Pablo Casado Muriel | 12 de diciembre de 2016
Siempre he considerado que el Museo Naval de Madrid es una joya dentro de la oferta cultural de la ciudad que no cuenta con la prensa necesaria para poner en alza su valor. En sus salas encontramos verdaderas obras de arte y fragmentos más que interesantes de la historia de España. Una historia que, en gran medida, forjaron los marineros.
La exposición que acoge hasta el 12 de febrero es un perfecto ejemplo de cómo los mares se convirtieron en escenario de hazañas y descubrimientos que dieron forma a la sociedad que hoy conocemos. El Galeón de Manila unió tres continentes: Europa, América y Asía. Una ruta comercial abierta en el siglo XVI y que durante 300 años supuso una puerta abierta al intercambio cultural, religioso y social.
A través de las salas de este Galeón de Manila se repasan los hitos más destacados de esta ruta. Desde el primer viaje de ida y vuelta desde América a Filipinas, en 1565, hasta que los movimientos independentistas latinoamericanos pusieron fin al domino español en aquella ruta. Los pasos van acompañados de multitud de mapas, modelos a escala de aquellos barcos, e imágenes de ilustres marineros como Elcano, Legazpi o Andrés de Urdeneta.
A los puertos españoles de Sevilla y Cádiz llegaban cada año multitud de productos asiáticos como las especias, las sedas o las porcelanas chinas. Exotismo en estado puro que podemos apreciar en esta exposición.
No podemos olvidar que la expansión territorial de España siempre fue acompañada de un afán evangelizador. De aquella misión aún quedan multitud de recuerdos y frutos que pueden comprobarse en países como Filipinas, donde se conservan las tallas que llevaron los misioneros españoles a través del Galeón.
Más allá de la multitud de incentivos que cualquier amante de la Historia o la navegación puede encontrar en esta exposición, hay que destacar el afán del Museo Naval por convertir la visita en toda una experiencia innovadora y su interés por acercar la cultura a los más pequeños.
El Galeón de Manila cuenta con una interesante propuesta de realidad aumentada. Un mapa con el que, a través de una aplicación, los visitantes pueden conocer los viajes que hicieron posible esta ruta comercial, desde la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano hasta el primer tornaviaje de Legazpi y Urdeneta.
Una experiencia en 3D que permite ver más cerca modelos de naos, galeones y las penurias y peligros que cualquier viaje de este tipo, a través del océano, suponía para los marineros.
Innovaciones como la realidad aumentada suponen un paso más en los trabajos del Museo Naval por acercar el legado marítimo español a todos los públicos
Para aquellos que prefieran lo físico a lo digital, el Museo Naval ha dado forma a una recreación del interior de una bodega. Una sala en la que poder sentirse como un miembro de la tripulación dentro de aquellas ciudades flotantes que eran los navíos que surcaban los mares de continente a continente.
Con El Galeón de Manila el Museo Naval da un paso más en su labor por recuperar el legado de la historia naval española y acercársela a todos los públicos. Tres continentes unidos por marineros. Economía, cultura y religión de un lado al otro del mundo.