Hilda García | 25 de julio de 2019
“España me lo ha dado todo. Para mí es una obligación y un honor el poder hacer este regalo”
Simboliza una cara inédita de la inmigración. El empresario alemán Hans Rudolf Gerstenmaier ha donado 11 obras al Museo del Prado. Quiere retribuir la acogida que España le brindó, 55 años atrás, cuando llegó haciendo autostop y con solo mil pesetas como equipaje.
“España me lo ha dado todo. Para mí es una obligación y un honor el poder hacer este regalo”, afirma el coleccionista. Los ciudadanos que pueblan nuestra querida nación, herida de muerte por las venenosas flechas del separatismo, deben tomar nota de estas palabras. Y de este sentimiento.
El obsequio del filántropo germano produce orgullo. Justo la antítesis del bochorno que provoca que algunos españoles sean incapaces de expresar amor hacia nuestro país. Gratitud y generosidad son virtudes en peligro de extinción. Que no vengan de fuera a sacarnos los colores.
Suscríbete a la newsletter de FotoensayoLa intolerancia empaña una causa demasiado seria como para disfrazarla.
Que el ser humano clavara la bandera en los cráteres fue lo de menos.