Carlos Gregorio Hernández | 16 de febrero de 2017
El centenario de la Revolución Rusa permite la reedición de multitud de obras que se enfrentan a los comentarios nostálgicos de quienes pretenden reescribir la historia.
“Feliz 2017. Que el centenario de la más hermosa revolución de la historia, sea estímulo para la construcción de fraternidad internacional”. Carlos Sánchez Mato, concejal de Hacienda de Ahora Madrid, terminó el año 2016 con este tuit, todo un signo de veneración a sus padres ideológicos. Si el presupuesto de la ciudad le deja algo de tiempo, va a poder leer muchos libros donde conocer que la “revolución fraterna” terminó por convertir en víctimas a los propios revolucionarios tras haber dado cuenta de aquellos a los que señaló como enemigos.
Feliz 2017. Que el centenario de la más hermosa revolución de la historia, sea estímulo para la construcción de fraternidad internacional ✊ pic.twitter.com/PaZfotLxN9
— Carlos Sánchez Mato? (@carlossmato) December 31, 2016
De la primera hora de la revolución se han recuperado Diez días que estremecieron al mundo (John Reed), El Estado y la Revolución (Lenin), Historia de la Revolución Rusa (Trotski) y la obra, algo más tardía, de James Mavor. Lenin recomendó la lectura del primero a los obreros de todo el mundo desde el fondo de su corazón. El aval le da más valor al contenido, donde queda de manifiesto la apuesta violenta que enarboló el líder bolchevique.
De lo que está por venir habrá que prestar atención a Ekaterina Rogatchevskaia, Chaterine Merridale, S. A. Smith, Sean McMeekin y a Julián Casanova y Francisco Veiga entre los autores españoles, aunque las reediciones de los libros que han ido estableciendo los ejes de la discusión en las últimas décadas son el fruto más inmediato del centenario.
De entre todos sobresale, sin duda, la obra de Richard Pipes, recuperada por Debate y escrita precisamente en el ocaso del régimen soviético. El libro enmarca los hechos de octubre de 1917 como un mero golpe de Estado, en la línea de los que caracterizaron el siglo XIX español, y lo ocurrido en febrero como la verdadera revolución transformadora de Rusia. Para Pipes la Revolución encaja en la historia del país y muchos rasgos de la misma en su pasado. Identifica en Pleve, el ministro del Interior de Nicolás II, “la semilla del totalitarismo moderno”. Nos adentra en los últimos años del siglo XIX, en la nula capacidad del Estado zarista para asumir críticas, en el reforzamiento de la autocracia, en la evolución de la estrategia de los partidos revolucionarios y en la relación entre terror y revolución desde la misma génesis revolucionaria, sin obviar que la balanza de los crímenes se inclina poderosamente del lado de Stalin.
La Revolución Rusa fue el acontecimiento más importante del siglo XX. Tuvo una repercusión inmediata en todo el continente y marcó el devenir de la centuria
Se ha recuperado también a Christopher Hill, E. H. Carr y probablemente volverán las obras de Robert Service y Orlando Figes. La tragedia de un pueblo marcó la interpretación de la Revolución en los últimos años. Figes dedicó una atención preferente a las personas, tanto a las grandes biografías como a las gentes sencillas, que terminaron ocupando la portada de su libro y que habían sido sometidas por la minoría bolchevique. Parece que tampoco en 2017 vamos a poder leer en español las biografías de Dimitri Volkogonov, el primer historiador que tuvo acceso a los archivos soviéticos.
La Revolución Rusa fue el acontecimiento más importante del siglo XX. Tuvo una repercusión inmediata en todo el continente y marcó el devenir de la centuria. En estos días de febrero se cumple el aniversario de las primeras escenas dramáticas de aquella Revolución. A lo largo de este año vamos a poder recordar muchas cosas: la Revolución en el cine, la relación con las vanguardias, el interés de Alemania en Lenin, el destino de la familia real, el papel de Kerenski, el golpe de Estado de octubre y las primeras medidas de los bolcheviques, aunque el principal legado de la Revolución fueron los millones de cadáveres que dejó a su paso.
Su vida política sirve para explicar el periodo que llevó a España desde la monarquía de Alfonso XIII hasta la Guerra Civil.