Manuel Alfonseca | 14 de enero de 2019
El pasado día 2 de enero, una nave espacial china alunizó en la cara opuesta de la Luna. El hecho de que la Luna rote alrededor de su eje en el mismo tiempo en que se mueve en órbita elíptica alrededor de la Tierra tiene como consecuencia que nuestro satélite siempre nos presenta la misma cara. Durante muchos siglos, la cara oculta de la Luna fue un enigma.
En 1870, la novela de ciencia ficción de Julio Verne Alrededor de la Luna deja abierta la posibilidad de que en la cara oculta de la Luna haya aire, agua, vida y hasta selenitas inteligentes. Mientras los tres viajeros pasan sobre la cara oculta en plena noche lunar, sin poder ver nada de lo que hay en la superficie, un relámpago repentino provocado por una lluvia de meteoritos ilumina por un instante la zona oculta y les muestra nubes, mares, bosques… o, al menos, eso es lo que creen ver los deslumbrados observadores.
Lunar rover #Yutu2 has been driving on the far side of the #moon after separating from the lander and scientific devices on both the lander and rover are currently gathering data, the China National Space Administration (CNSA) said late Friday pic.twitter.com/zFbhXCvAWV
— People's Daily, China (@PDChina) January 4, 2019
En realidad, podemos ver directamente algo más de la mitad de la superficie de la Luna. Al girar alrededor de la Tierra, la Luna se bambolea ligeramente (libración), y unas veces descubre una pequeña parte de la cara oculta en uno de sus bordes; otras veces muestra otra pequeña parte en el borde opuesto. En total, podemos ver así, en uno u otro momento, un 18% de la cara oculta, por lo que solo el otro 82% permanece siempre fuera de nuestra vista. Con otras palabras: vemos el 59% de la superficie total de la Luna y se nos oculta el 41%.
La primera nave espacial no tripulada que circunvaló la Luna y pudo ver la cara opuesta fue la cápsula soviética Luna 3, que el 7 de octubre de 1959 tomó las primeras fotografías, que permitieron a la Academia de Ciencias de la URSS publicar, un año después, el primer atlas de la cara opuesta de la Luna. Más tarde, en 1965, otra cápsula soviética no tripulada, Zond 3, volvió a circunnavegar la Luna y obtuvo fotografías con mayor resolución. Se descubrió así que la cara oculta está plagada de cráteres, pero carece de “mares” (llanuras de lava) como los que salpican la cara visible de la Luna.
La primera vez que algunos seres humanos vieron directamente la cara oculta fue en diciembre de 1968, cuando los tres astronautas del Apollo 8 circunnavegaron varias veces la Luna. Varios astronautas de las misiones sucesivas del proyecto Apollo, que puso al primer hombre en la Luna (Apollo 11, 20 de julio de 1969), también pudieron ver la cara oculta mientras circunnavegaban la Luna.
La sonda espacial china (Chang’e 4, cuyo nombre hace referencia al de la diosa china de la Luna) es la primera en la historia que se ha posado en la cara opuesta, en la cuenca Aitken, próxima al polo sur, uno de los terrenos de impacto más grandes del sistema solar, y dentro del cráter Von Kármán, de 186 kilómetros de diámetro. Se trata de una nave no tripulada, al estilo de las misiones marcianas de la NASA, provista de un vehículo robot, Yutu 2 (Conejo de Jade 2), que tiene por objeto la exploración del cráter.
El programa lunar chino empezó en 2007 con la sonda espacial Chang’e 1, que durante año y medio voló alrededor de la Luna hasta estrellarse contra ella en 2009. El primer alunizaje chino controlado lo realizó la sonda Chang’e 3 el 14 de diciembre de 2013. Era la primera vez que una sonda terrestre se posaba en la Luna desde que lo hizo la cápsula soviética Luna 24, en agosto de 1976, que consiguió regresar a la Tierra con muestras lunares.
¿Qué puede obtener la sonda china que acaba de alunizar por primera vez en la cara opuesta?
En cuanto a futuras misiones tripuladas a la luna, China prevé realizar alguna hacia el 2036, y Corea del Norte ha anunciado también intenciones en ese sentido, aunque no será pronto. En cuanto a la NASA, tiene planes y presupuestos para intentar lanzar una sonda lunar no tripulada en el 2022, pero aún no hay fecha para un nuevo intento tripulado, porque dependería del resultado del anterior.