Rafael Ortega | 05 de septiembre de 2019
Francisco nombrará en octubre a 13 nuevos cardenales, entre ellos dos españoles, que responden a su voluntad de dar protagonismo a los más desfavorecidos.
El desafío del Papa es un nuevo mundo donde reinen la fraternidad, la paz y la convivencia.
Miguel Ángel Ayuso Guixot y Cristóbal López Romero son los dos españoles nominados.
Francisco ha demostrado una vez más que las “periferias” son el eje fundamental de su pontificado y lo ha hecho con el anuncio el pasado domingo 1 de septiembre, tras el rezo del Ángelus, de la celebración de un nuevo Consistorio, el próximo 5 de octubre, en el que nombrará a 13 nuevos cardenales, de los cuales 10 serán electores en un futuro Cónclave.
13 nuevos purpurados que responden a la voluntad del Pontífice de dar protagonismo a los más desfavorecidos y por eso quiere figuras clave que los representen, como es el caso de los dos españoles nominados, como el obispo y también misionero nacido en Sevilla Miguel Ángel Ayuso Guixot, responsable del Diálogo Interreligioso del Vaticano, o el arzobispo de Rabat, el salesiano Cristóbal López Romero, natural de la localidad almeriense de Vélez-Rubio, y el canadiense Michael Czerny, que se ocupa de asuntos de inmigración y es subsecretario de la sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.
Este será el sexto Consistorio de Francisco, lo que hace que sea el Papa, de los tres últimos, que más cardenales electores ha nombrado hasta el momento, un total de 70. Los nuevos purpurados son, además de los dos españoles y del canadiense antes citados, José Tolentino Medonça, archivero y bibliotecario de la Santa Romana Iglesia; Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, arzobispo de Yakarta; Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de San Cristóbal de La Habana; Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa; Jean-Claude Höllerich, arzobispo de Luxemburgo; Álvaro L. Ramazzini Imeri, obispo de Huehuetenamgo; Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia; Michael Louis Fitzgerald, arzobispo emérito de Nepte; Sigitas Tamkevicius, arzobispo emérito de Kaunas, y Eugenio Dal Corso, obispo emérito de Benguela.
Tras este Consistorio aumentará la presencia española en el colegio cardenalicio, pues a partir del 5 de octubre serán ya 15 los cardenales de nuestro país, de los cuales 7 con derecho a voto por tener menos de ochenta años, como Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid; Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, y Juan José Omella, arzobispo de Barcelona.
España es el el tercer país, tras Italia y Estados Unidos, por el número de cardenales, en un colegio cardenalicio que está compuesto por 216 cardenales, de ellos 118 electores y 98 no electores, a los que se sumarán los 13 anunciados el pasado día 1.
Francisco quiere que el mensaje de la Iglesia llegue al corazón de la humanidadMiguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso
El sentimiento de los cardenales nominados ha sido expresado ya por nuestro compatriota Miguel Ángel Ayuso Guixot, que es, como decíamos, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso: ”Agradezco al Papa Francisco que continúe este despertar de un diálogo interreligioso e intercultural que se ha abierto en la Iglesia con gran intensidad desde el comienzo del pontificado en continuidad con los pontífices anteriores”. Monseñor Guixot ha añadido también que ”Francisco quiere que el mensaje de la Iglesia llegue al corazón de la humanidad, del ser humano, a favor de su dignidad y de un mundo que pueda vivir en un espíritu como el que ya se manifestó a través de la Declaración de Abu Dhabi: un nuevo mundo donde la fraternidad, la paz y la convivencia común puedan reinar. Este es el gran desafío de la humanidad”.
Y en ese desafió está Francisco. Lo ha demostrado una vez más con estos nombramientos.
Jordi Évole entrevistó al papa Francisco y la mejor pregunta la formuló el Pontífice.
La afirmación de Francisco “iré a España cuando haya paz” se refiere a ciertos desajustes en la Iglesia de nuestro país.