Mario Crespo | 12 de septiembre de 2020
Recomendaciones que, después del verano, nos vuelven a llevar de viaje, con estancia en alguno de los grandes hoteles de Europa y el mundo.
Me gusta septiembre, aunque no soporto la palabra rentrée, los coleccionables de quiosco -una verdadera colección no se adquiere en entregas regulares a 1,95€, sino con años, paciencia y criterio- ni los libros plastificados. Septiembre es un mes abundante en melancolía, una materia prima con la que siempre se ha hecho buena literatura y buen cine. Este mes traigo una novela, dos películas, un libro de viajes, un blog y un libro de memorias que combinan bien con la temporada.
El señor Marbury
Alfonso Paredes
Homo Legens
212 págs.
19,50€
El señor Marbury no es perfecto: se le queman las tostadas, se corta al afeitarse y a veces se estresa en el trabajo. Pero tiene amigos «festejadores de todo», unas hijas que sostienen «una pelea a muerte con todo lo rígido, inerte y soso» y una mujer, Telma, que debería protagonizar la secuela de este libro, de modo que a mí me parece alguien muy afortunado. El señor Marbury lee a Stefan Sweig, a Scott Fitzgerald y a P. G. Wodehouse. También le gusta la poesía; le gusta, por ejemplo, el verso de Julio Martínez Mesanza que encabeza la web de El Debate de Hoy: «Hay jinetes de luz en la hora oscura».
A lo largo de 130 breves capítulos, Alfonso Paredes se atreve a discutir una afirmación de Tolstoi, nada menos: «Las novelas terminan cuando el héroe y la heroína se casan». Y lo cierto es que la vida los Marbury -casados, imperfectos y felices-, parece, aunque no les pase casi nada fuera de lo normal, una historia de aventuras. Editada por Homo Legens.
Estonia, comienzos de los 50. Un joven esgrimista llega a una pequeña ciudad huyendo de la policía política de Stalin y es contratado como profesor en un colegio. Pronto, entre el escepticismo general, e incluso el suyo propio, organiza un club de esgrima que apasiona a sus alumnos y los eleva sobre la mediocridad infinita del sistema político.
Es una película comedida y sobria, bien dirigida, muy estética –mucho blanco y mucho gris- y emotiva sin sentimentalismo. Está en Filmin y en Google Play.
Pesqué este libro, lleno de digresiones y de nostalgia, hace unos cuantos años en la Cuesta de Moyano. Manu Leguineche, un periodista literalmente curtido en mil batallas (literalmente lo de que se curtió en batallas, quizás no lo de que fueran miles, pero a saber), recorre los hoteles más legendarios de Europa con actitud de coleccionista de anécdotas más que de crítico.
El Ritz de París y el de Madrid, el Savoy de Londres, el Sacher de Viena, el Pera Palas de Estambul, el Grande Bretagne de Atenas… Sobre ese fondo, una fauna de espías, actrices escandalosas, monarcas en el exilio, corresponsales y aventureros, directores de cine o millonarios oscuros. Se puede encontrar en Iberlibro a un precio muy razonable.
Aquí también sale un hotel elegante: el Gran Hotel de Estocolmo, donde se alojan tradicionalmente los premios Nobel y sus familias. En la película, el Nobel de Literatura se llama Andrew Craig y es un tipo frívolo, ligón empedernido, bebedor y curioso que se ve enredado en una trama de espionaje de la Guerra Fría con secuestros, persecuciones y hasta una escena en una convención nudista que provoca carcajadas.
No la dirigió Alfred Hitchcock, sino Mark Robson, y no la protagoniza Cary Grant, sino Paul Newman, pero casi no se nota: es divertida, ágil y estilosa. Está en Filmin.
Consulto de vez en cuando Bienvenidos a la fiesta, y el día que tenga hijos prometo entrar a diario. El autor del blog es Luis Daniel González y está dedicado principalmente, aunque no en exclusiva, a la literatura infantil y juvenil.
El autor tiene un gusto envidiable, de modo que no hay riesgo de encontrarse con esos libros panfletariamente aburridos que suelen acabar como lectura obligatoria en los colegios. Sí hay, en cambio, muchas historias de aventuras, detectives o piratas, álbumes ilustrados, cómicos y también algunos para adultos con espíritu joven. No hay que perderse las listas de lecturas por edades.
Lo he releído hace poco y me ha gustado más que la primera vez (y mucho más que la película). Una prosa de muchísimos quilates, descripciones llenas de sabor y un sentido del noblesse oblige muy antiguo, pero muy valioso. No resumo la historia porque la conocerá todo el mundo. «Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong…». Editado por Alfaguara.
Un pódcast, una novela negra, otra del Oeste, una entrevista, una crónica y dos películas para el mes de julio más atípico de los últimos tiempos.
Recomendaciones veraniegas que demuestran que los clásicos nunca defraudan: libros de viajes, un western o las novelas de capa y espada de Alejandro Dumas.