Antonio Olivié | 25 de agosto de 2020
El nombramiento de seis mujeres para el Consejo de Economía del Vaticano supone un nuevo paso en la presencia femenina en la Iglesia. Su objetivo es que las pioneras en esta nueva etapa de la Curia sean un referente para el futuro.
Roma (Italia) | El nombramiento, este mes de agosto, de seis mujeres para el Consejo de Economía del Vaticano supone un nuevo paso en la presencia femenina en la Iglesia. Se trata de personas con experiencia financiera, la mayoría casadas y con hijos, que participarán en el control y la toma de decisiones en el destino de los recursos económicos del Vaticano.
La llegada de este nuevo equipo se produce después del último escándalo económico en el Vaticano, con una inversión fallida en un inmueble de Londres. Más de 200 millones de euros invertidos en un procedimiento lleno de lagunas e intermediarios de escasa fiabilidad que amenazan gravemente los fondos de la Santa Sede.
Parte del problema que ha tenido la Curia Vaticana se encuentra en la falta de profesionalidad. Personas sin experiencia financiera o empresarial asumen decisiones sobre millones de euros. El mero hecho de ser una persona religiosa no es garantía de honradez, ya que un déficit de capacitación deja a altos cargos a merced de personas corruptas, como ha ocurrido en diversas ocasiones.
El papa Francisco está reformando la Curia de forma práctica, sin necesidad contar con la nueva estructura diseñada junto a varios cardenales, que aún está en estudio. Desde 2018 y por primera vez en la historia hay un prefecto del Vaticano (el equivalente a un ministro en un Gobierno civil) que no es religioso. El responsable de la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, es un profesional de los medios y padre de familia.
Otro de los cargos de mayor responsabilidad en el Vaticano, ya que gestiona la actividad de cientos de trabajadores, es la dirección de los Museos Vaticanos. El puesto lo ocupa Barbara Jatta, una mujer, también laica, que ha desempeñado su labor con un altísimo nivel. Algo semejante al papel que juega Mariella Enoc, al frente del hospital Bambino Gesù, un centro de referencia pediátrica en Europa, desde 2015.
La silenciosa ‘revolución’ femenina de Francisco en la Iglesia ha hecho que el porcentaje de mujeres que trabajan en la Santa Sede haya pasado de un 17% en 2010 a un 24% en la actualidad. Son 649 las mujeres que colaboran en las labores de la Curia. Entre ellas destacan cuatro subsecretarias de dicasterio, uno de los niveles más altos del Vaticano. Desde enero de 2020, Francesca di Giovanni es la subsecretaria de Relaciones con los Estados, uno de los puestos diplomáticos más sensibles del Vaticano, que hasta la fecha nunca había ocupado una mujer.
En el dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida hay dos subsecretarias mujeres nombradas por Francisco. Se trata de Gabriella Gambino y de Linda Ghisoni. Las dos son madres de familia, algo novedoso en la Curia del Vaticano.
Un elemento que destaca en la elección de las mujeres para los puestos clave es el alto nivel de preparación. Francisco no quiere meros ‘nombres’ femeninos. Su objetivo es que las pioneras en esta nueva etapa de la Curia sean un referente para el futuro. Entre las españolas nombradas para asesorar en materia financiera, María Concepción Osacar es presidenta del grupo Azora y presidenta del consejo de administración de Azora Capital, y Eva Castillo es miembro del consejo de administración de Bankia y de Zardoya Otis. Entre las extranjeras recién nombradas en el Vaticano se encuentra la ex ministra británica Ruth Kelly (del Gobierno de Toni Blair), actualmente vicerrectora de la Universidad St. Mary’s de Londres.
Mientras se van dando este tipo de avances en puestos clave, la reforma formal de la Curia sigue sin publicarse. El borrador que se ha difundido apunta a un mayor peso de los dicasterios dedicados a la Evangelización, por encima de los que se encargan de la gestión interna o de la defensa de la ortodoxia. Pero la realidad es que las reformas de Francisco van mas rápido con los hechos que con las palabras.
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