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Ciencia

La fe ciega en las verdades matemáticas aleja a la física moderna del contacto con la realidad

Manuel Alfonseca | 26 de julio de 2017

Ciencia

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La física ha perdido el contacto con la realidad, aferrándose a la verdad propiciada por las matemáticas. Los medios de comunicación se dejan llevar por el atractivo de teorías físicas que muestran esta desconexión con la realidad, como las del multiverso, la teoría del todo o la posibilidad de hacer viajes en el tiempo. 

En su famoso libro The discarded image, publicado en 1964, unos meses después de su muerte, el teólogo y novelista C.S.Lewis se adelanta a su tiempo y predice una situación que hoy día, en la ciencia física, se ha convertido en algo usual y que no augura nada bueno para el porvenir de esta ciencia. Veamos una cita pertinente:

Las matemáticas son ahora lo más cercano a la realidad que podemos obtener. Cualquier cosa imaginable, incluso cualquier cosa que pueda ser manipulada por concepciones ordinarias (es decir, no matemáticas), lejos de ser una verdad más a la que nos llevaron las matemáticas, es una mera analogía, una concesión a nuestra debilidad. Sin parábolas, la física moderna no habla a las multitudes. Incluso entre ellos, cuando tratan de verbalizar sus hallazgos, los científicos empiezan a hablar de esto como «hacer modelos»… A veces [los modelos] ilustran este o aquel aspecto de [la realidad] mediante una analogía. A veces no ilustran, sino que simplemente sugieren, al igual que los dichos de los místicos… Al aceptar [una expresión como] la «curvatura del espacio» no estamos «conociendo» o disfrutando de la «verdad» de la manera que en otro tiempo creímos posible.

Con otras palabras, para un físico de hoy, las matemáticas tienden a ser más reales que la realidad, suponiendo que esta exista. Pero, si no existe la realidad, ¿por qué funciona la ciencia, cuando se aplica sobre la realidad en forma de tecnología? Cualquiera de las teorías filosóficas idealistas, o incluso negacionistas, que han proliferado desde el siglo XVIII hasta nuestros días debe enfrentarse con este hecho incontrovertible. Ninguna de ellas ha podido eludirlo, ni mucho menos explicarlo. Veamos algunos ejemplos de la pérdida de contacto de la física moderna con la realidad:

Las teorías del multiverso

Hay al menos seis diferentes, todas incompatibles entre sí (véase este artículo en mi blog). Ninguna de ellas es científica, porque ni pueden comprobarse ni pueden echarse abajo. En el mejor caso, son teorías montadas sobre construcciones matemáticas. En el peor, son simples afirmaciones sin base, como la de que todo agujero negro de un universo se convierte en el Big Bang de otro o, el caso más extremo, el multiverso matemático de Tegmark, que afirma que toda construcción matemática coherente es un universo que debe «existir en algún sitio» (no se sabe muy bien qué significan las palabras «existir» y «en algún sitio» en este contexto).

La teoría del todo

Se supone que el modelo estándar de física de partículas, junto con el modelo cosmológico estándar, están tan firmemente establecidos que ya lo sabemos todo, no nos queda nada por averiguar. Nada más lejos de la realidad. Existen numerosos argumentos que demuestran que ambos modelos son incompletos y pueden incluso ser incorrectos. Aquí pueden encontrarse algunos respecto al primero y aquí, respecto al segundo. Cuando los medios de comunicación y los físicos hablan de la teoría del todo, están incurriendo en la falacia lógica petitio principii: dar por demostrado lo que no lo está.

Teorías exóticas

Probablemente no tienen nada que ver con la realidad, pero despiertan la atención de los medios de comunicación, como en un artículo que publicó ABC con este titular: «Crean un modelo matemático para construir una máquina del tiempo». El mismo autor del trabajo reconoce que su modelo matemático probablemente nunca podrá aplicarse, porque no corresponde a la realidad. Por otra parte, existen profundas razones filosóficas y científicas para pensar que los viajes en el tiempo nunca serán posibles. Pero eso no obsta para que los medios, no solo generalistas, sino también los científicos, aireen este tipo de noticias como si tuvieran alguna importancia, aparte de incorporar modelos matemáticos coherentes, pero irreales.

“Pasado y el futuro no son sino una ilusión muy convincente” dijo Einstein. ¿Podemos, entonces, viajar en el tiempo? https://t.co/dFlbiA6429

— EL PAÍS (@el_pais) May 16, 2017

Se ha dicho que la física es la reina de las ciencias experimentales. Si la física pierde el contacto con la realidad, ¿qué será de la ciencia en general? ¿Estamos abocados al final de la cadena de descubrimientos científicos que comenzó en la Edad Media y ha durado, casi sin interrupción, hasta nuestros días?

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