David Vicente Casado | 30 de septiembre de 2020
El exministro del Interior afirma que «algunos piensan que estar a favor de la eutanasia es algo concebido como progresía, y estar en contra es reaccionario».
José Luis Corcuera (Pradoluengo, 1945) es una de las 100 personalidades de la vida española que han firmado el manifiesto de la Plataforma de Los 7000 en contra de la ley de eutanasia que el Gobierno quiere aprobar.
Pregunta: ¿Cómo se ha conseguido aunar las firmas de personas tan diversas y tan importantes?
Respuesta: La llamada que recibí del presidente de la plataforma y el documento que me remitió recoge, en buenísima medida, mi percepción sobre la discusión que se ha abierto en España sobre la eutanasia y mi acuerdo total con su contenido. En este asunto, la libertad de conciencia debe ser una premisa fundamental y, además, dejar las ideologías al margen de un debate de esta naturaleza, so pretexto de que algunos piensan que estar a favor de la eutanasia es algo concebido como progresía, y estar en contra es reaccionario. Conozco a un sinfín de gente que se dice de izquierdas que son unos perfectos reaccionarios.
Estamos en un país donde, por desgracia, se ha abierto la veda que tratamos de cerrar en la Transición política española de 1978 y donde hay auténticos expertos en dividir a la sociedadJosé Luis Corcueran, exministro del Interior
Pregunta: ¿Qué se ha hecho mal para que un tema tan importante como la vida y la defensa de la vida se haya politizado y se haya polarizado en dos bandos?
Respuesta: Estamos en un país donde, por desgracia, se ha abierto la veda que tratamos de cerrar en la Transición política española de 1978 y donde hay auténticos expertos en dividir a la sociedad. Pero quienes, de forma aparente, su manera de pensar siempre la traducen como lo mejor que puede existir en el mundo, y a quien discrepa de ellos suelen tratarlos de fascistas, pues yo les digo con absoluta naturalidad y con el aval de mis muchos años de ejercicio de sindicalista, incluso antes de la muerte de Franco, que si hicieran el ejercicio de instrospección suficiente como para verse por dentro verían el fascismo en tecnicolor. Yo tengo todo el derecho del mundo a discrepar de que esta ley de eutanasia sea puesta en práctica y todo el derecho del mundo también a favorecer unos servicios de asistencia contra el dolor y la atención de vida que tiene que tener todo ciudadano, para sentirme plenamente satisfecho de lo que he firmado.
Pregunta: ¿Qué significan para usted los cuidados paliativos?
Respuesta: Son el instrumento, a mi juicio, fundamental e ideal para que alguien, ya sea al final de su vida, a una edad temprana, que se encuentra en un periodo de sufrimiento por una determinada enfermedad, pueda ser atendido con el mayor rigor, el mayor de los afectos, para que su despedida de este mundo sea digna y sin dolor.
El exalcalde de La Coruña y exembajador de España en la Santa Sede afirma que «un católico, con esta ley, no puede ser médico ni enfermero, porque un católico no quiere aplicar el aborto ni quiere aplicar la eutanasia».
La vicepresidenta de la Fundación Villacisneros afirma que este Gobierno «no encuentra, desgraciadamente, una oposición firme y contundente que defienda, ideológica y pedagógicamente, lo más sagrado que tenemos, que es la vida».