Manuel Llamas
Periodista. Redactor jefe de Economía de Libertad Digital y Libre Mercado. Miembro del Instituto Juan de Mariana. Máster en Periodismo por la USP CEU-El Mundo.
El Banco de España reconoce que la subida del salario mínimo interprofesional ocasionó una destrucción de entre 90.000 y 170.000 puestos de trabajo. Por increíble que parezca, la izquierda española sigue sin entender que la retribución no se puede decretar por ley.
El Gobierno prepara una subida masiva de impuestos que afectará, principalmente, a las rentas medias y bajas. Un sablazo fiscal de 80.000 millones de euros que se produce en medio de la mayor crisis económica de las últimas décadas, como consecuencia de la pandemia.
Pedro Sánchez está dispuesto a protagonizar la primera reversión de competencias autonómicas de la democracia con tal de disparar los impuestos a los madrileños en contra de su voluntad.
Pese a que el Gobierno pretende erigirse en el salvador de empresas y autónomos, su actual ruina es consecuencia directa de la desastrosa gestión que ha desempeñado a nivel sanitario y económico.
La deuda pública de Cataluña supera los 78.000 millones de euros, equivalente al 36% de su PIB y al 26% de toda la deuda autonómica.
Aunque todos los países golpeados por el coronavirus sufren un importante deterioro en sus cuentas, España se sitúa ya entre los Estados con más deuda y déficit de la UE, el mayor nivel de su historia reciente.
La pandemia ha tenido un impacto colosal sobre los autónomos. Más de 500.000 mantienen su actividad parada, pero lo más preocupante es que 300.000 prevén cerrar sus negocios de forma definitiva este año.
España está bajo la dirección de un comercial vendehumos centrado exclusivamente en cultivar su imagen personal y construir un relato político con el que poder evadir responsabilidades.