Ramón Fuentes | 14 de julio de 2017
Justo hace un año, entraba en vigor el nuevo contrato millonario de la Premier League que dotaba a todos los equipos de la competición inglesa de cantidades industriales de dinero para lanzarse al mercado en busca de refuerzos. Como era de esperar, la Liga española fue el primer sitio donde pusieron sus ojos. El sueño de los grandes dueños de los clubes ingleses habría sido poder haber fichado a los “cracks” con los que cuenta actualmente la Liga española: Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Griezmann, Luis Suárez, Modric, Sergio Ramos, etc.
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— Álvaro Negredo 9️⃣ (@AlvaroNegredo9) May 24, 2017
Pero pronto se dieron cuenta de su error; de ahí que tuvieran que mirar al amplio mercado de grandes jugadores que militaban en nuestro fútbol. Especialmente, a futbolistas de equipos de la parte alta de la tabla a quienes podían “tentar” con suculentas ofertas económicas, contratos megamillonarios e inimaginables para muchos clubes de la Liga española. Si bien la competición patria goza de una enorme salud económica, el contrato audiovisual actual es casi dos veces inferior al que poseen los clubes ingleses.
De ahí que, hace ahora justo un año, se inició una emigración de futbolistas españoles en busca de las ansiadas Islas, para hacer lo que tradicionalmente llaman las “Américas”. Allí se marchó una buena retahíla de jugadores. Sin duda, los mediáticos fueron Nolito, entonces en el Celta, y que fue traspasado al Manchester City; Fernando Llorente se marcho al Swansea, después de su experiencia en el Sevilla, Pedro abandonaba a última hora el Fútbol Club Barcelona, rumbo al Chelsea de Londres.
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— Pedro Rodríguez (@_Pedro17_) May 12, 2017
A estos tres grandes traspasos hay que sumar otra larga lista que forman el sportinguista Luis Hernández, traspasado al flamante y sorprendente Leicester, ganador de la Premier en 2016; Bellerín, que dejó el Valencia para irse a otro de los grandes equipos de la city londinense, el Arsenal de Arsene Wegner, o Borja Bastón, que decidió apostar también por el Swansea. La lista se completa con Álvaro Negredo (cedido del Valencia al Middlesbrough), Barragán (también del Valencia al Middlesborugh) y con todos unos clásicos que ya llevan unos años en la Premier League, como son Ander Herrera (Manchester United), David de Gea (Manchester United), David Silva (Manchester City), Alberto Moreno (Liverpool), Jesús Navas (Manchester City), Cesc Fábregas (Chelsea) o Cazorla (Arsenal). Un caso especial es Gerard Deulofeu, propiedad del Everton desde hace dos temporadas y que jugó cedido el Milan este tramo final de la reciente temporada 2016-2017.
Pues, como se suele decir en estos casos, y utilizando un refrán muy castizo, cómo se nota que la “cabra tira al monte”. Parece un tópico, pero está claro que España es diferente, que tiene algo especial. Esa piel de toro, sus gentes, sus fiestas, el calor y el cariño de la familia. Digo todo esto porque muchos de estos jugadores que apostaron por coger la maleta a cuestas y lanzarse a la aventura, justo un año después, han decidido volver a casa. Como también dice el famoso anuncio navideño, “vuelven a casa por Navidad”.
¡Bienvenido a tu casa, @JordiAmat5! ??? pic.twitter.com/q51cOyB7lD
— Real Betis Balompié (@RealBetis) July 10, 2017
Y en esas estamos ahora mismo. Jordi Amat cerraba un acuerdo para jugar en el renovado Betis de Quique Setién. Sin duda, no es mala plaza, considerando las grandezas y riquezas de la ciudad de Sevilla. Otro caso bien reciente es Borja Bastón, que acaba de desembarcar en la Costa del Sol para ponerse a las órdenes del Málaga de Michel. El pasado 30 de junio, el Barcelona hacía efectiva la opción de compra de Gerard Deulofeu, que vuelve a su Fútbol Club Barcelona natal.
Mención aparte, merece el caso de Diego Costa. El hispanobrasileño era fichado en el verano de 2014 por el Chelsea, después de una extraordinaria temporada en el Atlético de Madrid. En la operación también estaba incluida la compra de Filipe Luis. Pues bien, no hay día desde entonces que Diego Costa no haya deseado su vuelta a España.
