Jorge Solana | 31 de julio de 2020
Inaraja es “la Joya de la Corona” de Bodegas Monte la Reina, un regalo para el mundo del vino. Procedente de las mejores uvas 100% tinta de toro, su producción es limitada y la elaboración se cuida al detalle.
Muchas bodegas y muchos vinos llevan el apellido de la familia que embotella o da lugar a la marca. Es una seña de identidad. En algunos casos, como el vino del que escribimos hoy, ese vino surgió con el fin de no ser comercializado, sino que la propiedad tuviera ese vinazo para poder regalar a sus compromisos. Esto es Inaraja, un apellido, una seña de identidad, un regalo para el mundo del vino.
En el caso de Bodegas Monte la Reina, señalan que «por el atractivo y la curiosidad empezamos ya hace años a venderlo como uno más de nuestros vinos. Las primeras producciones fueron de 500, como mucho 1.000 botellas; a día de hoy, de las ultimas añadas ya hacemos 2.500 botellas más o menos». Solo podemos dar la gracias por dar este salto comercial.
Inaraja
Vino tinto. D.O. Toro
Bodegas Monte la Reina
Variedad: 100% tinta de toro
60€
La variedad utilizada en su elaboración es 100% tinta de toro, pero procedente de viñedos con más de 100 años, que están plantados en Morales de Toro y que sobrevivieron a la filoxera. Esto hace que se limite mucho la producción. El rendimiento que este viñedo da por hectárea es muy bajo. Además, se hace una selección en campo y una selección en la mesa, para que solo las mejores uvas sean parte de este especial vino. La maceración y fermentación se cuidan al detalle y se utilizan barricas nuevas de roble francés de tonelerías muy artesanales.
La bodega ha sido diseñada por Jesús Juárez. Unas modernas instalaciones donde maceran y fermentan las uvas utilizando la última tecnología para conseguir vinos con la intensidad, color y equilibrio perfectos, como es el caso de este Inaraja, calificado como “la Joya de la Corona” por la propiedad.
Todo sorprende en esta marca familiar y especial. El diseño de la etiqueta también tiene su historia, que nos cuenta Carolina Inaraja: «Si la pones en horizontal, veras una ‘M’, de Monte la Reina, pero además tiene tres picos de los tres hermanos, los tres hijos de mi padre. Si la pones en vertical, una ‘I’ atraviesa esa M, I del apellido familiar Inaraja».
Quizás sea en este cruce de caminos, de letras, de traviesas, donde haya que dar una vuelta metafórica más a la historia de Inaraja y de Bodegas Monte la Reina. Ya que el arte neogótico atraviesa este vino. Poder alojarse en un castillo o palacio no es algo habitual, pero no tiene por qué estar reservado a los caballeros o a los reyes de siglos pasados. El castillo de Monte la Reina te ofrece la posibilidad de disfrutar y valorar lo que es un legado familiar que aúna vino, patrimonio y ocio en un mismo lugar. Una escapada inolvidable de vino y turismo en el corazón de la Ruta del Vino de Toro.
Un palacio neogótico del siglo XIX lleno de historias que ha perdurado durante años hasta convertirse en un precioso hotel boutique. Decorado con estilo vanguardista y contemporáneo, es «un castillo de ocho habitaciones totalmente equipadas manteniendo toda su esencia para que te sientas como en casa», indican desde Monte la Reina.
El neogótico es un movimiento artístico nacido en Gran Bretaña, hacia la mitad del siglo XIX, que basa su estética en el estilo gótico de la Edad Media. Esta escuela busca los valores despreciados por los clasicistas, como son la complejidad, la novedad y la irregularidad.
Hay muchas obras representativas del neogótico a nivel mundial que no he podido ver en persona, pero entre las que he visto puedo indicar que me han sorprendido de forma especial dos. El castillo de Neuschwanstein, en la Baviera alemana, que fue considerado como la inspiración de los escenarios de algunas de las películas más famosas de Disney. Y uno de los enclaves más característicos de la ciudad de Budapest, como es el Bastión de los Pescadores.
En el caso de este palacio neogótico, español y de Toro, su localización es inmejorable, con unas increíbles vistas a la Vega del Duero, a los viñedos y a la bodega. Un lugar donde se elaboran grandes y variados vinos amparados bajo la Denominación de Origen Toro. Un lugar único y lleno de luz donde desconectarás de tu rutina, tan solo escucharás el sonido de los pájaros y de la suave brisa que te regala la naturaleza. Bienes tan preciados siempre, pero que quizás este año buscamos aún más para unas vacaciones.
Disfruta de estas instalaciones y también del entorno. Monte la Reina puede ser el punto de partida ideal para visitar algunos de los lugares más bonitos de la zona. De hecho, a tan solo 10 minutos se encuentra el municipio de Toro, conocido por su patrimonio histórico y sacro, como San Lorenzo el Real, la Colegiata de Santa María la Mayor o el Santo Sepulcro. Otros de los monumentos más emblemáticos son su plaza de Toros y la Torre del Reloj, seña de identidad de la zona y que se levanta majestuosa por encima de los tejados de las casas de la localidad. La estampa parece de cualquier capital del centro de Europa. Esas que nos recomiendan que no podemos dejar de visitar una vez en la vida. Sí, a Toro también tienes que ir una vez en la vida.
La finca de Monte la Reina tiene una extensión de 1.400 hectáreas, lo que permite el desarrollo de diferentes actividades con un nexo de unión: entender la tierra como el origen de todo. En Monte la Reina podrás disfrutar de actividades en plena naturaleza y al aire libre durante las vacaciones: paseos por los viñedos, rutas de senderismo, trail running y mucho más. En muchos casos, el punto de partida es el propio castillo, así que será tan fácil como dejarte guiar por los mapas que te facilitarán en el propio hotel.
Es un momento especial tras la crisis sanitaria vivida. Queremos y necesitamos un reencuentro con lo que más nos evoca en nuestra vida, como son la naturaleza, los viajes, el turismo y el vino. Un castillo siempre te ofrece una vista especial desde donde mirar el mundo de forma diferente. Desde donde ver el vino como un regalo de la naturaleza.
En su 150º aniversario, Bodegas Montecillo recupera su icónica marca Viña Monty. Lanza tres nuevos vinos reserva, uno de ellos blanco, y las últimas botellas de su premiada cosecha de Viña Monty Gran Reserva 1975.
Vega de Acusa, un vino que nace en las faldas de la montaña de Gran Canaria con las variedades de uva Listán-Negro, Vijariego y Tintilla.