Fernando Ariza
Doctor en Filología Hispánica por la UCM. Profesor Titular de Literatura en la USP CEU.
La Divina Comedia tiene una estructura narrativa excepcional, tan buena que casi podríamos decir que es arquetípica. Comienza con una catábasis o viaje al inframundo y continúa con la ascética subida a la montaña del Purgatorio, para terminar saltando al glorioso Paraíso.
El relato, como la Navidad, es breve e intenso. Un género literario perfecto para degustar entre comilonas, celebraciones y regalos.
Llega el fin del verano con una ruta de lugares inexplorados por los aventureros. Son tan terrestres como el suelo que pisamos y mucho más humanos.
Viajes trágicos como los de «Hamlet» o el monstruo de «Frankenstein» nos recuerdan, pese a todo, los lazos culturales del continente.
La primera parada de nuestro viaje literario nos lleva a las costas del Mediterráneo. De las ruinas de Troya a la dorada Venecia, de la mano de Virgilio o Thomas Mann.
Porque ir a Oriente, que de eso se trata, tiene mucho de viaje fantástico. Del Imperio Mongol a Japón, pasando por Persia o la literatura bélica.
Nuestro viaje literario nos lleva hasta el otro lado del charcho. Libros sobre América, sus caminos, mares y carreteras.
Comenzamos una serie de artículos que proponen una vuelta al mundo a través de la literatura.