Juan Van-Halen
Escritor, historiador y periodista
Hoy deja de publicarse este diario digital y desde él nace otro y todo nacimiento es una buena noticia. Es un hijo digital que llega a este mundo -que no me gusta- con los más felices augurios.
¿Quiénes creyeron influir en los poderosos mientras les recitaban poemas, les ajustaban la cota de malla o les encendían el puro? La Historia se ahorma no sólo desde una sucesión de casualidades; también es una retahíla de anécdotas que no recogen sus páginas.
Perdóneseme el mal pensamiento pero, tras un somero estudio de situación, creo que Sánchez puede ser gafe. Reúne condiciones.
¿A qué PSOE votaron sus electores? ¿Al PSOE radical de un Sánchez sin careta, fundado en 2018? ¿Al PSOE socialdemócrata, centrado, de Felipe González? ¿Cuántos ciudadanos que votaron socialista se sentirán engañados?
Vivimos en el mundo de la comunicación. Se trata de ganar guerras de papel. La fórmula consiste en confrontar la opinión pública con la opinión publicada y dar valor a esta última sobre la primera.
Sánchez piensa que puede seguir engañando en todo y a todos sin consecuencias. La sociedad española puede ser pasota, y a menudo lo es, pero el número de tontos es mucho menor que el que cree Moncloa.
Un tipo educado, inteligente, que parecía saber lo que quería y que se consideraba «un sincero y leal amigo de España».
La cuestión no era retirarse sino cómo hacerlo. Y ahí fracasó Washington y Joe Biden hizo el ridículo. Lo de Afganistán es un caos.