Jorge Solana | 07 de febrero de 2020
Heredad de Emina Gewürstraminer, un vino que sorprende por su dulzor y sus notas florales en un entorno marcado por la historia como es Medina del Campo.
El 21 de agosto de 1520, la localidad vallisoletana de Medina del Campo fue incendiada por las tropas de Carlos I por negarse sus habitantes a entregarle las piezas de artillería que custodiaban y que el monarca necesitaba para atacar la ciudad comunera de Segovia. Los actos acaecidos en esta trágica fecha supusieron la pérdida de una buena parte de uno de los centros urbanos más antiguos de Castilla y el inicio de la decadencia de la Villa de Medina y sus históricas Ferias Generales del Reino.
Bodegas Emina
Vino Blanco
Uvas Gewürztraminer
D.O.: Vino de la Tierra de Castilla y León
9.99€
“Ayer jueves que se contaron 23 del presente mes de agosto, supimos lo que no quisiéramos saber, y oímos lo que no quisiéramos oír. Conviene a saber, que Antonio de Fonseca ha quemado toda esa muy leal villa de Medina. Y también sabemos, que no fue otra la ocasión de la quema, sino porque no quiso dar la artillería para destruir Segovia.”
Este fragmento de la carta que días después envió el Concejo de Segovia al de Medina del Campo, reproducida hoy en la Plaza de Medina del Campo de Segovia junto a la estatua de Juan Bravo, es uno de los pocos recuerdos que todavía se conservan de tan lamentable acto. Pero la Villa de las Ferias, en su empeño por no olvidar su historia, lleva años recordando este triste episodio con una recreación histórica que se celebra dentro de la Semana Renacentista y Feria de Imperiales y Comuneros.
La celebración de este V centenario bien podría ser para brindar con los vinos de la zona y, en especial, con alguno de la peculiar variedad de gewürstraminer procedente del centro de Europa y con matices florales muy acentuados. Es cierto que, en esta zona de la D.O. Rueda, la reina de las uvas es la verdejo, pero la verdadera reina de Medina del Campo es Isabel la Católica.
La serie de televisión Isabel despertó mucho interés turístico en la zona. Fue en esta villa donde los Reyes Católicos tomaron medidas precisas para poner en funcionamiento el Tribunal de la Inquisición; donde aprobaron las Ordenanzas de la Chancillería de Valladolid; donde firmaron una Real Provisión en la que se recoge el proyecto del Tercer Viaje de Colón al Nuevo Mundo; donde se firmó la Cédula por la cual se destinaron fondos para la construcción de unas Carnicerías que aún hoy en día siguen desempeñando la labor para la que fueron diseñadas.
Y fue también gracias a los Reyes Católicos que hoy Medina del Campo sigue siendo la villa de las Ferias, pues aquí se celebraban las Ferias Generales del Reino y hoy se puede visitar su museo de las ferias y mercados para conocer bien la historia.
La villa medinense se prepara para un año especial en el que se conmemora el quinto centenario de este acontecimiento histórico, y lo hace con una extensa programación. Desde el mes de febrero y hasta noviembre, la organización ha diseñado un variado y atractivo programa de actividades en el que se pueden encontrar presentaciones, jornadas internacionales, la Feria de Enoturismo, jornadas históricas, asambleas internacionales, exposiciones, encuentros internacionales, concursos, recreaciones históricas o jornadas profesionales. Sin olvidarnos de los actos habituales dentro de la Semana Renacentista y la Feria de Imperiales y Comuneros, que este año alcanzarán su punto álgido con la celebración, el 21 de agosto, del V Centenario de la Quema de Medina.
Hay varios lugares que uno no se puede perder en la visita a Medina del Campo. El Palacio Real Testamentario, lugar en el que vivió, testó y murió la reina Isabel la Católica el 26 de noviembre de 1504.
Actualmente, los restos del antiguo Palacio Real albergan el Centro de Interpretación de Isabel la Católica, en el que se narran aspectos destacados de su vida.
La Torre y Colegiata de San Antolín fecha sus orígenes en 1177, el templo actual data de una remodelación que iniciaron los Reyes Católicos tras conseguir del Papa Sixto IV la bula por la que se eleva a rango de colegiata la iglesia parroquial dedicada a san Antolín.
Cerca de la villa, otros dos lugares para visitar son el Castillo de la Mota y la Bodegas Emina. Del primero se puede indicar que es una fortaleza. La Villa de Medina del Campo se fundó en el siglo XI en la mota donde hoy en día se encuentra el castillo. Su construcción fue encargada a mediados del siglo XV por los reyes Juan II y Enrique IV de Castilla, y los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) culminaron la gran obra de la barrera artillera en 1483. La función principal del castillo desde su creación fue la defensiva, y fue uno de los objetivos de las tropas imperiales de Carlos V durante la revuelta de los Comuneros en 1520.
La otra visita obligada un poco más alejada de la villa es Emina Rueda, bodega de vinos blancos y espumosos de Bodegas Familiares Matarromera. Carlos Moro, hoy presidente de Bodegas Familiares Matarromera, comenzó a dibujar el alma de Emina a finales de los 90. El entusiasmo y la pasión hicieron posible la Bodega Emina Rueda para elaborar un nuevo tipo de vinos.
Desde la propiedad nos descubren la historia, si Medina del Campo tiene pocas, de este término: “Emina en latín significa amada y en su día una hemina era la medida límite que tenían los monjes para beber al día. Emina recoge esta palabra como pasión al mundo del vino, respetando la cultura y nuestro pasado pero con una visión innovadora, de investigación e implementación tecnológica”.
La elaboración de Heredad de Emina Gewürstraminer es una conjunción de historia, de producción de algo medido y, a la vez, de un saber hacer en el que se fusionan la pasión y la innovación. Cuando pruebas este vino te puedes trasladar, mentalmente y al instante, a un campo lleno de flores.
Este tipo de uva muy utilizado en Francia, Alemania, Italia, e incorporada cada vez más en España, te sorprenderá por su dulzor y sus notas florales. La variedad gewürztraminer y los lichis comparten los mismos componentes aromáticos. Los vinos secos de gewürztraminer pueden tener aromas a rosas, frutas, maracuyá. No es poco común que se forme algo de spritz (pequeñas burbujas en la copa). Estamos ante un vino que marida a la perfección con quesos, ensaladas y carnes.
Todas estas viandas son fáciles de encontrar y disfrutar en Medina del Campo y poderlas acompañar de un vino tan especial producido en la zona supone todo un placer para celebrar este V centenario y, a la vez, introducirse un poco más en la cultura y la historia de la villa de las Ferias.
Un vino con la personalidad y la calidad que aportan los viñedos en altura y las cepas de más de 80 años.
Bodegas centenarias y lugares jubilares para celebrar el nuevo año con un vino del corazón de España.