Fernando Bonete | 01 de marzo de 2019
La editorial Turner parece haberse tomado muy en serio aquello de “lo bueno, si breve…”. Su colección Historias mínimas aplica el “arte de prudencia” del repetido aforismo a muy diversas realidades: la literatura, la ciencia, la política, el deporte, pero sobre todo la historia; ahí se encuadra, de hecho, el destacadísimo ejemplo inaugural de la colección con Juan Pablo Fusi y su Historia mínima de España.
Toda temática que venga a engrosar su catálogo es sometida a la máxima concisión posible para contar lo esencial en el menor número de páginas posible. Historia mínima de Venezuela, en colaboración con El Colegio de México, es el último ejemplo de este ejercicio de síntesis.
Obra de concisión para el que, como en el resto de Historias mínimas, contamos con voces sobresalientes en la materia. Los historiadores Elías Pino Iturrieta (como autor y coordinador), Manuel Donís Ríos e Inés Quintero Montiel abordan la historia completa del país americano, desde su prehistoria hasta nuestros días, en apenas 250 páginas.
No cabe pensar en momento más oportuno para la publicación de Historia mínima de Venezuela. En una etapa trascendental para el país, y aun para toda América Central, el acercamiento a esta historia reducida nos proporciona la información necesaria para comprender, entre otros asuntos, la verdadera naturaleza de la crisis política actual, y el origen y arraigo del espíritu revolucionario y sus héroes, más allá de las mitificaciones.
En su brevedad, o mejor, gracias a su brevedad, el estudio es capaz de ofrecer una versión desapasionada y medida de los hechos que permite que estos hablen por sí mismos. El lector podrá, no solo poner en contexto, sino entender a fondo en la mera lectura de los acontecimientos históricos la Venezuela de hoy.
Lo desorbitado del significado actual atribuido a los héroes nacionales, en especial a Simón Bolívar. Que la voluntad centralizadora, la autocracia y el personalismo del régimen actual tienen precedentes similares, desde el caudillismo y el “guzmanato” decimonónicos, hasta las crecientes acumulaciones de poder de Cipriano Castro que desembocaron en la dictadura de Juan Vicente Gómez y Gobiernos subsiguientes. Que la fama de Venezuela como nación productora y exportadora de petróleo, así como su dependencia del crudo para sostener su economía, acumulan más de un siglo y sus mandatarios han sacado provecho personal y político de esta circunstancia. Que lo extraño en su historia más reciente no han sido las tensiones sociales y la inestabilidad política, por desgracia constantes durante las últimas dos décadas…
Todo tiene su reflejo en el pasado, y esta Historia mínima de Venezuela nos ayuda a entenderlo para arrojar suficiente luz al presente. Pero ya lo dijo el escritor y periodista colombiano Héctor Abad Faciolince con respecto a la Historia mínima dedicada a Colombia: “…es un libro al que casi nada le hace falta: en su brevedad, es exhaustivamente certero, neutro, completo”. Para Historia mínima de Venezuela no cabe sino suscribir dicha opinión e invertir el aforismo inicial: “lo breve, si bueno…”.
Su vida política sirve para explicar el periodo que llevó a España desde la monarquía de Alfonso XIII hasta la Guerra Civil.