Manuel Alfonseca | 10 de mayo de 2018
Stephen Hawking ha sido durante décadas un icono científico para los medios de comunicación. Su penosa situación personal lo ha convertido en una figura mediática, que atrae indefectiblemente la atención. Por ello, dichos medios tienen cierta tendencia a exagerar su labor científica, atribuyéndole logros que él no había conseguido y que sería el primero en repudiar, si estuviera aún entre nosotros.
Por ejemplo, con ocasión de su muerte, en diversos medios han aparecido los siguientes titulares:
Difícilmente pudo Stephen Hawking crear la teoría del big bang, pues fue propuesta por Georges Lemaître en 1931, más de diez años antes de que Hawking naciera. En 1948, cuando Hawking tenía 6 años, George Gamow, Ralph Alpher y Robert Herman predijeron que, si la teoría del big bang era correcta, debería existir una radiación cósmica de fondo, y la composición media de la materia del cosmos estaría formada por 75% de hidrógeno y 25% de helio. Ambas predicciones se confirmaron en los años sesenta, antes de que Hawking dedicara su atención a la teoría.
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Lo que hizo Hawking (junto con Roger Penrose), en 1970, fue formular unos teoremas de singularidad que demuestran que las ecuaciones de Albert Einstein solo son compatibles con universos en los que exista al menos una singularidad (un punto de densidad infinita). En nuestro caso, esa singularidad sería el big bang. Pero Hawking, desde luego, no fue el autor de la teoría del big bang.
Hawking tampoco creó la teoría de los agujeros negros, como sostiene el cuarto titular. En efecto, la existencia de los agujeros negros fue propuesta en 1916 por Karl Schwarzschild, partiendo de la teoría de Einstein. La teoría aplicable a estos objetos misteriosos se desarrolló durante los años sesenta. La participación de Stephen Hawking tuvo lugar en 1974, cuando propuso que los agujeros negros quizá no fueran tan negros, pues de ellos podría escapar la radiación de Hawking, como consecuencia de la aplicación de la mecánica cuántica en las proximidades del horizonte de sucesos del agujero negro. De nuevo, los medios han convertido un avance puntual en el descubrimiento original, que se realizó mucho antes de que Hawking naciera.
Los universos paralelos, última contribución de Stephen Hawking a la ciencia #AFP https://t.co/vmfgEBMRpU pic.twitter.com/00lZpngj0x
— Agence France-Presse (@AFPespanol) May 7, 2018
El colmo es que le atribuyan la teoría del todo, como en el segundo titular mencionado. La teoría del todo es un nombre imaginativo (pero no real) dado por algunos físicos a la teoría estándar de física de partículas. Dado que Hawking jamás trabajó en dicha teoría estándar, atribuirle su creación parece una libertad excesiva.
Recientemente se ha hecho público un artículo póstumo publicado por Stephen Hawking, junto con Thomas Hertog. De nuevo, los medios se han lanzado a divulgarlo con titulares tan delirantes como los siguientes:
¿Cuál es la realidad respecto a este último artículo de Hawking? Existe una teoría cosmológica (el universo inflacionario) que fue propuesta primero por Alan Guth, en 1979, y modificada en los años noventa por Andrei Linde, Paul Steinhard y otros autores. Existen varias versiones diferentes de esta teoría. Una de ellas propone que el universo empezó, no en el big bang, sino en un estado al que se ha dado el nombre de inflación eterna, del que nuestro universo habría pasado en cierto instante (que deberíamos considerar como el origen del tiempo) al estado de expansión cósmica reducida en que nos encontramos. De acuerdo con esta teoría, otras regiones de la inflación eterna podrían haber pasado al mismo estado que nosotros (o a otro parecido), con lo que en realidad habría un multiverso, varios universos independientes entre sí y con propiedades diferentes. Esta teoría, que no ha sido comprobada científicamente, podría unificarse con la teoría de cuerdas o la teoría M, que también procede de los años noventa.
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¿Qué han hecho Hawking y Hertog en su último artículo? Han modificado ligeramente la teoría inflacionaria para simplificar el paso de la inflación eterna al universo en expansión. Como consecuencia de su análisis, proponen que el número de universos del multiverso inflacionario debe de ser mucho más pequeño de lo que se creía (nunca se afirmó que fuese infinito). Se trata, pues, de un ajuste realizado sobre una teoría ya existente.
Pero claro, los medios, que nunca se enteran de nada, han lanzado las campanas al vuelo anunciando que Hawking es el autor de la teoría del multiverso (lo llaman universos paralelos) y de la inflación eterna. Como siempre, Stephen Hawking, mal que le pese, lo ha descubierto todo.