Rafael Ayala
Editor de gobiernotransparente.com
La idea de tener una oficina de prospectiva es una buena idea, que solo dependa de la Moncloa no lo es tanto. El plan España Puede no tiene un sistema integral efectivo de evaluación, control y auditoria claramente definido.
Hace unos años, se instaló en nuestro país el discurso de la regeneración, la reforma y la lucha contra la corrupción. Hoy esta corriente se ha volatizado en los relatos y discursos.
La mejor rendición de cuentas de un Gobierno, entre ola y ola del virus, sería cumplir con la transparencia, organizar los datos y abrir la gestión a expertos académicos y no académicos.
La pandemia agitó la importancia que tiene el conocimiento de la gestión pública y política de nuestros gobernantes.
Las Nuevas Generaciones discurren en la actualidad por una agonía y una parálisis que contrasta con la organización juvenil que hace unos años fue pujante y símbolo de la lucha por la libertad en territorios como el País Vasco, donde el nacionalismo la acosaba constantemente.
La crisis del coronavirus nos ha permitido comprender mejor nuestras organizaciones públicas, saber qué podemos esperar de ellas y lo que no pueden ofrecernos. Esta situación representa una oportunidad y la colaboración con el sector privado supone un apoyo fundamental.