido, tendría que aclararse el PSOE sobre esto y Ciudadanos sobre por qué no quiere pactar con el PSOE y sí quiere hacerlo con Vox. Hay dos extremos que son Podemos y Vox y tres centrales. ¿Por qué Ciudadanos se ha salido, en lugar de interpretar que está en los tres partidos centrales? Aquí todos se están equivocando.
D.V.: ¿Por qué deja a Vox fuera de los partidos constitucionalistas?
F.D.C.: Hay partidos no constitucionalistas, como Esquerra Republicana, también hay partidos «constitucionalistas», como el PNV, que está siempre en el límite y le falta un elemento constitucional: lealtad a la Constitución, ya que es solo leal a aquello que le interesa al País Vasco, por lo que no se puede hablar de partido constitucionalista. Vox tampoco lo es, quiere cambiar aspectos sustanciales de la Constitución, sobre todo lo relacionado con el Estado de las Autonomías. Se encuentra en una posición de nacionalismo español que no es el que salió del espíritu constitucional de hace 40 años y que se ha mantenido, sí lo mantuvieron el PP y el PSOE. Vox. Además, mantiene posiciones poco europeístas y muy poco partidarias de la inmigración, lo que proviene de este nacionalismo español que no admite las derivas migratorias y europeístas.
D.V.: ¿A quién teme usted más, según lo que ha dicho, a Vox o a Podemos?
F.D.C.: Para la estabilidad constitucional ambos son peligrosos. Vox todavía está un poco por estrenar. Yo cuando hablo de Vox me refiero a las 100 propuestas que hizo para Andalucía, que fue lo que me leí, y la verdad es que saqué estas conclusiones. Podemos tiene una historia más larga, tenemos más datos de ellos, y ha ido cambiando sin decirlo, aunque conserva su demagogia. En este momento, ¿qué es Podemos? Sinceramente, no sabría exactamente qué decir, excepto la intuición de que es un partido de un señor que es Pablo Iglesias y que quiere salvar su liderazgo a toda costa, por lo que hará cualquier cosa para conseguirlo.
Que Iglesias fuera ministro no sería bueno para el orden constitucionalFrancesc de Carreras
D.V.: Volviendo a la investidura de Sánchez, ¿usted piensa que Cs y PP deberían abstenerse y permitir que gobernara?
F.D.C.: A cambio de nada, no, pero sí que sería ideal llegar a algunos acuerdos. Han tenido tres meses y los han desaprovechado. Dejar que el PSOE vaya a buscar votos en Podemos y partidos nacionalistas es una irresponsabilidad. Pedro Sánchez llamó a los líderes políticos, y mientras que Podemos se mantuvo abierto a negociar desde el principio, los demás, sobre todo Rivera y Ciudadanos, dijeron «no» desde un inicio y lo han seguido manteniendo. Que Rivera no vaya a la convocatoria de Sánchez significa no entender lo que es un sistema parlamentario.
D.V.: Pero también la militancia del PSOE pidió a Sánchez que no pactara con Rivera…
F.D.C.: Puntualicemos, fueron los militantes que fueron a la calle Ferraz, porque se olían que podía pasar, pero aquellos militantes que defendían ese argumento han quedado derrotados con los resultados de las encuestas. Hay que diferenciar entre votantes y militantes.
D.V.: ¿Cree usted que Sánchez es capaz de todo con tal de gobernar?
F.D.C.: Hasta ahora ha demostrado que sí, lo cual quiere decir que la política se está convirtiendo en marketing, mercadotecnia… ¿Qué tenía que hacer Sánchez cuando tuvo que dimitir al quedarse en minoría? Porque no lo echaron, él dijo que si no se le aprobaba su Gobierno nacionalista y podemita dimitía; como no se lo aprobaron, se fue. Aconsejado por su ahora jefe de gabinete, Iván Redondo, podemizó al PSOE, puesto que en ese momento su electorado se veía más representado por Podemos que por el PSOE. Tuvo que ganárselos haciendo ver que él estaba de acuerdo con ellos. Y, finalmente, el tiempo le ha dado la razón: ganó a Susana Díaz, y a toda la vieja guardia del antiguo PSOE que no estaba de acuerdo con este pensamiento.
En ese hilo de marketing, después vendió una moción de censura que el tiempo ha demostrado que no era sostenible un Gobierno entre PSOE y Podemos. Solo ha realizado cuestiones de marketing político, como cambios en RTVE, nombramientos de afines en instituciones públicas, y así alcanzó el poder. Ahora es el momento que Sánchez tiene que hacer política. Europa nos mira con mucha atención.
D.V.: ¿Qué ha fallado para que Rivera haya pasado del pacto del abrazo a no querer pactar con Sánchez?
F.D.C.: Quien ha cambiado la táctica es Ciudadanos, que era presentarse como un partido centrista, no nacionalista, liberal en la economía, pero no contrario al estado social. Esto le hacía poder pactar con PSOE y PP, pero Ciudadanos, por razones estratégicas, ha dicho «no» a esta opción, porque entiende que así no puede llegar nunca a gobernar en solitario. Por tanto, quiere sustituir al PP como referente de la derecha en España. Para esto, escoge un camino contradictorio que es aliarse con el PP. Si el PP piensa que tú quieres quitarle la silla, no creo que quiera ser tu socio. Ciudadanos nunca sustituirá al PP como referencia de la derecha.
D.V.: ¿Por qué a Rivera le ha costado tanto sentarse con Vox?
F.D.C.: Porque cuando uno no es claro en sus políticas tiene que dar apariencias y esas apariencias se descubren. Esto empezó con las elecciones andaluzas. Ciudadanos podría haber hecho mayoría con el PSOE, porque el PP necesitaba también el apoyo de Vox, y se hizo un apaño que podría quedar como algo excepcional, debido a los continuos años de Gobiernos socialistas y la red de clientelismo que había creado el socialismo andaluz. Ahora hace de esta necesidad una virtud, debería haber dicho que no era un partido centrista, sino un partido que está a la derecha. Se dejó decir lo de las tres derechas, no replicó, ahora está disimulando con el veto a Vox… Cuando se pierden los principios por oportunismo político, la gente lo descubre.
D.V.: Por último, me gustaría que hiciera una reflexión sobre lo que aconteció en Cataluña. ¿Fue un golpe de Estado?
F.D.C.: Naturalmente, allí hubo un intento de sustituir una legalidad por otra, por medios absolutamente ilegales. El 6 y 7 de septiembre de 2017 hubo un intento de golpe de Estado que tenia que consumarse el 1 de octubre, en virtud de estas leyes aprobadas esos días de septiembre. Parafraseando a Gabriel García Márquez, diría que fue «Un golpe de Estado anunciado».