Filipe Luis lo hizo justo un año después y, de nuevo, al Atlético de Madrid. Diego Costa ha vivido un vía crucis personal que podría resolverse en estas próximas semanas. Sí, tres años después, Costa puede ver cumplido su sueño de regresar a la capital de España, al sitio de donde nunca debió marcharse. Y, además, al Atlético de Madrid.
El Chelsea arranca sin Diego Costa https://t.co/okXjpZkFNc pic.twitter.com/Nyc1wmXWFv
— MARCA (@marca) July 10, 2017
Ahora falta saber cómo se gesta esa operación, porque el equipo rojiblanco está sancionado por FIFA y no puede inscribir jugadores hasta el 1 de enero. Y esto obliga a buscarle un sitio donde poder seguir jugando como cedido hasta su incorporación, en 2018, al equipo de la ribera del Manzanares. Otra opción pasaría por estar en Madrid, bajo la disciplina de Simeone, pero sin poder jugar partidos oficiales. Pase lo que pase, el hispanobrasileño cuenta las horas para ver cumplido su sueño, regresar al Atlético de Madrid, equipo de donde nunca debió marcharse.
Curiosa, sin duda, la situación de Manuel Agudo “Nolito”. El exjugador del Celta está como loco por volver a España. No hay día en que no eche de menos su Sanlúcar de Barrameda natal. Primero, sonó para el Sevilla, ahora dicen que podría regresar a Vigo. Vaya donde vaya, lo que no desea por nada del mundo es tener que regresar a la tierra del “fish and chips” y ahora del brexit.
Otros que están buscando quedarse en España, sea como sea, son Álvaro Negredo o Fernando Llorente. La aventura inglesa no ha sido nada reconfortante. Parece que algo similar sucede con Bellerín. Hace unas semanas, sonaron campanas del Fútbol Club Barcelona. De momento no hay nada, pero el internacional español seguro que estaría como loco por aterrizar en la Ciudad Condal junto a la MSN (Leo Messi-Luis Suárez-Neymar). Otro que dicen podría volver es Jesús Navas. Y lo haría a su Sevilla de siempre, donde se crió como futbolista y como persona.
#FCB El gran sacrificio de Bellerín para fichar por el Barça https://t.co/kKvAlnbKqX pic.twitter.com/HRS8rfNSEN
— Diario SPORT (@sport) July 9, 2017
Estos casos nos recuerdan a otros más históricos, como el de Reyes, a quien su aventura en la Premier fue lo más parecido a un calvario, u otros, como Arbeloa o Xabi Alonso, a quienes su exitoso paso por el Liverpool de Benítez les permitió fichar por el Real Madrid. Y, así, podríamos seguir con muchos más casos y todos con un denominador común. Como España, no se está en ninguna parte. Su clima, su comida, su gente y, encima, su extraordinaria Liga, que sigue siendo la envidia del mundo entero.
Pero todo esto no quita que haya jugadores que decidan ponerse la venda en los ojos y sigan apostando por la Premier League como el destino idílico para jugar al fútbol y cerrar megacontratos. Es el caso de Sandro, Roque Mesa e Iborra. Hay que decir, en su defensa, que muchas veces su marcha se debe a la incapacidad económica de los clubes para retenerlos. Y no olvidemos que la carrera de un futbolista es muy corta.
Roque Mesa se despide entre lágrimas del equipo de su vida.https://t.co/1ckmD5ZKaO #GraciasRoque pic.twitter.com/doh9FB4rms
— UD Las Palmas (@UDLP_Oficial) July 7, 2017
Le deseamos lo mejor a Sandro, quien, tras una excelente temporada en el Málaga y habiendo sonado para el Atlético de Madrid e incluso el propio Real Madrid, ha decidido apostar por el Everton. No es mala plaza el equipo londinense, donde coincidirá con el mítico Wayne Rooney. Otro caso llamativo es el de Roque Mesa, ídolo en la Unión Deportiva Las Palmas y que acaba de fichar por el insistente Swansea. La operación le deja 12,5 millones de euros al club canario.
Y otro traspaso reciente y muy sonado es Vicente Iborra, gran capitán del Sevilla y que se incorporaba hace unos días a la disciplina del Leicester. Y todavía queda mucho verano hasta el 31 de agosto para que surjan nuevos emigrantes. La gran incógnita está en saber cuánto tardarán en volver. Hay muchos otros casos que han decidido emigrar a otras ligas. Pero eso es harina de otro costal. Lo que está claro es que, como en España, no se vive ni se juega en ningún lugar del mundo.