Javier Pérez Castells | 01 de marzo de 2019
Además de una serie de desplantes, faltas de educación, de saber estar y lamentables actitudes por parte de representantes de instituciones del Estado hacia el Rey que representa a todos los españoles; además de protestas callejeras y líos políticos, la semana pasada, créanlo, hubo un congreso dedicado a los teléfonos móviles en Barcelona. Y, ¿qué novedades principales se vieron en el Mobile World Congress 2019?
El sector se enfrenta, dicen, a un cierto cansancio del consumidor por cambiar el móvil cada poco tiempo. Actualmente, el tiempo medio de renovación se sitúa en unos 22 meses, que es más bajo del necesario por la obsolescencia y vida útil de los terminales. Hay, pues, un acortamiento de la vida del móvil por cuestiones de gusto y búsqueda de novedades. Pero este tiempo ha empezado a alargarse, por saturación y porque los consumidores no encuentran incentivos suficientes para renovar su teléfono.
Apple y Google entierran millones de terminales con su intencionada obsolescencia programada
Los fabricantes se afanan en dinamizar el mercado con novedades atractivas. Veamos algunas. En primer lugar, los teléfonos 5G. Se han visto algunos modelos de Samsung, LG y otras compañías, pero no de Apple, que parece que va a retrasar sus teléfonos 5G hasta 2020. ¿A qué se debe esta decisión?
La tecnología 5G parece una estupenda noticia para el usuario, por el incremento del ciento por uno en la velocidad de la conexión, porque la trasmisión 5G está mejor preparada para la llamada Internet de las cosas (conexión del terminal con todo tipo de utensilios domésticos) y para la conexión de muchos equipos a la misma red inalámbrica, así como la reducción del consumo de batería. También para los juegos, que requieren cada vez más rapidez de transmisión de una enorme cantidad de datos.
Pero lo cierto es que, la mayor parte del tiempo, los teléfonos 5G funcionarían actualmente en 4G, porque no se ha desarrollado aún la red para los datos 5G. Los dispositivos se han adelantado más de un año a la adecuación de las redes.
Otra cosa muy curiosa es lo de los teléfonos móviles que pueden doblarse. Es interesante para que sea práctico el aumento del tamaño de la pantalla. Los expertos dicen, no obstante, que los prototipos mostrados en el Mobile World Congress 2019 no son aún muy operativos. Las cosas irán en ese rumbo, pero quizá falte todavía un año para que estos modelos tengan un impacto grande en el mercado. También se han desarrollado móviles con agujeros en la pantalla. Este agujero se utiliza para alojar una cámara. Con ello se evita engrosar el móvil y la cámara queda integrada en la pantalla.
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Se estima que en 2017 el 85% de las fotos del mundo se hicieron con teléfonos móviles. El tiempo de las cámaras digitales, incluso las réflex, está pasando y se queda solo para profesionales y locos nostálgicos. Por una parte, hemos asistido a la carrera por los megapíxeles, llegando a cifras de 48 MP y, por otra, se ha visto que la inteligencia artificial puede ser un elemento importante en la fotografía con móvil, porque prácticamente se puede llegar a sacar una foto y que se ponga en marcha una serie de procesos de forma automática para analizar, mejorar y optimizar todas las variables de luz, color y contraste de la fotografía.
También hay una cierta carrera entre los fabricantes para instalar más y más cámaras en el móvil, con algunos modelos que llegan a montar 10 cámaras para lograr imágenes tridimensionales y mejorar la calidad de las fotos. Cada cámara utiliza parámetros diferentes de enfoque, luz y encuadre y, así, será raro que no salga alguna foto buena.
Otras novedades del Mobile World Congress 2019, algo menores, pueden ser la posibilidad de compartición de batería con otros móviles (sin cable), las mejoras de las conexiones entre ellos y la aparición de algunos modelos vintage para nostálgicos de los zapatófonos y los móviles desplegables. Y todas estas mejoras supondrán la aparición de una avalancha de apps asociadas, para sacar partido a las novedades. Los locos de la tecnología siguen teniendo motivos para el entusiasmo.