crubio | 16 de diciembre de 2016
Para hacer una película sobre un infiltrado en el narcotráfico de los años 80 lo mejor es servirse de una historia real, un buen guión y unos actores que conozcan el paño. El director Brad Furman salió medio airoso de Runner, runner (2013) y ahora pone en pantalla una novela original del propio agente Robert Mazur con una sobriedad más que aceptable en las más de dos horas de duración.
El film llega con mucho retraso a España. Estrenada en julio de 2016 en EEUU, aterriza en las salas de nuestro país casi cinco meses después, quizá, sacada del contexto de series y películas con ese trasfondo de droga que últimamente nos inundan. Cabe esperar que con fines preventivos y no con la idea de que los jóvenes quieran emular a Pablo Escobar o a Walter White.
Hablando de Walter White, protagonista de Breaking Bad, y al que da vida Bryan Cranston, el mismo que se pone al frente del infiltrado más conocido de EEUU, Robert Mazur. La película narra con bastante credibilidad cómo Mazur se hizo pasar por el mejor tipo lavando dinero de la droga y al que todos los capos de los años 80 que vivían de la cocaína de Pablo Escobar le confiaban su dinero y sus confidencias.
A Cranston le acompaña en la puesta en escena la actriz alemana Diane Kruger que ya se acercó a este tipo de historias con la serie The Bridge. Es curioso cómo ha mejorado su acento español. En la serie apenas era capaz de entenderse con los mejicanos y en El Infiltrado es capaz de mantener una conversación con la familia Alcaino (Benjamin Bratt y Elena Anaya). Aquí, Kruger interpreta a Kathy Ertz la policía que se hizo pasar por esposa de Mazur en sus relaciones con los traficantes. El último de los protagonistas es John Leguizamo, el policía Emir Abreu que pone a Mazur en contacto con los narcos, el actor colombiano también estuvo presente en una película similar pero más dura, El Consejero.
Droga, mafia, policías, EEUU… la mezcla no es del todo buena sin banda sonora. Chris Hajian sólo es capaz de dar una nota aceptable en una escena. Los acordes tampoco es que sean originales pero dejan un recuerdo a la cabecera de la segunda temporada de True Detective. Algo que lo asimila bastante bien la fotografía de Mazur y Ertz en un descapotable por Miami Beach.
El regusto final es curioso y entretenido por manido que sea en el cine. La película se cierra describiendo qué fue de cada personaje en la vida real, incluido el infiltrado Mazur y toda la troupe de narcos a los que, junto a su indiscreto maletín, es capaz de meter entre rejas.
Hay que destacar dos actores españoles en el reparto. Elena Anaya dando vida a Gloria Alcaino, esposa del traficante Roberto Alcaino (Benjamin Bratt) y Rubén Ochandiano que interpreta a uno de los matones de Javier Ospina y debuta así en el cine americano.