José F. Peláez
Bachelor in Business and Marketing por la Universidad de Hertfordshire. Director de la agencia de publicidad y marketing MARKNIAC MKT. Autor del blog Magnífico Margarito.
Han sido trece meses y veintisiete textos. He hecho lo que he podido y lo mejor que he podido. Os he mirado y me habéis mirado. Soy mejor persona desde que os miro y desde que sé que me estáis mirando. Y ahora me toca irme.
Que el PSOE humille a sus cuadros a mí me da exactamente igual. Pero que nos humille al resto, a mí, a mi hija y a los que educamos en democracia y libertad, no me da igual en absoluto.
No escribo un libro porque solo me salen columnas, más o menos largas, pero columnas, escribo a base de sprints, de intensidad, de adrenalina, de destellos de oscuridad por donde entra y sale la luz. Porque necesito fecha de entrega y sin ella no puedo dar un solo paso.
La jornada de reflexión es el día en el que los ciudadanos instamos a los políticos a que repasen todas las barbaridades que han dicho en público y en privado, todas las mentiras que han pronunciado y, sobre todo, para que puedan hacerse un examen de conciencia profundo acerca de la manera en la que han tratado a la opinión pública.
Lo difícil es vivir en torero, dar las ventajas, ponerse en el sitio, citar, templar y mandar cargando la suerte, desde la honestidad, desde la verdad. Y eso es lo que está haciendo Morante. Otros están escondidos en su mito.
Para todo español, el cocido es un asunto de fe, una pequeña misa laica, una conexión espiritual con sus ancestros y su tierra.
Usted podría ser un fascista y no saberlo. Para averiguarlo debe hacerse una pregunta. ¿Es usted un italiano de los años 20 y 30? Si la respuesta es no, puede tranquilizarse: usted no es un fascista, diga lo que diga su cuñado de la ‘Complu’.
En Valladolid todos somos cristianos viejos y eso se da por hecho. La manera de mostrarlo no es cantando sino callando, exagerando el respeto, rezando sin mover los labios. Lo contrario sería ponerse en duda, la sobreexposición es sospechosa.