Esperanza Ruiz
Ilicitana valencianizada. Enredo en botica y escribo tribunas en El Español y artículos en El Debate de Hoy, La Iberia y Revista Centinela. Muy responsable de mi sección literaria en Leer por Leer. Autora del libro Whiskas, Satisfyer y Lexatin en Ediciones Monóculo.
Ada Colau pondrá en marcha la Escuela de Nuevas Masculinidades, enésimo cementerio de subvenciones, para trabajadores municipales, jóvenes y hombres (con perdón) que lo soliciten.
Es tan importante saber llegar como quedarse. Ayudar, equivocarse, pedir perdón, irse, abandonar la mentalidad middle class, no dar el coñazo y permitir que cada uno viva, escriba o haga valer las redundancias como quiera
Madre es aquella que ha tenido que enterrar a un hijo y también aquella que sentirá, a buen seguro, cómo sus entrañas se encogen cuando le preguntan si destruyen los embriones que esperan congelados a colmar esa felicidad a la que cree tener derecho.
Nadie va a cesar a Pablo Iglesias y, desde luego, él, que lleva currándoselo desde el instituto, no va a renunciar a una sinecura que empezó como sueño revolucionario de época acneica.
Como en todo lo bello, en el tema del respeto por la vida se puede hacer una aproximación instintiva. No hace falta la erudición cuando la sola intuición puede marcar el camino. A veces solo es necesario un instinto primario: el de proteger al débil.
La Resurrección no es un acontecimiento diurno, tuvo lugar de madrugada. No todos pueden verlo. Volveremos a amar y a bailar; la libertad, en realidad, nunca la hemos perdido. Porque creemos somos libres.
Adriano Erriguel clasifica las palabras en diferentes categorías dentro del lenguaje ideologizado. Habla, por ejemplo, de «palabras-trampa» o «palabras-policía».