Fernando Bonete | 23 de noviembre de 2019
Seleccionamos la mejor ficción. Esta semana, «La chica salvaje» de Delia Owens y «Mr. Milagro» de King y Gerads.
La sombra de la sospecha planea por defecto y sin remedio sobre todos los superventas. La chica salvaje ha sido el libro más vendido de 2019 en Estados Unidos, y ha logrado permanecer en la lista de los más vendidos de ficción del The New York Times durante más de un año. Tenía, por tanto, todas las papeletas que alimentan la duda y el recelo.
La chica salvaje
Delia Owens
Ático de los Libros
384 Págs.
17,90€
Desde aquí anunciamos que el lector en potencia puede estar tranquilo: el fenómeno editorial que acompaña la novela debut de la zoóloga y etóloga norteamericana Delia Owens hace merecida justicia a su calidad y aportación literarias. No es solo uno de los libros más vendidos de 2019, es uno de los libros del año, a todos los efectos.
El suspense, representado por un asesinato inicial que planea a lo largo de toda la obra, es tan solo un acicate para impulsar la narración, un mero complemento y no su razón de ser. Un detalle que no ensombrece ni frena lo importante, la razón por la que esta novela merece ser leída y ensalzada: los principios y valores que la acompañan, y es capaz de transmitirnos.
Estaba allí movida por la simple esperanza de estar con alguien, de ser deseada, de que la tocaran. Pero esas eran manos apresuradas que solo tomaban, que no compartían ni dabanDelia Owens, La chica salvaje, p. 172
El respeto y verdadero amor por la naturaleza, entendida como hogar común de la humanidad –le viene a Owens por deformación profesional, y se hace notar la influencia del ecólogo y ambientalista Aldo Leopold–. El valor de la educación en libertad, como adquisición y transmisión del conocimiento desde el encuentro personal y no desde la frialdad de un sistema tecnificado e impersonal. Y lo que todavía sorprende más –por lo infrecuente de esta idea en el momento de auge del pensamiento único–, la condición íntima de las relaciones sexuales y la importancia de la espera en la entrega de uno mismo y reserva de su dignidad.
Todo esto se articula, desde un muy segundo plano, con el suspense legal y policiaco, y también, hacia el final, con el thriller legal. Pero La chica salvaje es, ante todo, una exquisita novela de aprendizaje, en la que seguiremos desde los seis y hasta los veinticinco años a la protagonista de la historia, Kya Clark, mientras se suceden los hechos que darán pie a reflexionar sobre los valores mencionados y, de paso, los constantes homenajes a los grandes poetas norteamericanos que cantaron a la naturaleza, James Wright, Amanda Hamilton, Emily Dickinson, entre otros.
Por lo demás, la acción, desplegada en dos décadas, tiñe de gran interés social la novela de Owens, no tanto por el aspecto racial que se pueda presuponer en novelas ambientadas en esta época y lugar, como por la denuncia de los prejuicios que aniquilan la riqueza de la diversidad y favorecen la exclusión de la diferencia.
¿Excluimos a la señorita Clark porque era diferente, o era diferente porque la excluimos? (…) Si la hubiéramos alimentado, vestido y amado, invitado a nuestras casas e iglesias, no sentiríamos prejuicios hacia ellaDelia Owens, La chica salvaje, p. 249
Si las etiquetas valieran de algo y no fueran tan discutibles, podríamos decir que Mr. Milagro es el «cómic para adultos» por excelencia. No por su grado de violencia o manifestación sexual –vivimos los tiempos del GTA, vaya–, sino porque su complejidad argumental y conceptual no da pie a que alguien que no haya entrado como mínimo en el meridiano de su vida universitaria salga de sus viñetas con algo más que migrañas. Y es que la historia del personaje, como todo superhéroe que se precie, es compleja, y los mundos con los que toma contacto –porque hay más de uno, y más de un “universo”– lo son todavía más.
Mr. Milagro
Tom King y Mitch Gerads
ECC Cómics
344 Págs.
35€
Algunas notas sobre el susodicho: Mr. Milagro es conocido por sus habilidades como escapista; gran experto en salvar obstáculos, no hay trampa que se le resista. De origen e identidad mitológicos, pertenece a DC Comics y data de 1971. Fue el primero en ver la luz en la ambiciosa y extinta tetralogía del Cuarto Mundo creado por el legendario Jack Kirby, con sus propios dioses del bien (Highfather) y el mal (Darkseid). Desde entonces, con escaso éxito comercial, a Mr. Milagro se le ha visto asociado con Batman, con Superman, y con la Liga –o Ligas, porque como hay más de un “mundo”, y más de un “universo”, hay también más de una “Liga”–, entre otros.
El superhéroe regresó en 2018 con Tom King a los mandos del guion, y la ilustración de Mitch Gerads, un tándem ganador que ya triunfó en los Premios Eisner con el suspense policiaco de El sheriff de Babilonia, y que logró otros dos galardones en su pasada edición gracias a la serie que nos ocupa. A mediados de 2019 llegó la integral en inglés, y meses después la tenemos ya en español en una inmejorable edición de ECC Cómics. Del trabajo técnico de King y Gerads se puede dar –vamos a economizar espacio y tiempo– un adjetivo resumen: magistral.
El mundo estaba o muy enfermo o muy loco. Y yo esperaba que estuviese loco: de la locura nos podemos recuperar. Rogué a Dios por que solo estuviera loco… Entonces comencé a escribir Mr. MilagroTom King, Mr. Milagro, Introducción
Las trampas que afronta Mr. Milagro en este volumen, lejos de ser físicas, adquieren la triple dimensión psicológica, vital y religiosa –sí, se habla de Dios con relativa seriedad– que es capaz de otorgar a un cómic el atractivo y madurez necesarios para encumbrar sus viñetas y sus personajes. Los cepos en esta historia vienen del interrogante por antonomasia: ¿qué y quiénes dan sentido a mi vida?
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