Bieito Rubido | 03 de febrero de 2021
Estar al frente de la gestión pública de una pandemia que se ha llevado por delante a casi cien mil personas exige un rigor y una responsabilidad que Fernando Simón ha evidenciado no tener.
Fernando Simón dice que no sabe cuándo es la Semana Santa. ¡Como si ese dato no fuese relevante para su trabajo! ¿Estamos de verdad en buenas manos en esto de la lucha contra la covid? ¿Es posible que el mayor responsable técnico sanitario que el Estado coloca frente a la pandemia considere irrelevante ese dato? ¿Se imagina al director general de Tráfico diciendo que ignora las fechas de la Semana Santa y que, por tanto, no va a poner en marcha una operación especial en las carreteras españolas? Honestamente, creo que hace mucho tiempo que Fernando Simón debería haber dejado el cargo que ocupa. Sobre todo cuando hace un año, por estas fechas, dijo que lo de la covid sería como una gripe menor; o cuando restó importancia a la posible bomba contaminadora que fue la manifestación del 8 de marzo. Estar al frente de la gestión pública de una pandemia que se ha llevado por delante a casi cien mil personas exige un rigor y una responsabilidad que Fernando Simón ha evidenciado no tener. La Semana Santa va a ser clave, nuevamente. Detrás de ella puede estar la cuarta ola. Ojalá que no, pero la experiencia demuestra que todavía no gozamos de la inmunidad de rebaño y que la vacunación va muy lenta.
Vamos a ver, Simón, que tienes apellido de apóstol sobresaliente: por si te podemos ayudar, la Semana Santa de este año comienza el 28 de marzo y se prolonga hasta el 4 de abril. En algunas comunidades y ciudades, incluso es festivo el lunes, día 5. Te facilito el dato para que, si lo crees conveniente, puedas dar alguna recomendación o consejo con antelación. Es cierto que mucho crédito entre la ciudadanía no tienes, pero por lo menos no nos tomes el pelo. Pasa que desprecies el fenómeno religioso, pero no así el hecho de que, en esos días, de nuevo, cientos de miles -es probable que millones- de españoles acostumbran a desplazarse de un lugar a otro. Además me temo que, al ritmo que vamos, para entonces tan solo esté vacunada una décima parte de la población.
Es duro pensar que al final del camino profesional uno suele encontrar cierta dosis de desprecio por parte de los demás. Es ley de vida. Forma parte de la condición humana. Pero no hay nada peor que el autodesprecio, y eso es lo que ha hecho Simón, que tiene apellido de apóstol, al asegurar que no sabe cuándo se celebra la Semana Santa.
Siento el mayor de los respetos hacia las víctimas mortales de la covid y sus familias, pero no debemos convertir a la hostelería en el mayor de los sacrificados.
Debemos creer en nosotros e imaginarnos en el futuro con más fuerza, aprovechando las oportunidades que la vida volverá a poner ante nuestros ojos.