Aquilino Duque

Poeta y escritor. Cursó estudios medios y superiores en Sevilla y amplió estudios en Inglaterra y Estados Unidos. Cultivador de géneros diversos, tiene el premio “Washington Irving” de cuentos, el “Leopoldo Panero” y el “Fastenrath” de poesía, más el Nacional de Literatura por su novela El mono azul.

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Tamarón en «Samisdat»

Lo que sé es que nada de lo que ahora veo lo había visto antes, y que no son pocas las sorpresas que nos da con la tijera y la goma arábiga este enemigo del Quijote a quien el dedo gubernamental puso en su día al frente del Instituto Cervantes.

Una afinidad sorprendente: Blas Piñar y José Hierro

Una afinidad sorprendente: Blas Piñar y José Hierro

Si pongo juntos sus dos nombres es porque, por debajo del posible gesto de caballerosidad hacia un presunto adversario, hubo posiblemente una inefable afinidad estilística en la común devoción por el Poeta de la Raza.

La Historia y sus sorpresas

La Historia y sus sorpresas

Los cien años de Ramón Carande son años en los que pasaron muchas cosas en España y en el mundo, y es mucho el partido que de ello puede sacar un investigador o un memorialista que, además, tenga buena pluma.

La venganza y la revancha

La venganza y la revancha

La gran venganza es una lección magistral de historia contemporánea que va desde la proclamación de la Segunda República hasta estas fechas, en que nos encontramos en una situación que cada vez se parece más a la que dio pie a la Guerra Civil.

La descristianización de las masas

La descristianización de las masas

La pazada por la izquierda en España y los intentos fallidos de Constitución Europea se orientaban a la creación de un mundo feliz dejado de la mano de Dios.

La Hispanidad y la Madre Patria

La Hispanidad y la Madre Patria

El argentino Marcelo Gullo publica un libro que rebate los tópicos negrolegendarios sobre España y pone en valor el legado de la Hispanidad.

Entre la Peregrina y el Fracaso

Entre la Peregrina y el Fracaso

Para mí no había más que una España y por eso busqué siempre lo que podía tener yo en común con los que tenían detrás otras experiencias nada desdeñables, por distintas que fueran de las mías.

Las manos sucias

Las manos sucias

Ahora que el obrero, gracias al paro, a la huelga y al partido socialista y obrero a través del que manda, va por fin con las manos limpias, vienen estos jueces a remangarse las puñetas y hundirse hasta los codos en trabajo y democracia.