El Debate de Hoy | 30 de mayo de 2020
La periodista de El Mundo recuerda que la labor de los medios no puede limitarse a «coger tres tuits y hacer una noticia».
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Emilia Landaluce nos habla de la ‘nueva normalidad’ de los medios en el pódcast «Y, ahora, ¿qué?». La periodista de El Mundo apuesta por un equilibrio entre información y entretenimiento, recuerda que las redes sociales no pueden convertirse en fuente única para elaborar noticias y explica la portada conjunta de todos los periódicos con un mensaje institucional del Gobierno.
A continuación, puedes leer un extracto de la entrevista, que encontrarás completa en los canales habituales: iVoox, Spotify, Apple Podcast, Google Podcast y YouTube.
Pregunta: Y, ahora, ¿qué?
Respuesta: A mí lo que me apetece no es volver a la ‘nueva normalidad’, sino a la normalidad de siempre, como decía Rafa Nadal. No creo que vayamos a salir demasiado cambiados, creo que volveremos a tratar de ser un poco lo mismo, y de eso se trata, eso es lo que nos ha hecho avanzar. Yo no soy muy fan de Pinker, pero me gusta ver la vida más rosa.
P.: Suele hablar en sus textos de la fragmentación de la derecha, ¿cómo afecta el coronavirus a este asunto?
R.: Yo creo que la ilusión que vende el PP de una vuelta al bipartidismo no es certera, Vox no va a bajar nunca de los 10 escaños, eso es evidente. La derecha sociológica más derecha tiene un poso importante. Hay quien la llama ‘antisistema’, pero antisistema no deja de ser una etiqueta del sistema. Puede que el PP recoja más votos, o eso dicen las encuestas, pero Vox ha venido para quedarse.
P.: ¿Van a tener fuerza las grandes cabeceras para hacer frente a las fake news y al auge de las redes sociales?
R.: Yo creo que las fake news no son algo nuevo. Los Protocolos de los Sabios de Sión son del siglo XIX, son una fake news que acabó desencadenando el Holocausto. Hay una manera de luchar contra las fake news, que es recuperar la confianza de los lectores. Ahora mismo hay una necesidad de tener certezas que solo las pueden dar una inversión y una buena información. Y, respecto a la buena inversión, también hablo de los periodistas, no se trata de coger tres tuits y hacer una noticia, hay que dar valor añadido. Uno de los problemas que ha afrontado el periodismo en los últimos años es el de depender de las redes sociales como forma de información. Las redes se convierten en fuente en lugar de en canal.
P.: ¿Habrá una ‘nueva normalidad’ para el periodismo?
R.: Todo lo que sea nuevo para el periodismo es bueno. La experiencia que nosotros tenemos en El Mundo es que la caída de los periódicos sigue la misma línea que venía trayendo, pero se nos han disparado los suscriptores por internet y por Orbyt. Está calando una nueva manera de valorar la información, que me parece que es como tiene que ser.
P.: ¿Ha servido este tiempo para revalorizar el periodismo más «ligero»? Una frivolidad bien entendida en radio, televisión y papel que ha ayudado a olvidar por un tiempo el drama que estamos viviendo.
R.: Yo creo que el periodismo, además de información, también es entretenimiento. Yo siempre fantaseo con la idea de que todas estas secciones se denominen «Placer». Ya sea cultura, museos, teatro o cotilleos que, como dice Harari, es lo que nos ha hecho sapiens. Creo que siempre nos ha gustado el entretenimiento. Yo defino La Otra Crónica como información, humor y entretenimiento. Lo que publicamos es totalmente veraz, pero tratamos de que esté bien escrito y que siga los criterios del periodismo serio. Y eso claro que se ha puesto en valor.
P.: ¿Cómo explicar esa portada conjunta de todos los periódicos con un mensaje institucional del Gobierno?
R.: Eso es publicidad institucional que tienen que recibir por ley todos los medios. A veces, cuando no hay un Gobierno afín, se salta a algunos medios y eso es más grave. Yo no lo veo especialmente escandaloso, porque se supone que los medios van dirigidos a una audiencia y el Gobierno quiere hacer llegar ese mensaje, es lo normal, me parece una polémica absurda. Veo más escandaloso que determinados ayuntamientos paguen suscripciones a algunos medios, eso sí es más opinable.
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