Armando Pego
Armando Pego Puigbó (1970) es profesor universitario. Inspirado por la amistad literaria entre Dante y Guido Cavalcanti, ha desarrollado un proyecto literario, cuya estética ha denominado “stilnovismo claravalense”, a través del blog "Donna mi prega". Bajo el título general de "Trilogía güelfa" (Sevilla, 2014-2016) ha publicado en tres volúmenes una selección de sus entradas sobre poética, política, pedagogía y religión.
En su poemario Lugares comunes, Ricardo Calleja demuestra que es un formidable lector de poesía. Ese es su auténtico mérito.
José Jiménez Lozano había aprendido al lado de Qohélet que eso era ser hombre. Temer a Dios y guardar sus mandamientos consistirían en asumir de frente, sin dejarse arrastrar por la desesperación, la falta de sentido.
La gran enseñanza de Qohélet consiste, quizás, en que no se deja arrastrar por el nihilismo de su investigación, sino que desea asumir el sinsentido que describe nuestra existencia cotidiana.
Es incontestable que la fidelidad a la Tradición no podrá continuar la fantasía ni de restaurar el pasado ni de prolongar sus restos. Deberá adivinar las formas de mantenerlo presente, escatológico, en el futuro.
El «tradicionalismo» que me gustaría profesar no se reduce a una versión idílica, paradisiaca, que pretende convertir el pasado, lejano o próximo, en la compensación de las frustraciones presentes.
Juan Ramón Jiménez es el máximo poeta español del siglo XX. Pertenece a ese Parnaso escogidísimo de cuatro o cinco poetas cuyas voces en cada siglo hacen retumbar el eco originario de Orfeo.
La lectura de los poemas de juventud de Dante es, sin duda, ardua y las satisfacciones que puede deparar resultan en apariencia nimias en relación con el esfuerzo que requiere.
Para mi padre, la ciencia médica que profesaba era indisociable de su dimensión instrumental, pero la téchne debía permanecer siempre bajo el arte del cuidado.