Ramón Fuentes | 05 de julio de 2017
El pasado 23 de junio se hacía oficial que Mediapro, el grupo audiovisual presidido por Jaume Roures, se ha quedado con los derechos de la Liga de Campeones para las temporadas 2018-2019, 2019-2020 y 2020-2021. Adquisición que le otorga la exclusividad de la competición en nuestro país, es decir, desaparece el partido en televisión abierto de los martes y finaliza también la fórmula que ha estado vigente estas dos últimas temporadas y aún lo estará la siguiente, 2017-2018: Antena 3 televisión emite el encuentro en abierto de la jornada del martes, siendo BeinSport, canal del cual forma parte Mediapro, el que tiene los derechos del resto de la máxima competición continental de clubes.
Según comunicó la propia UEFA, la oferta de Mediapro superaba la presentada por otros operadores como Movistar, Mediaset, TVE, Atresmedia y TV3. Después de presentar una propuesta el 20 junio, junto a sus dos compañeros en el actual contrato, Antena 3 y Televisión de Catalunya, días después presentó una propuesta en solitario que fue la que finalmente se impuso. Según publicaba El País el pasado 23 de junio, esta podía rondar los 1.100 millones por la Liga de Campeones y la Europa League para las tres próximas temporadas en exclusiva en España, en torno a 366 millones de euros por cada campaña.
Mediapro se adjudica derechos de emisión de Liga de Campeones en España – medios https://t.co/OiFCzci9Bv
— Reuters España (@ReutersEspana) June 23, 2017
De ser estas cifras correctas, la UEFA prácticamente habría triplicado las cantidades que actualmente está percibiendo en el contrato actual, que ronda en torno a los 165 millones de euros para este ciclo 2015-2018 por las dos competiciones. El grueso lo asume Mediapro, alrededor de 110 millones de euros; unos 40 millones proceden de Atresmedia y 5,8 millones restantes de la Televisión de Cataluña, que comparte las retransmisiones en abierto en Cataluña.
Este contrato millonario se acerca a cifras muy similares a las que se han negociado en otros países de Europa. Así, por ejemplo, en Francia, el nuevo canal SFR ha adquirido los derechos a razón de 350 millones de euros por temporada. En Reino Unido, British Telecom ha renovado su licencia por 455 millones de euros. En Italia, Sky se hace con los derechos por 290 millones anuales.
Que la máxima competición continental de clubes se vaya al «cerrado» no es sino el penúltimo capítulo de una tendencia que lleva a la desaparición a corto y medio plazo del llamado abierto. En un futuro muy cercano, como ya sucede en otros países, habrá que pagar prácticamente por todo el deporte.
Algo a lo que el consumidor se acostumbrará, como ya ha hecho hablando del fútbol patrio. Ahora mismo no es posible ver ningún partido de los dos grandes de nuestra liga en cualquier televisión en abierto, ya sean los canales tradicionales como la TDT. Real Madrid y Barcelona son contenidos Premium de las plataformas y canales que se reparten actualmente los derechos de la Liga de Fútbol Profesional. Pero, además de los dos grandes, es imposible ver en abierto a clubes como Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal, Athletic Club de Bilbao. Todos aquellos clubes que participan en competiciones europeas no pueden jugar el único partido en abierto de fútbol de Primera que se puede ver en nuestro país. Es el famoso «partido de los viernes» y que enfrenta siempre al resto de clubes de Primera División.
Encuentro que se retransmite no porque sea un deseo de los clubes de la patronal, sino porque viene impuesto en la Ley de Comunicación Audiovisual, heredando la famosa «Ley Cascos», impulsada en 1997 por el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, que obligaba a tener que emitir un partido de la liga del fútbol español en abierto.
Orgullosos de anunciaros que desde este 1 de enero de 2017 Eurosport es la Casa de los Juegos Olímpicos pic.twitter.com/7Bu3Rl56kr
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) January 1, 2017
Otro ejemplo claro de esta tendencia está en el gran acontecimiento deportivo, que no es otro que los Juegos Olímpicos. La gran cita olímpica ya no se verá a través del canal estatal de televisión, como venía sucediendo históricamente hasta ahora. Desde el pasado 2 de enero, la cadena Eurosport se han convertido en «La Casa de los Juegos Olímpicos» para los próximos siete años, adquiriendo los derechos de los Juegos Olímpicos, tanto de invierno como de verano, que está previsto celebrar entre 2018 y 2024.
Esto supone los Juegos de Invierno de Pyeong Chang 2018, los Juegos de Tokio de 2020, así como las siguientes citas de invierno y verano previstas para 2022 y 2024. La cadena norteamericana habría pagado por los derechos exclusivos en toda Europa unas cantidades cercanas a los 1.300 millones de euros.
Ahora falta saber qué sucederá cuando llegue el momento de tener que emitir en «abierto», como así obliga la Ley Audiovisual, los acontecimientos considerados de interés general porque participan atletas españoles. La cadena tiene su propio canal en abierto en España llamado «DMAX», pero no es descartable un acuerdo con Televisión Española.
