David Vicente Casado | 27 de enero de 2020
La diputada del PP, cuyo hermano fue asesinado por ETA, reprochó desde su escaño a Pedro Sánchez que el PSOE acepte el apoyo de Bildu.
Teresa Jiménez-Becerril (Sevilla, 1961) perdió a su hermano, Alberto Jiménez-Becerril, concejal del Partido Popular en Sevilla, el 30 de enero de 1998. La banda terrorista ETA lo asesinó a él y a su mujer, Ascensión. Tras una década en el Parlamento Europeo, ocupa, desde la pasada legislatura, un escaño en el Congreso de los Diputados. Precisamente desde su escaño, durante la pasado sesión de investidura, en una imagen que se hizo muy viral, no dudó en levantarse e increpar al candidato socialista cuando este recalcó que José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba acabaron con ETA. «Es una mentira», afirma. Como víctima del terrorismo, asegura que el Gobierno de Pedro Sánchez «ha abandonado a las víctimas», al permitir el apoyo de Bildu y colaborar en su blanqueo. Para ETA también tiene palabras: «Parece que les tenemos que dar algo por dejar de matar, y no, son ellos los que nos lo deben a nosotros».
David Vicente: ¿Cómo lleva el cambio del Parlamento Europeo por el Congreso de los Diputados?
Teresa Jiménez-Becerril: Al principio ha sido un poco brusco, porque allí hay 28 países, muchos grupos parlamentarios en un ambiente de mucha negociación donde se legisla realmente. Como sabemos, aquí desde la moción de censura no se ha hecho un trabajo parlamentario, en el sentido de legislar. Ha habido muchísima inestabilidad y apenas trabajo de comisión. Esperemos que pronto se empiece a legislar y a solucionar los problemas de todos los españoles.
David Vicente: Hace unos días se ha presentado el nuevo Gobierno, ¿qué opinión le merece?
Teresa Jiménez-Becerril: Se trata de un Gobierno extraño, con cuatro vicepresidencias, que supone el primero de coalición de la historia de la democracia. Veremos cómo sale, pero ya le aseguro que no pinta bien. Se trata de un Gobierno donde el nacionalismo va a tener mucha fuerza, aunque no esté dentro del Gobierno, y tendrá mucha influencia en el Ejecutivo.
Estamos a la espera de ver qué papel juega cada partido en esta coalición, pero ya hemos visto cómo algunos ministros dicen cosas preocupantes, como el ministro de Justicia, que habla de la sedición y la rebelión como delitos correspondientes a siglos pasados y, por tanto, merecen una revisión. Nos vamos a encontrar con un Parlamento muy fragmentado, con incluso el grupo mixto ya dividido. Todo esto da como resultado una sensación de inestabilidad que se palpa en la ciudadanía, que ve cómo este Gobierno no pretende gobernar para todos los españoles.
Pedro Sánchez no ha recibido a Juan Guaidó para no irritar a sus socios de coaliciónTeresa Jiménez-Becerril
D.V.: ¿Qué le parece que el Gobierno haya rechazado recibir a Juan Guaidó y, sin embargo, salte a la luz que el ministro de Transportes se reunió en secreto con la vicepresidenta de Maduro?
T.J.: Me parece impresentable que Pedro Sánchez no reciba a quien ha sido reconocido por él, y por el Parlamento Europeo, como presidente interino de Venezuela, pero claro, ahora no toca para no irritar a sus socios de coalición, que son claros defensores del régimen de Nicolás Maduro.
No solo me parece un agravio a los miles de venezolanos que están en España exiliados de un régimen que tiene al pueblo sometido a la pobreza y al miedo, sino a la mayoría de los españoles que apoyamos la lucha del pueblo venezolano por la libertad.
D.V: ¿Debería dimitir José Luis Ábalos?
T.J.: La reunión del ministro Ábalos, con nocturnidad y total falta de transparencia, con la vicepresidenta de Nicolás Maduro, la cual tiene prohibida la entrada en Europa, es inaceptable y demuestra la caída libre de este Gobierno vendido al comunismo totalitario, que tan bien representa Maduro. Por supuesto que debería de dimitir. La respuesta de Ábalos es de una prepotencia absoluta y están ofendiendo a todos los españoles con esas conductas lesivas para la imagen de nuestro país.
D.V.: ¿Cree que se cumplirá la legislatura en su totalidad?
T.J.: Creo que sí. Al principio creí que iba a ser una legislatura corta, pero cambié de opinión cuando escuché en el debate de investidura a la portavoz de Bildu decirle al candidato Pedro Sánchez que lo apoyaría porque era su último tren. Tanto Bildu, que faltó al respeto al rey en esa investidura sin que se le llamara al orden, como Esquerra Republicana saben que el único que les puede facilitar una posición de esperanza es este Gobierno. ¿Por qué lo van a dejar caer? El independentismo es como una planta carnívora, tú le das un dedo y te acaba comiendo el hombro. Ellos saben que si gobernase el PP no permitiríamos, entre otras cosas, ni mesas de diálogo ni nada parecido que acabara con la unidad de España.
