Antonio Miguel Jiménez | 28 de noviembre de 2018
Ediciones Península acaba de reeditar la obra de Primo Levi Si ahora no, ¿cuándo?, que valió al antiguo partisano italiano y superviviente del Holocausto numerosos premios literarios y el reconocimiento internacional de la crítica allá por 1982.
Al acercarme a la obra, y aun siendo consciente de que es una novela, posiblemente por el marco en el que se desarrolla la historia no pude evitar abordarla con el pensamiento crítico del historiador. Pronto quedé decepcionado. O, mejor dicho, pronto vi que me había equivocado. No por la incorrección de dato alguno ni nada parecido, sino por el hecho de que el libro que tenía en mis manos no pretendía, de ninguna manera, presentarme las “obras y milagros” de los partisanos soviéticos contra los nazis. Por lo tanto, más que quedar decepcionado, descubrí que había errado al abordar así el libro.
El marco histórico no puede ser más correcto: Europa, julio de 1943-agosto de 1945, Segunda Guerra Mundial. Pero no es eso lo que Primo Levi, como decíamos antes, propone en este libro. El autor italiano nos ofrece un viaje a la humanidad (o a la falta de ella) de unos personajes que se han visto engullidos y maltratados por una situación injusta y demoledora, y cómo reaccionan a la misma.
‘Ángeles vengadores’, francotiradoras rusas entre el heroísmo y el horror de la guerra
A lo largo de la obra, Mendel y Leonid, dos judíos rusos “dispersos” (soldados perdidos) del Ejército Rojo, han de enfrentarse a la situación de sobrevivir tras la línea enemiga, es decir, tras la línea de frente alemana, lo que los lleva a encontrarse con todo tipo de personas, a enrolarse en los grupos partisanos, a recorrer media Europa e, incluso, a matar. Parece una obviedad que dos antiguos soldados, luego partisanos, maten. Pero aquí debe hacerse una aclaración: Mendel había sido artillero y, por ende, no había visto si mataba o no a nadie al disparar; Leonid, paracaidista cuya primera misión salió mal y acabó en un campo de prisioneros del que consiguió escapar, todavía no había entrado en batalla. Por lo tanto, ninguno de los dos había tenido que tomar la determinación moral de tener que quitar una vida humana.
Pues bien, desde el primer momento en que aparece dicha disquisición, queda claro que matar está mal; pero, al mismo tiempo, también queda claro que en la guerra, o matas o te matan. Además, el caso de Mendel y Leonid, como el de muchos otros a lo largo de la novela, es sumamente crítico: no solo son partisanos quienes eran directamente ejecutados, torturados o enviados a campos de exterminio sin ningún tipo de juicio previo, además eran judíos. No hace falta decir lo que ello implicaba en la Segunda Guerra Mundial. No podían permitirse el lujo de pensar demasiado.
Aun así, lo hacen, demostrando que, aun en las peores circunstancias, el hombre no debe perder la humanidad y la razón: en una palabra, su alma. En un momento concreto de la novela, Mendel mantiene una interesantísima conversación con un partisano ruso, Piotr, bien curtido en la batalla, a quien le dice: “Por eso es importante que haya partisanos judíos, y que haya judíos en el Ejército Rojo. Es importante y, a la vez, horrible; solo si mato a un alemán podré persuadir a los otros alemanes de que soy un hombre. Y, sin embargo, nosotros tenemos un mandamiento que dice «No matarás»”, a lo que el partisano responde: “–Qué raros sois. Sois gente rara. Una cosa es disparar y otra, hacer reflexiones”.
Así pues, si bien es verdad que la novela tiene un buen ritmo y rebosa acciones trepidantes y aventuras, como sabotajes, emboscadas, persecuciones, batallas y demás, narradas, dicho sea de paso, por quien vivió la suerte del partisano, no deja de ser una llamada a la reflexión y un canto a la humanidad de la persona, a la conciencia, por lo que encontraremos escenas verdaderamente conmovedoras, otras muy duras y otras esperanzadoras, conformándose una obra altamente recomendable para quienes gusten de historias profundas y alejadas de todo tópico.
Su vida política sirve para explicar el periodo que llevó a España desde la monarquía de Alfonso XIII hasta la Guerra Civil.