El Debate de Hoy | 30 de abril de 2020
El periodista de ABC es el primer invitado a «Y, ahora, ¿qué?», el nuevo pódcast de eldebatedehoy.es que analizará la realidad que nos deja el coronavirus.
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Ignacio Camacho, periodista de ABC, es el primer invitado a «Y, ahora, ¿qué?», un programa especial de eldebatedehoy.es que, en el contexto de la crisis sanitaria del coronavirus y el confinamiento, entrevistará a los grandes referentes del periodismo en España para reflexionar sobre el futuro, sobre el día después de esta pandemia que parece que todo lo va a cambiar.
A continuación, puedes leer un extracto de la entrevista que encontrarás completa en los canales habituales: iVoox, Spotify, Apple Podcast, Google Podcast y YouTube.
Pregunta: La primera pregunta en este nuevo programa esta clara: y, ahora, ¿qué?
Respuesta: Ahora más incertidumbre. Viene lo más difícil, y eso incluye la posibilidad de un rebrote. Hasta el momento la única medida para protegernos de la pandemia que hemos tenido, a pesar de nuestro desarrollo, ha sido el confinamiento, aunque prefiero decir que estamos escondidos.
Ahora llega el momento de volver a salir y es una etapa muy difícil clínica y políticamente. Va a ser difícil acertar. Yo no conozco ningún médico al que no le parezca prematuro retornar ahora a una cierta normalidad.
P.: No sabemos que va a pasar, el Ejecutivo tampoco, pero habla continuamente de una “nueva normalidad”, ¿debe el periodismo aceptar ese vocabulario? ¿Qué es la “nueva normalidad”?
R.: Uno de los problemas que vamos a tener es el de la ignorancia del estado real del contagio en España. Hay ausencia de mapas epidemiológicos derivaba de la ausencia de test. Sin test no hay mapas y vamos a tener un mapa hecho con muestreo, algo aproximativo.
Respecto a la neolengua orweliana, yo creo que muchas palabras pierden sentido cuando se adjetivan. Un ejemplo de Luis del Val: si a la palabra libertad le añadimos “condicional” o “vigilada”, estamos recortando su esencia. Esto pasa con la “nueva normalidad”. Si la normalidad es nueva, deja de ser normal, porque lo nuevo supone algo atípico.
Esto forma parte de la tendencia de los gurús de la política, que durante este mandato tienen un protagonismo a mi juicio desmesurado, en la que crean carcasas verbales sin contenido.
P.: ¿Cómo se ha comportado el periodismo ante la pandemia?
R.: Es difícil hablar en general, pero haciendo una valoración de conjunto yo estoy satisfecho. Este era un desafío para la profesión y creo que en líneas generales se ha estado a la altura. Se ha hecho un esfuerzo especial, en algunos casos brillantes, en todos generoso y decisivo.
Se ha intentado ofrecer un periodismo de interpretación de calidad, de sensatez, de orientación y sobre todo de contraste que brilla por su ausencia en el universo cibernético.
P.: ¿Cambiará el periodismo después de este periodo de tiempo en el que incluso el CIS preguntaba a la población sobre la posibilidad de limitar la libertad de información? ¿Se puede luchar contra los bulos sin limitar este derecho?
R.: A mí no se me ocurre otra forma de luchar contra los bulos que mediante el contraste con la información verdadera y profesional. Y, en este sentido, reclamo para el periodismo un cierto criterio de autoridad. Los periodistas somos técnicos en hechos, en la verificación, análisis e interpretación de los hechos. Y ese papel lo reclamo desde el orgullo de 40 años de servicio en este trabajo.
La libertad de expresión también ampara el bulo, incluso un nivel relativo de insulto, lo que hay que hacer es contrastar. Habrá bulos culpables, y para eso sí están las autoridades, pero que un señor lance un bulo… lo siento, pero no tiene otro remedio que desmentirlo con hechos, y para eso estamos los medios.
Propuestas que van desde el manga al cómic histórico, sin olvidar clásicos como Mortadelo y Filemón o un homenaje al Astérix de Uderzo.
Pódcast especial de «Cultura y Debate» con lecturas y series para sobrellevar la crisis del coronavirus y el encierro sanitario impuesto.