A menos de un año para los Juegos Olímpicos de #PyeongChang2018 Eurosport ya tiene logo! ¡¡¡Descúbrelo!!! pic.twitter.com/8qQxLFtBhz
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) March 15, 2017
Otros ejemplos recientes de este abandono del abierto y el refugio en el cerrado lo tenemos en tres deportes de gran tirón en nuestro país. Se trata del baloncesto, las motos y el apasionante circo de la Fórmula Uno. Esta temporada 2016-2017, que acaba de finalizar, ha sido la primera donde la liga nacional de baloncesto, conocida como ACB, ha vuelto a emitirse íntegramente en cerrado. El acuerdo cerrado en octubre de 2015 se extiende durante tres temporadas y reporta a la Asociación de Clubes de Baloncesto cerca de 46 millones de euros.
La pasada temporada 2015-2016, la plataforma Movistar compartió estos derechos con Televisión Española que, a través de Teledeporte, tenía el derecho a la primera opción. Algo que ha desaparecido en la temporada 2016-2017 y durante la siguiente, en la que emitirá en exclusiva la liga profesional de baloncesto. Lo mismo sucede con la Euroliga de baloncesto, la «Champions League» del basket europeo, que solo se puede ver pasando por la taquilla de la tarifa plana.
Hasta aquí llegó el camino del Real Madrid en Euroliga. Fenerbahçe estará en la final. #Eurofighters pic.twitter.com/hX4GWeAWNb
— Basket en Movistar+ (@MovistarBasket) May 19, 2017
Algo similar ha pasado en el mundo del motor, tanto en la Fórmula 1 como en el Mundial de Motociclismo. Lo que hasta ahora era compartido con emisión en abierto y en cerrado, ha pasado a ser única y exclusivamente de pago. Y las dos también están en manos de Movistar.
En el caso de las motos, este mundial es el primero que se ve totalmente en cerrado, después de varios años donde han compartido con Mediaset algunos grandes premios en abierto (9 en 2014, 8 en 2015 y 4 en 2016). Pero esto se ha acabado. Ahora es Telefónica la que posee en exclusiva los derechos televisivos del espectáculo propiedad de Dorna.
Y en el caso de los coches, lejos quedan los años donde la Fórmula 1 reunía a millones de espectadores delante del televisor. Eso ha pasado a mejor vida. De Mediaset, luego pasó a La Sexta y, estos últimos años, a Antena 3 Televisión.
Pero este Mundial 2017 solo se puede ver en la televisión de pago. El circo de la Fórmula 1 se ve íntegramente por las distintas plataformas audiovisuales (Movistar o Vodafone). Solo la ley de interés general permite que el Gran Premio de España pueda seguirse en Televisión Española, así como los resúmenes de todas las carreras del Mundial. Las cifras actuales están muy lejos de los registros pasados. Ahora mismo rondan los 200.000 espectadores, bien es cierto que Fernando Alonso no pasa por su mejor momento y el efecto Carlos Sáinz «Junior» todavía no ha llegado.
¿Y las 500 millas de Indianápolis? Esta es tu casa. Movistar Deportes 1 emitirá la cita del domingo 28 de mayo en directo y en exclusiva. pic.twitter.com/ZJFZPqLUgw
— F1 en Movistar+ (@movistar_F1) April 12, 2017
Y así podríamos seguir con multitud de deportes. Otro ejemplo sintomático es el tenis y sus cinco gran slam. La gran mayoría son en cerrado, salvo que se decida emitir en abierto, de manera excepcional, las semifinales o finales del torneo, como sucedió con este último Roland Garros, que ha supuesto el décimo título consecutivo de Rafa Nadal. Pero son hechos puntuales.
Esta es la gran incógnita. Hasta ahora, los Mundiales y las Eurocopas, los dos grandes eventos por excelencia de selecciones, sí pueden verse parcialmente en abierto. Siempre quedará que, en el peor de los casos, los partidos de España tendrán que emitirse en una televisión en abierto por la Ley de Interés General. Pero viendo la tendencia de los últimos casos, cada vez más estos grandes torneos tienden a verse mayoritariamente en cerrado, quedando un pequeño paquete de partidos para el abierto. El grueso, la «chicha» estará en taquilla. Siempre queda el consuelo de que las fases de clasificación de España para la Euro o para el Mundial, competición que está actualmente en juego, tendrán que verse en la tele de todos, sea el canal que sea.
@mundoplustv_dep Los Masters 1000 se verán en exclusiva en @movistarplus Solo el de Madrid se verá en TVE
— Tenis en Movistar+ (@MovistarTenis) March 8, 2016
Y así podríamos seguir con decenas de deportes (rugby, ciclismo, atletismo, etc…); todos ellos abandonan la gran pantalla y se lanzan al mundo de pago por visión o famoso «Pay per view». España sigue los pasos de otros países europeos. Tenemos que acostumbrarnos a que se acabaron los tiempos de todo gratis. Ahora, o lo pagas o no lo puedes ver. ¿De verdad es rentable? ¿Y para los patrocinadores que respaldan estas competiciones? Tengo mis dudas, salvo todo lo que rodea al fútbol.
Pero está claro que las pulsaciones del mercado marcan el ritmo y este camina en España hacia la televisión en cerrado. No hay marcha atrás. Y para aquellos que lo critican. ¿No se paga por ir al cine o por acudir al teatro?