La muerte de forma violenta, como la de mi hermano, no se supera bien nunca, porque no te da tiempo a entenderloTeresa Jiménez-Becerril
D.V.: El Gobierno habla de que tuvo que pactar con Podemos para evitar el bloqueo, pero ¿por qué cree usted que Sánchez eligió como compañeros de viaje a Podemos y a los independentistas?
T.J.: Esa es una muy buena pregunta que habría que hacerle a Pedro Sánchez. Desde el Partido Popular se la hemos hecho muchas veces. En la anterior legislatura, Pablo Casado le ofreció gobernar en solitario a cambio de apoyarse y acordar once pactos de Estado con las cuestiones más importantes en las que reside la gobernabilidad de un país: educación, violencia de género, empleo, pensiones…
Pedro Sánchez nunca contestó, por lo que se entiende que nunca tuvo ningún interés. Visto esto, unidos a los apoyos que consiguió en la moción de censura, él ya había elegido compañeros de viaje. Su tendencia era apoyarse en el comunismo de Podemos y en los nacionalismos. Sánchez ha sobrepasado ciertas líneas rojas al permitir el apoyo de Bildu, que todos sabemos que son los herederos de ETA.
D.V.: Su enfrentamiento con Pedro Sánchez sigue dando mucho que hablar…
T.J.: Lo consideré una provocación. Estamos ante un Gobierno provocador que busca que los demás parezcamos radicales. Cuando el presidente Sánchez pidió que no se hablara de las víctimas y que todos teníamos que dar gracias a Zapatero y a Rubalcaba, porque ellos acabaron con ETA, no me pude aguantar ante esa mentira. ETA no está derrotada, está ahí sentada y Pedro Sánchez está pactando con ellos, con sus herederos. Si ETA estuviera derrotada, lo estaría, en todo caso, gracias al trabajo policial y a todos los españoles que durante 50 años no se han tomado la justicia por su mano. No se puede decir que la derrotó Zapatero cuando fue él quien negoció con ETA y la ciudadanía criticó con numerosas manifestaciones su política antiterrorista.
D.V.: ¿Qué se le pasó por la cabeza para reaccionar así?
T.J.: Se me pasaron mi hermano, su mujer, y todos los españoles que hemos sufrido la lacra del terrorismo, desde los más pequeños hasta los más mayores, los guardias civiles a quienes parecía que la muerte iba en su sueldo, policías, militares, empresarios… En definitiva, toda la batalla por la justicia y el dolor de tantos años. Algo demasiado duro como para que Pedro Sánchez se entregue a Bildu y muestre su desprecio hacia las víctimas.
La respuesta de Ábalos es de una prepotencia absoluta y están ofendiendo a todos los españolesTeresa Jiménez-Becerril
D.V.: ¿Cómo se supera la muerte de un hermano de la forma en la que falleció el suyo?
T.J.: La muerte de forma violenta de un ser querido no se supera bien nunca, porque no te da tiempo a entenderlo. El tiempo es lo único que te ayuda, junto a la resiliencia. Tú tienes que darle un sentido a esa pérdida, en mi caso, que el sacrificio de mi hermano y el de tantas víctimas no haya sido en vano. Quiero creer que Alberto y su mujer, Ascen, murieron por la defensa de la libertad, la unidad nacional, la democracia…
Nosotros, las víctimas del terrorismo, sufrimos una segunda victimización cuando están homenajeando a los asesinos de nuestras familias. El asesino de mi hermano, que es de Villaba, recibe homenajes cada cierto tiempo como si fuera un héroe, pese a estar en prisión, incluso hacen unas carreras populares con su foto. Parece que les tenemos que dar algo por dejar de matar, y no, son ellos los que nos lo deben a nosotros.
D.V.: Hace unos días se conmemoraba el 25º aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez y María San Gil afirmó en una entrevista que «las víctimas del terrorismo están abandonadas y olvidadas por la actitud de este Gobierno”, ¿comparte usted ese sentimiento?
T.J.: Sí, por supuesto. Y más después de lo que ha ocurrido en el Parlamento Europeo. Yo llevé, junto a Maite Pagazaurtundúa, a la Comisión de Peticiones una petición presentada por Dignidad y Justicia, con el fin de que se avanzara en el esclarecimiento de los crímenes sin resolver, que son 350, y que la institución europea amparase a los peticionarios para que se avanzara en las investigaciones. Este año se ha vuelto a convocar y el PSOE ha votado en contra de que se siga investigando.
D.V.: Un Partido como el PSOE, que ha sufrido -como el PP- la lacra del terrorismo, desde su punto de vista, ¿cómo puede actuar así?
T.J.: La necesidad de contar con estos apoyos parlamentarios les está haciendo pagar un precio altísimo. No entiendo que un partido político constitucionalista con tantas víctimas en su haber actúe así. Ellos defienden que Bildu ya no es así, pero no es menos cierto que son los que están en los homenajes a etarras, los que piden el acercamiento de los presos, los que no condenan… Son el apéndice político de ETA.
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